Alvaro apretó los puños cuando su corazón, ya marchito, se encogió ante la pregunta. La miró con fijeza, intentando controlarse, intentando no decirle lo que realmente necesitaba decirle… lo que realmente su alma se moría porque ella supiera. Se mordió los labios, y llevándose las manos a la cabeza, comenzó a reir… Una risa dolorida, marchita…. un fiel reflejo de lo muerto que se sentía por dentro.
- ¿Qué si te odio?- su risa se detuvo, de golpe. Como un golpe seco, como un trueno. Un trueno seguido por un silencio enloquecedor- es lo lógico, no? odiarte.. odiarte hasta que no me queden fuerzas… odiarte hasta que ni siquiera pueda respirar porque el sentimiento me ahoga…
Ella lloraba sin control, deseando rogarle que no le hablara asi… que volviera su Alvaro… el Alvaro que ella conocía, el Alvaro que había luchado por lo que quería.
- Alvaro…- susurró sin poder contenerse
- ¡¡No pronuncies mi nombre!!- le gritó él fuera de si. Se abalanzó sobre ella, haciendo que Bea retrocediera hasta chocarse contra la pared.
Alvaro estaba desencajado, muerto de dolor, deseando hacerle pagar el haberlo matado en vida, el haberle arrancado el alma. Pero no podía… no podía porque la amaba con una desesperación que lo dejaba sin aliento, sin fuerzas… sin vida. Golpeó la pared con fuerza, justo detrás de la cabeza de ella, consiguiendo que Bea gritara, asustada. Al escuchar su grito, Alvaro se apartó de ella, justo lo necesario para que Bea pudiera apartarse de él, y le mirara desde un distancia prudencial
- Por favor…- pidió ella entre lágrimas- escúchame…. déjame hablar contigo…
- ¡¿¿Y que me vas a contar??- le gritó él de nuevo, girándose hacia ella. Las lágrimas también rodaban por las mejillas de Alvaro, sin tregua, sin concesión- ¿mas mentiras? ¿mas mentiras para hundirme? ¿no tienes ya bastante con haberme mandado aquí 15 años? ¿Con haberme destrozado la vida?
- Yo… yo no quería…- dijo ella entrecortadamente
- ¿Qué no querías?¿Que es lo que no querías?¿Mentir?¿inventarte todo lo que te inventaste sobre mi?¿O sonreírle a tu novio perfecto triunfalmente cuando me condenaron como a un vulgar perro?- se volvió a acercar a ella rápidamente, sorprendiéndola, no dejando que se apartara y la cogió de los brazos- ¿Qué fue?¿Tu venganza?¿ Tu venganza contra un hombre ya hundido?¿O simplemente te divertiste un rato?
- Tenia… tenia miedo….- susurró ella sin poder mirarle a los ojos
- ¿Miedo?- Alvaro le apretó los brazos, odiándola por fin por un segundo- ¿miedo a que?¿ a fallarle a tu novio?¿ A que no se sintiera lo suficientemente orgulloso de ti?- al ver que ella seguía sin mirarle, su furia aumentó- ¿y yo qué? ¿Qué pasaba conmigo?¿con mi vida?¿que pasaba con todo lo que yo sentía, con todo lo que yo era?
- Alvaro…- susurró ella, suplicante
- ¿Qué pasó conmigo, Beatriz? ¿Qué pasó con todo lo que compartimos, con lo que representábamos?- la empujó, apartándola de él, odiando la sensación de soledad que lo invadió al alejarla de él- ¿qué pasó con lo mucho que yo te amaba?
Bea sintió como si una maza la golpeara en mitad del estómago y en mitad del corazón. Se llevó una mano a la cara, sintiendo como la bilis de su hígado le llegaba incluso a la garganta. Le miró, queriendo gritarle que no la mintiera… aunque se lo mereciera.. aunque fuese lo que él necesitara gritarle para resarcirse.
- Tu me dijiste…- le dijo con la voz mas serena que pudo- me dijiste que no me querías… que jamás lo habías hecho.. que solo era pena…- Bea se limpió las lágrimas que aún le rodaban por las mejillas- me dijiste que aquella carta.. aquella carta que escribiste…- no pudo continuar. Las lágrimas no la dejaban
Alvaro volvió a reir.- Vaya… la inteligente secretaria…. la gran directora adjunta… me crees cuando no tienes que hacerlo…siempre ha sido asi..¿verdad? ¿Y fue por eso que planeaste aquella farsa de juicio?¿o fue antes que lo decidiste con Nachito? Venga… dimelo… sorpréndeme una vez mas con tu mente privilegiada…
- No es lo que piensas, Alvaro… por favor…- volvió a pedir ella, aun sabiendo que no la escucharía- yo se que nunca me has querido… pero… yo….
Alvaro volvió a acercarse a ella en dos zancadas, pero esta vez, Bea no se apartó, sino que se apoyó contra la pared, intentando que la furia de él, ya para nada contenida, la golpeara. Alvaro apoyó las manos en la pared, a ambos lados de la cabeza de Bea, acercándose mas y mas a ella.
- ¿Qué no te he querido? Te he querido mas intensamente de lo que jamás llegará a quererte nadie en tu triste vida… mas inmensamente de lo que jamás puedes llegar a imaginar…- su tono de voz era bajo, intenso, lleno de dolor- amarte me mató en vida… me destruyó. Yo lo di todo por ti…¡todo! Volví para entregarme, le di las acciones a Diego para que retirara la denuncia… me inculpé de todo para que nada te salpicara….para que fueras libre… - cogió aire, mientras apretaba la mandibula- y renuncié a ti… renuncié porque no quería atarte a mi 20 años… 20 malditos años…- rió amargamente y se tapó el rostro con las manos, mientras las lágrimas sustituían la risa- ¿Y tu que hiciste? Mentir, engañar… reírte de mi….
- No.. no…- ella no podía creer todo lo que Alvaro le estaba contando.. no podía ser cierto..no…
- ¡ESCRIBI AQUELLA CARTA PENSANDO EN TI!!!- le gritó de nuevo- ¡Y tu me lo pagaste diciéndome que gracias a aquella carta te habías enamorado de Nacho!! ¿Y luego me preguntas si te odio?¿ si soy capaz de odiarte? ¡TE ODIO MALDITA! – golpeó de nuevo la pared tras ella, queriendo sentir dolor… mas dolor para que apagara el latido agónico de su corazón- ¡TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO!!!
El llanto de Bea arreció y cayó de rodillas, contra el suelo. Su llanto era desesperado, desgarrador y no podía hacer nada por controlarse. Las palabras de Alvaro, sus acusaciones la desgarraban por dentro hasta hacerla sangrar, hasta hacerla gritar de dolor en silencio. Alvaro cayó de rodillas frente a ella, con el alma partida en dos. No la tocó, ni se acercó…. No tenía tanto valor
- Hubiera hecho cualquier cosa por ser feliz contigo Bea, por hacerte feliz…¡Dios! cualquier cosa….- susurró él vencido- creía que me querías… que pasara lo que pasara siempre me amarías…que iluso fui..- las lágrimas volvieron a traicionarlo- en cuanto me di la vuelta, te fuiste con Nacho… Nacho el perfecto.. el gran abogado.. el que te sacaba de todos los apuros… ¿Por qué estar con un perdedor cuando se tiene al gran triunfador al lado?- se limpió las lágrimas con rabia y cerró los puños, hasta clavarse las uñas en las palmas, por no acariciarla, por no atraerla hacia él y abrazarla hasta perderse en ella.
- Yo te quería Alvaro…- dijo ella entre lágrimas- lo sabes… Te quise mas que a mi propia vida…
- ¿Si?- esta vez él se atrevió a tocarla… la cara, una simple caricia, casi como el roce de una mariposa- ¿me querías como ahora le quieres a él? ¿ me querías tanto, Bea?
Bea fue a contestarle. A decirle que no… que jamás querría a Nacho como le había querido a él. Pero Alvaro no le dejó. En un impulso, él la atrajo hacia si, con fuerza, y la besó
- ¿Qué si te odio?- su risa se detuvo, de golpe. Como un golpe seco, como un trueno. Un trueno seguido por un silencio enloquecedor- es lo lógico, no? odiarte.. odiarte hasta que no me queden fuerzas… odiarte hasta que ni siquiera pueda respirar porque el sentimiento me ahoga…
Ella lloraba sin control, deseando rogarle que no le hablara asi… que volviera su Alvaro… el Alvaro que ella conocía, el Alvaro que había luchado por lo que quería.
- Alvaro…- susurró sin poder contenerse
- ¡¡No pronuncies mi nombre!!- le gritó él fuera de si. Se abalanzó sobre ella, haciendo que Bea retrocediera hasta chocarse contra la pared.
Alvaro estaba desencajado, muerto de dolor, deseando hacerle pagar el haberlo matado en vida, el haberle arrancado el alma. Pero no podía… no podía porque la amaba con una desesperación que lo dejaba sin aliento, sin fuerzas… sin vida. Golpeó la pared con fuerza, justo detrás de la cabeza de ella, consiguiendo que Bea gritara, asustada. Al escuchar su grito, Alvaro se apartó de ella, justo lo necesario para que Bea pudiera apartarse de él, y le mirara desde un distancia prudencial
- Por favor…- pidió ella entre lágrimas- escúchame…. déjame hablar contigo…
- ¡¿¿Y que me vas a contar??- le gritó él de nuevo, girándose hacia ella. Las lágrimas también rodaban por las mejillas de Alvaro, sin tregua, sin concesión- ¿mas mentiras? ¿mas mentiras para hundirme? ¿no tienes ya bastante con haberme mandado aquí 15 años? ¿Con haberme destrozado la vida?
- Yo… yo no quería…- dijo ella entrecortadamente
- ¿Qué no querías?¿Que es lo que no querías?¿Mentir?¿inventarte todo lo que te inventaste sobre mi?¿O sonreírle a tu novio perfecto triunfalmente cuando me condenaron como a un vulgar perro?- se volvió a acercar a ella rápidamente, sorprendiéndola, no dejando que se apartara y la cogió de los brazos- ¿Qué fue?¿Tu venganza?¿ Tu venganza contra un hombre ya hundido?¿O simplemente te divertiste un rato?
- Tenia… tenia miedo….- susurró ella sin poder mirarle a los ojos
- ¿Miedo?- Alvaro le apretó los brazos, odiándola por fin por un segundo- ¿miedo a que?¿ a fallarle a tu novio?¿ A que no se sintiera lo suficientemente orgulloso de ti?- al ver que ella seguía sin mirarle, su furia aumentó- ¿y yo qué? ¿Qué pasaba conmigo?¿con mi vida?¿que pasaba con todo lo que yo sentía, con todo lo que yo era?
- Alvaro…- susurró ella, suplicante
- ¿Qué pasó conmigo, Beatriz? ¿Qué pasó con todo lo que compartimos, con lo que representábamos?- la empujó, apartándola de él, odiando la sensación de soledad que lo invadió al alejarla de él- ¿qué pasó con lo mucho que yo te amaba?
Bea sintió como si una maza la golpeara en mitad del estómago y en mitad del corazón. Se llevó una mano a la cara, sintiendo como la bilis de su hígado le llegaba incluso a la garganta. Le miró, queriendo gritarle que no la mintiera… aunque se lo mereciera.. aunque fuese lo que él necesitara gritarle para resarcirse.
- Tu me dijiste…- le dijo con la voz mas serena que pudo- me dijiste que no me querías… que jamás lo habías hecho.. que solo era pena…- Bea se limpió las lágrimas que aún le rodaban por las mejillas- me dijiste que aquella carta.. aquella carta que escribiste…- no pudo continuar. Las lágrimas no la dejaban
Alvaro volvió a reir.- Vaya… la inteligente secretaria…. la gran directora adjunta… me crees cuando no tienes que hacerlo…siempre ha sido asi..¿verdad? ¿Y fue por eso que planeaste aquella farsa de juicio?¿o fue antes que lo decidiste con Nachito? Venga… dimelo… sorpréndeme una vez mas con tu mente privilegiada…
- No es lo que piensas, Alvaro… por favor…- volvió a pedir ella, aun sabiendo que no la escucharía- yo se que nunca me has querido… pero… yo….
Alvaro volvió a acercarse a ella en dos zancadas, pero esta vez, Bea no se apartó, sino que se apoyó contra la pared, intentando que la furia de él, ya para nada contenida, la golpeara. Alvaro apoyó las manos en la pared, a ambos lados de la cabeza de Bea, acercándose mas y mas a ella.
- ¿Qué no te he querido? Te he querido mas intensamente de lo que jamás llegará a quererte nadie en tu triste vida… mas inmensamente de lo que jamás puedes llegar a imaginar…- su tono de voz era bajo, intenso, lleno de dolor- amarte me mató en vida… me destruyó. Yo lo di todo por ti…¡todo! Volví para entregarme, le di las acciones a Diego para que retirara la denuncia… me inculpé de todo para que nada te salpicara….para que fueras libre… - cogió aire, mientras apretaba la mandibula- y renuncié a ti… renuncié porque no quería atarte a mi 20 años… 20 malditos años…- rió amargamente y se tapó el rostro con las manos, mientras las lágrimas sustituían la risa- ¿Y tu que hiciste? Mentir, engañar… reírte de mi….
- No.. no…- ella no podía creer todo lo que Alvaro le estaba contando.. no podía ser cierto..no…
- ¡ESCRIBI AQUELLA CARTA PENSANDO EN TI!!!- le gritó de nuevo- ¡Y tu me lo pagaste diciéndome que gracias a aquella carta te habías enamorado de Nacho!! ¿Y luego me preguntas si te odio?¿ si soy capaz de odiarte? ¡TE ODIO MALDITA! – golpeó de nuevo la pared tras ella, queriendo sentir dolor… mas dolor para que apagara el latido agónico de su corazón- ¡TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO!!!
El llanto de Bea arreció y cayó de rodillas, contra el suelo. Su llanto era desesperado, desgarrador y no podía hacer nada por controlarse. Las palabras de Alvaro, sus acusaciones la desgarraban por dentro hasta hacerla sangrar, hasta hacerla gritar de dolor en silencio. Alvaro cayó de rodillas frente a ella, con el alma partida en dos. No la tocó, ni se acercó…. No tenía tanto valor
- Hubiera hecho cualquier cosa por ser feliz contigo Bea, por hacerte feliz…¡Dios! cualquier cosa….- susurró él vencido- creía que me querías… que pasara lo que pasara siempre me amarías…que iluso fui..- las lágrimas volvieron a traicionarlo- en cuanto me di la vuelta, te fuiste con Nacho… Nacho el perfecto.. el gran abogado.. el que te sacaba de todos los apuros… ¿Por qué estar con un perdedor cuando se tiene al gran triunfador al lado?- se limpió las lágrimas con rabia y cerró los puños, hasta clavarse las uñas en las palmas, por no acariciarla, por no atraerla hacia él y abrazarla hasta perderse en ella.
- Yo te quería Alvaro…- dijo ella entre lágrimas- lo sabes… Te quise mas que a mi propia vida…
- ¿Si?- esta vez él se atrevió a tocarla… la cara, una simple caricia, casi como el roce de una mariposa- ¿me querías como ahora le quieres a él? ¿ me querías tanto, Bea?
Bea fue a contestarle. A decirle que no… que jamás querría a Nacho como le había querido a él. Pero Alvaro no le dejó. En un impulso, él la atrajo hacia si, con fuerza, y la besó
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