Diego se levantó de su silla y tras dudar por unos instantes, se dirigió al despacho de Marie. Hacía un par de semanas que había comenzado a tener relaciones con ella.. y lo que en un principio había sido algo así como un desahogo… un pasatiempo, con el paso de los días comenzaba a ser una especie de necesidad. Jamás se diría eso a si mismo, porque cada vez que lo pensaba, la furia lo invadía. Porque no le gustaba que nadie, absolutamente nadie, le hiciera perder el control, aunque fuera en aquellos momentos tan privados. Estaba acostumbrado a no tener sentimientos, a que todo fuese frío y calculado… y Marie era cualquier cosa, menos fría y calculadora. Entró en el pequeño despacho y se la encontró tras la mesa, con la cara escondida entre las manos. Al escucharle entrar, alzó la mirada
- Diego..- susurró poniéndose bien en la silla- ¿necesitas algo?
- No me gusta esa expresión..- le dijo él meneando la cabeza con expresión seria y acercándose a la mesa- ¿ha ocurrido algo?
Marie lo miró. Eran tan pocos los momentos en los que le veía tierno y preocupado por ella, que cerró los ojos inconscientemente para poder saborear aquel instante. Aún le dolía la conversación con su hermana… pero no se lo contaría. No quería que se sintiera mal
- No.. nada. Es que a veces echo de menos a mi hermana…- era una verdad a medias.. pero Marie no quería mentirle del todo. No quería traicionarle.
Diego se acercó a ella y se sentó en la mesa, a su lado. Le cogió el rostro e hizo que lo mirara
- No me gusta que te sientas asi…- sonrió lo mas tiernamente que sabia- ¿Por qué no la llamas?
Marie lo miró un momento y luego volvió a desviar la vista, levantándose.- No es tan sencillo…sabes que ella no aprueba según que cosas…
Diego apretó los dientes al escuchar sus palabras, y aunque estuvo tentado de decir un comentario de lo mas hiriente, no lo hizo…y ni siquiera se detuvo a plantearse el porque. Se levantó de la mesa y se acercó a ella, abrazándola por detrás. Ella se dejó caer en él, apoyándose con suavidad
- Tenemos que estar alerta en muchos frentes amor… y pensando en tu hermana y en todo el daño que te hace, no nos ayuda. Vamos a salir primero de todo esto, y después ya veremos como arreglamos lo de Driade… ¿vale?
Marie se mordió los labios. Sabia que en el fondo lo hacia por su bien, pero no podía evitar sentirse incomprendida. Se separó de él y dirigiéndose a la mesa, cogió un trozo de papel y se lo alargó
- Ha llamado Daniel Echegaray Junior…- dejó que Diego cogiera el papel y lo leyera- siento que no sean buenas noticias…
Diego arrugó el papel entre sus manos.- Maldita sea su estampa… - se giró y se dirigió a la puerta. Una vez allí, antes de salir del despacho, pareció pensárselo y se detuvo, mirando de nuevo a su secretaria
- Hasta luego..- dijo en voz baja
Ella sonrió y cuando él se fue cerrando la puerta tras de si, Marie se sentó en su silla con gesto cansado. Cada día se sentía mas perdida… pero lo único que sabía era que le quería… y que siempre, siempre, iba a estar de su lado.
Cris bajó del coche justo en la puerta de la prisión y sonrió al ver a su amiga del alma que ya la esperaba en la puerta. Esta iba cargada de carpetas hasta arriba, y al ver a Cris, movió los brazos, haciendo que todas las carpetas volaran por los aires. Cris, al verla se echó a reir
- Hay cosas que no cambian, ¿eh Sue?- dijo llegando a su altura
- Como cuentes esto a alguien que no sea tu almohada, te juro que la próxima vez que vengas a casa te torturaré con sesión extra de escenas de Alejandro Tous…- le amenazó su amiga, agachándose a arreglar el caos de papeles tirados en el suelo
- ¡ Ay no, por dios! – exclamó Cris – sabes que no puedes hacer eso… que va en contra de mi religión…!!
Susana pasó de los papeles que seguían en el suelo y se levantó, resignada. Al ver que su amiga seguía riéndose al ver el estropicio, frunció el ceño, aunque no podía evitar que la sonrisa la traicionara
- Eres de lo peor Cris…- dijo abrazándola.
Cris le devolvió el abrazo y se agachó a su lado para ayudarla con los papeles. Cuando los tuvieron recogidos, Susana le indicó que le siguiera hasta el interior de la prisión.
- Asi que necesitas que te ayude., eh?- empezó Susana
- Algo asi… - le contestó Cris- necesito que me pases cierta información sobre un preso.. el historial y si hay alguien mas dispuesto a defenderlo
- Uy… ¿Qué pasa..? ¿Qué el preso paga con pepitas de oro que no le han encontrado y por eso se lo están rifando diferentes abogados?- Susana llegó a la puerta de la prisión y miró divertida a su amiga- no, algo mejor… está que te cagas de bueno, y paga en especies…
- Para ser juez, tienes un sentido del humor de lo mas chabacano..- le contestó Cris con una mueca
- Ya sabes que yo soy una juez del siglo 30… de esas que van al juzgado con minifalda, escote y el sonajero del niño por si llora
- El día que tú seas madre, que tiemble la juventud futura…
- Muy graciosa…- llegaron a un despacho y Susana, tras saludar al vigilante, entró en el, dejando las carpetas encima de la mesa con un suspiro de alivio. Se giró hacia su amiga- Bueno… ¿me vas a contar que es lo que quieres realmente, o empiezo a buscar el sacacorchos que guardo para las ocasiones especiales?
- Necesito que me des el sumario del juicio de uno de los presos Susi… y que me bloquees otras posibles defensas…
Susana la miró.- Sabes de sobra que no puedo hacer eso sin meterme en un lio. Los abogados, si no son de oficio, los elige el propio acusado. Cris, por dios, que no eres nueva en esto! ¿Eres su abogada?
Cris suspiró.- En principio si que lo soy.. pero ha aparecido en escena una chica que dice que también le han contratado para defenderlo…
- ¿De quién se trata?- preguntó Susana, ya muerta de la curiosidad
- Ya te he hablado de el… Álvaro Aguilar
- Ah si…- Susana se tocó el labio, pensativa- el caso del “timojuicio”… menudo circo fue aquel juicio… me acuerdo perfectamente de él.. Fue la comidilla del juzgado durante semanas. Parece ser que la propia novia de él, declaró en su contra…
- Asi es… y se ha convertido en un tema personal- Sue se sentó en una silla, y Cris se sentó en la mesa, frente a ella
- Tu novio nuevo… ese con nombre de consonante, no?- adivinó su amiga
- Si.. Jota cuenta conmigo… - le confirmó Cris- y que quieres que te diga…. Después de mi visita a la cárcel y de ver la tristeza que consume a ese hombre, también lo hago por él…- al ver la duda en los ojos de su amiga, Cris insistió- Sue… ayúdame
Susana se levantó de la silla y rodeando la mesa, se sentó en una silla de respaldo alto
- Déjame unos días a ver que puedo hacer. Estoy algo liada con el papeleo de la prisión… y hasta el viernes no pasaré por mi despacho…
- Sue, me corre prisa..- le interrumpió Cris
- ¡Joer con las prisas, nena!- exclamó ella- está bien, está bien.. hablaré con Pheebs, mi ayudante, a ver si ella puede sacártelo antes del viernes…
Cris sonrió ampliamente y se levantó de la mesa.- ¡ Gracias Sue! ¡ Es que eres la mejor!
- Menos peloteo, eh? Que ya me pensaré como vas a pagarme esto..
- Y ya que estás…¿Por qué no me averigüas algo sobre estas personas?- dijo alargándole un papel
Susana lo cogió.- ¿Algo mas? ¿Un esclavo que te abanique? ¿quieres que te cuide a tus futuros hijos? ¿O que te pague un sueldo a final de mes? No soy un detective..¿sabes?- dijo agitando el papel frente a su cara
- No.. pero eres la jueza mas sexy de España- dijo Cris entre risas- además, esas personas son abogados… con una llamada al colegio…
- Sal ahora mismo de delante de mi vista…- dijo Susana haciéndose la enfadada- por lo pronto, mañana por la noche me invitas a cenar en el Luxury
- ¡En el Luxury!- Cris se puso las manos sobre las caderas- oye nena, que una comida allí, es mi sueldo de dos meses…
Su amiga ya estaba enfrascada en uno de los muchos papeles que habia traido, y no la miró para contestar.- Tienes un novio rico… aprovéchate, y de paso, deja que me aproveche yo…
Cris meneó la cabeza, pero no le contestó. Sabia que podía contar con ella, a pesar de sus protestas. Se acercó a ella y le besó en la mejilla
- ¿Qué mas quieres?- dijo Sue levantando la cabeza y mirándola
Cris se echó a reir.- Verle… ya se que las horas de visita son mas tarde, pero...
Susana suspiró ruidosamente.- ¡ Pepeeeeee!- llamó a voz de grito. Al momento, el guardia que habia saludado en la puerta, se asomó al despacho con cara de circunstancias. Susana le sonrió- dile a Muñoz que he autorizado una visita para Alvaro Aguilar… y que no proteste, porque juro que le arranco ese bigote vomitivo que tiene de una guantá.
El guardia se retiró sin contestarle y Cris la miró con una sonrisa divertida
- Joder Sue, mira que eres basta. Asi no te caso de ninguna de las maneras, eh?
- Déjame en paz señoritinga pesá…- contestó esta volviendo a enfrascarse a sus papeles- y dile a ese follamigo tuyo que tienes, que prepare la cartera.. porque mañana pienso cenar langosta.
Cris puso cara de sufrida, pero no dijo nada mas y salió del despacho con una sonrisa. Su amiga era todo un personaje. Quien la viera en su trabajo, cuando iba con la toga, jamás pensaría que tras aquella máscara de frialdad y de profesionalidad, se escondía la personalidad mas fresca y divertida que Cris hubiera conocido jamás.
Cuando Cris se fue del despacho, Susana cogió el papel que estaba encima de la mesa y lo abrió con curiosidad. Conocía a su amiga, y sabía que no se metía en aquellos berenjenales por nada. El primer nombre no le sonó… era una chica… una tal Laura no se que. Maldita caligrafia. Pero el segundo la dejó helada y por un momento se olvidó de respirar. No podía ser que el pasado volviera de aquella manera… no podía ser. Sabia que se habia ocupado de aquel caso… ahora lo recordaba. Pero jamás pensó que le salpicaría a ella. Se cogió las manos, soltando el papel, que le habían comenzado a temblar. Cogió el teléfono y lo volvió a colgar. Por un momento no supo que hacer. Ni siquiera podía pensar. Se echó hacia atrás en la silla y se tapó la cara con las manos. Su mente quiso volver al pasado… pero se negó. Se negaba rotundamente a que Ignacio Goñi volviera a entrar en su mente, en su vida, o lo que fuera que tuviera que ver con ella. No, no mas…. nunca mas.
Santi le alargó la tila a Bea mientras despedía a Nuri con una sonrisa. La nueva secretaria sonrió también, y tras mirar a Bea con expresión preocupada, se marchó hacia su mesa. Santi también miraba a su amiga con la misma expresión
- ¿Te sientes mejor?- le preguntó su amigo
Bea afirmó con la cabeza y bebió de su taza. Apenas un sorbo… pero agradeció el líquido caliente bajándole por la garganta, porque un frío helado se había instalado en su interior. Santi la instó a beber algo mas, y Bea lo hizo sin protestar.
- ¿Sabe Nacho que estás aquí?- volvió a preguntar Santi
- No…- dijo ella lentamente- de hecho, esta mañana temprano tuvimos una especie de discusión…- confesó
- ¿Hay problemas entre vosotros?-Santi parecía sorprendido
- No.. claro que no…- “ si, que no le amo como amo a….” . Bea meneó la cabeza sacándose esas palabras de la mente. Luchar contra ella era más fácil que hacerlo contra el corazón.. y aquella batalla ya la habia perdido demasiadas veces…- yo se que lo hace todo por mi… pero hay ocasiones en que no me gusta demasiado su forma de hacer las cosas…- dijo aliviada. Era la primera vez que decía aquello en voz alta… y se dio cuenta de lo mucho que lo habia necesitado
Santi no contestó. Se incorporó en la silla en la que estaba sentado y la miró con ternura
- ¿Qué pasó, Bea? ¿Qué pasó para que declararas en contra de Alvaro?
A Bea le tembló la mano mientras dejaba la taza encima de la mesa
- Es curioso..¿verdad? Cuando estuve detenida, a pesar de pensar que él me habia abandonado, jamás declaré en su contra… jamás le perjudiqué. Y después… mira que hice después…- dijo con amargura
- Bea…
Bea le hizo callar con un gesto y se levantó de nuevo para dirigirse hacia los ventanales. Santi la miró desde su silla, en silencio.. dejándola hablar
- Después de todas las batallas que le gané a Diego por Bulevar, él sabía muy bien que no me detendría cualquier cosa… o que yo no me dejaría chantajear asi como asi… - soltó una risita triste- asi que se encargó de agarrarme de la peor manera posible…. – miró a su amigo, con los ojos de nuevo llenos de lágrimas. Santi se retorció las manos, nervioso
- ¿ Qué te hizo? ¿Por qué no me lo contaste?
- Porque no quería que te salpicara.. y porque me atacó en dos frentes… primero con Nacho… luego… al ver que lo que le podía pasar a Nacho no me convencía para traicionar a Alvaro… cambió de táctica…- un sollozo se escapó de su garganta sin poderlo evitar- mi padre…
- Diego..- susurró poniéndose bien en la silla- ¿necesitas algo?
- No me gusta esa expresión..- le dijo él meneando la cabeza con expresión seria y acercándose a la mesa- ¿ha ocurrido algo?
Marie lo miró. Eran tan pocos los momentos en los que le veía tierno y preocupado por ella, que cerró los ojos inconscientemente para poder saborear aquel instante. Aún le dolía la conversación con su hermana… pero no se lo contaría. No quería que se sintiera mal
- No.. nada. Es que a veces echo de menos a mi hermana…- era una verdad a medias.. pero Marie no quería mentirle del todo. No quería traicionarle.
Diego se acercó a ella y se sentó en la mesa, a su lado. Le cogió el rostro e hizo que lo mirara
- No me gusta que te sientas asi…- sonrió lo mas tiernamente que sabia- ¿Por qué no la llamas?
Marie lo miró un momento y luego volvió a desviar la vista, levantándose.- No es tan sencillo…sabes que ella no aprueba según que cosas…
Diego apretó los dientes al escuchar sus palabras, y aunque estuvo tentado de decir un comentario de lo mas hiriente, no lo hizo…y ni siquiera se detuvo a plantearse el porque. Se levantó de la mesa y se acercó a ella, abrazándola por detrás. Ella se dejó caer en él, apoyándose con suavidad
- Tenemos que estar alerta en muchos frentes amor… y pensando en tu hermana y en todo el daño que te hace, no nos ayuda. Vamos a salir primero de todo esto, y después ya veremos como arreglamos lo de Driade… ¿vale?
Marie se mordió los labios. Sabia que en el fondo lo hacia por su bien, pero no podía evitar sentirse incomprendida. Se separó de él y dirigiéndose a la mesa, cogió un trozo de papel y se lo alargó
- Ha llamado Daniel Echegaray Junior…- dejó que Diego cogiera el papel y lo leyera- siento que no sean buenas noticias…
Diego arrugó el papel entre sus manos.- Maldita sea su estampa… - se giró y se dirigió a la puerta. Una vez allí, antes de salir del despacho, pareció pensárselo y se detuvo, mirando de nuevo a su secretaria
- Hasta luego..- dijo en voz baja
Ella sonrió y cuando él se fue cerrando la puerta tras de si, Marie se sentó en su silla con gesto cansado. Cada día se sentía mas perdida… pero lo único que sabía era que le quería… y que siempre, siempre, iba a estar de su lado.
Cris bajó del coche justo en la puerta de la prisión y sonrió al ver a su amiga del alma que ya la esperaba en la puerta. Esta iba cargada de carpetas hasta arriba, y al ver a Cris, movió los brazos, haciendo que todas las carpetas volaran por los aires. Cris, al verla se echó a reir
- Hay cosas que no cambian, ¿eh Sue?- dijo llegando a su altura
- Como cuentes esto a alguien que no sea tu almohada, te juro que la próxima vez que vengas a casa te torturaré con sesión extra de escenas de Alejandro Tous…- le amenazó su amiga, agachándose a arreglar el caos de papeles tirados en el suelo
- ¡ Ay no, por dios! – exclamó Cris – sabes que no puedes hacer eso… que va en contra de mi religión…!!
Susana pasó de los papeles que seguían en el suelo y se levantó, resignada. Al ver que su amiga seguía riéndose al ver el estropicio, frunció el ceño, aunque no podía evitar que la sonrisa la traicionara
- Eres de lo peor Cris…- dijo abrazándola.
Cris le devolvió el abrazo y se agachó a su lado para ayudarla con los papeles. Cuando los tuvieron recogidos, Susana le indicó que le siguiera hasta el interior de la prisión.
- Asi que necesitas que te ayude., eh?- empezó Susana
- Algo asi… - le contestó Cris- necesito que me pases cierta información sobre un preso.. el historial y si hay alguien mas dispuesto a defenderlo
- Uy… ¿Qué pasa..? ¿Qué el preso paga con pepitas de oro que no le han encontrado y por eso se lo están rifando diferentes abogados?- Susana llegó a la puerta de la prisión y miró divertida a su amiga- no, algo mejor… está que te cagas de bueno, y paga en especies…
- Para ser juez, tienes un sentido del humor de lo mas chabacano..- le contestó Cris con una mueca
- Ya sabes que yo soy una juez del siglo 30… de esas que van al juzgado con minifalda, escote y el sonajero del niño por si llora
- El día que tú seas madre, que tiemble la juventud futura…
- Muy graciosa…- llegaron a un despacho y Susana, tras saludar al vigilante, entró en el, dejando las carpetas encima de la mesa con un suspiro de alivio. Se giró hacia su amiga- Bueno… ¿me vas a contar que es lo que quieres realmente, o empiezo a buscar el sacacorchos que guardo para las ocasiones especiales?
- Necesito que me des el sumario del juicio de uno de los presos Susi… y que me bloquees otras posibles defensas…
Susana la miró.- Sabes de sobra que no puedo hacer eso sin meterme en un lio. Los abogados, si no son de oficio, los elige el propio acusado. Cris, por dios, que no eres nueva en esto! ¿Eres su abogada?
Cris suspiró.- En principio si que lo soy.. pero ha aparecido en escena una chica que dice que también le han contratado para defenderlo…
- ¿De quién se trata?- preguntó Susana, ya muerta de la curiosidad
- Ya te he hablado de el… Álvaro Aguilar
- Ah si…- Susana se tocó el labio, pensativa- el caso del “timojuicio”… menudo circo fue aquel juicio… me acuerdo perfectamente de él.. Fue la comidilla del juzgado durante semanas. Parece ser que la propia novia de él, declaró en su contra…
- Asi es… y se ha convertido en un tema personal- Sue se sentó en una silla, y Cris se sentó en la mesa, frente a ella
- Tu novio nuevo… ese con nombre de consonante, no?- adivinó su amiga
- Si.. Jota cuenta conmigo… - le confirmó Cris- y que quieres que te diga…. Después de mi visita a la cárcel y de ver la tristeza que consume a ese hombre, también lo hago por él…- al ver la duda en los ojos de su amiga, Cris insistió- Sue… ayúdame
Susana se levantó de la silla y rodeando la mesa, se sentó en una silla de respaldo alto
- Déjame unos días a ver que puedo hacer. Estoy algo liada con el papeleo de la prisión… y hasta el viernes no pasaré por mi despacho…
- Sue, me corre prisa..- le interrumpió Cris
- ¡Joer con las prisas, nena!- exclamó ella- está bien, está bien.. hablaré con Pheebs, mi ayudante, a ver si ella puede sacártelo antes del viernes…
Cris sonrió ampliamente y se levantó de la mesa.- ¡ Gracias Sue! ¡ Es que eres la mejor!
- Menos peloteo, eh? Que ya me pensaré como vas a pagarme esto..
- Y ya que estás…¿Por qué no me averigüas algo sobre estas personas?- dijo alargándole un papel
Susana lo cogió.- ¿Algo mas? ¿Un esclavo que te abanique? ¿quieres que te cuide a tus futuros hijos? ¿O que te pague un sueldo a final de mes? No soy un detective..¿sabes?- dijo agitando el papel frente a su cara
- No.. pero eres la jueza mas sexy de España- dijo Cris entre risas- además, esas personas son abogados… con una llamada al colegio…
- Sal ahora mismo de delante de mi vista…- dijo Susana haciéndose la enfadada- por lo pronto, mañana por la noche me invitas a cenar en el Luxury
- ¡En el Luxury!- Cris se puso las manos sobre las caderas- oye nena, que una comida allí, es mi sueldo de dos meses…
Su amiga ya estaba enfrascada en uno de los muchos papeles que habia traido, y no la miró para contestar.- Tienes un novio rico… aprovéchate, y de paso, deja que me aproveche yo…
Cris meneó la cabeza, pero no le contestó. Sabia que podía contar con ella, a pesar de sus protestas. Se acercó a ella y le besó en la mejilla
- ¿Qué mas quieres?- dijo Sue levantando la cabeza y mirándola
Cris se echó a reir.- Verle… ya se que las horas de visita son mas tarde, pero...
Susana suspiró ruidosamente.- ¡ Pepeeeeee!- llamó a voz de grito. Al momento, el guardia que habia saludado en la puerta, se asomó al despacho con cara de circunstancias. Susana le sonrió- dile a Muñoz que he autorizado una visita para Alvaro Aguilar… y que no proteste, porque juro que le arranco ese bigote vomitivo que tiene de una guantá.
El guardia se retiró sin contestarle y Cris la miró con una sonrisa divertida
- Joder Sue, mira que eres basta. Asi no te caso de ninguna de las maneras, eh?
- Déjame en paz señoritinga pesá…- contestó esta volviendo a enfrascarse a sus papeles- y dile a ese follamigo tuyo que tienes, que prepare la cartera.. porque mañana pienso cenar langosta.
Cris puso cara de sufrida, pero no dijo nada mas y salió del despacho con una sonrisa. Su amiga era todo un personaje. Quien la viera en su trabajo, cuando iba con la toga, jamás pensaría que tras aquella máscara de frialdad y de profesionalidad, se escondía la personalidad mas fresca y divertida que Cris hubiera conocido jamás.
Cuando Cris se fue del despacho, Susana cogió el papel que estaba encima de la mesa y lo abrió con curiosidad. Conocía a su amiga, y sabía que no se metía en aquellos berenjenales por nada. El primer nombre no le sonó… era una chica… una tal Laura no se que. Maldita caligrafia. Pero el segundo la dejó helada y por un momento se olvidó de respirar. No podía ser que el pasado volviera de aquella manera… no podía ser. Sabia que se habia ocupado de aquel caso… ahora lo recordaba. Pero jamás pensó que le salpicaría a ella. Se cogió las manos, soltando el papel, que le habían comenzado a temblar. Cogió el teléfono y lo volvió a colgar. Por un momento no supo que hacer. Ni siquiera podía pensar. Se echó hacia atrás en la silla y se tapó la cara con las manos. Su mente quiso volver al pasado… pero se negó. Se negaba rotundamente a que Ignacio Goñi volviera a entrar en su mente, en su vida, o lo que fuera que tuviera que ver con ella. No, no mas…. nunca mas.
Santi le alargó la tila a Bea mientras despedía a Nuri con una sonrisa. La nueva secretaria sonrió también, y tras mirar a Bea con expresión preocupada, se marchó hacia su mesa. Santi también miraba a su amiga con la misma expresión
- ¿Te sientes mejor?- le preguntó su amigo
Bea afirmó con la cabeza y bebió de su taza. Apenas un sorbo… pero agradeció el líquido caliente bajándole por la garganta, porque un frío helado se había instalado en su interior. Santi la instó a beber algo mas, y Bea lo hizo sin protestar.
- ¿Sabe Nacho que estás aquí?- volvió a preguntar Santi
- No…- dijo ella lentamente- de hecho, esta mañana temprano tuvimos una especie de discusión…- confesó
- ¿Hay problemas entre vosotros?-Santi parecía sorprendido
- No.. claro que no…- “ si, que no le amo como amo a….” . Bea meneó la cabeza sacándose esas palabras de la mente. Luchar contra ella era más fácil que hacerlo contra el corazón.. y aquella batalla ya la habia perdido demasiadas veces…- yo se que lo hace todo por mi… pero hay ocasiones en que no me gusta demasiado su forma de hacer las cosas…- dijo aliviada. Era la primera vez que decía aquello en voz alta… y se dio cuenta de lo mucho que lo habia necesitado
Santi no contestó. Se incorporó en la silla en la que estaba sentado y la miró con ternura
- ¿Qué pasó, Bea? ¿Qué pasó para que declararas en contra de Alvaro?
A Bea le tembló la mano mientras dejaba la taza encima de la mesa
- Es curioso..¿verdad? Cuando estuve detenida, a pesar de pensar que él me habia abandonado, jamás declaré en su contra… jamás le perjudiqué. Y después… mira que hice después…- dijo con amargura
- Bea…
Bea le hizo callar con un gesto y se levantó de nuevo para dirigirse hacia los ventanales. Santi la miró desde su silla, en silencio.. dejándola hablar
- Después de todas las batallas que le gané a Diego por Bulevar, él sabía muy bien que no me detendría cualquier cosa… o que yo no me dejaría chantajear asi como asi… - soltó una risita triste- asi que se encargó de agarrarme de la peor manera posible…. – miró a su amigo, con los ojos de nuevo llenos de lágrimas. Santi se retorció las manos, nervioso
- ¿ Qué te hizo? ¿Por qué no me lo contaste?
- Porque no quería que te salpicara.. y porque me atacó en dos frentes… primero con Nacho… luego… al ver que lo que le podía pasar a Nacho no me convencía para traicionar a Alvaro… cambió de táctica…- un sollozo se escapó de su garganta sin poderlo evitar- mi padre…
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