- Jota está intentando recuperar el patrimonio de los Aguilar. Hay alguien desde la sombra que nos está ayudando… y ademas, ya sabes lo que insistí a Mercedes para que trabajara con él.
- Pero pensé que eso era para darle una oportunidad a ella…- Saymi no cabia en si del asombro
- No.. no fue por eso..- Francisco se levantó y se dirigió a la pequeña cocina que había tras ellos. Desde allí siguió hablando- cuando a ese muchacho, Jota, le… bueno… le echaron de Bulevar, él quería venganza, y no se como, ni quien, ni porque, le dejó una elevada suma de dinero para que hiciera realidad esa venganza.
- Eso ya lo se…- Saymi se giró en el sofá para verle mejor. Francisco estaba sirviéndose agua en un vaso- pero…¿Qué tienes que ver tú en todo esto?
- Cuando me enteré de todo, le llamé. Le ofrecí parte de lo que quedaba de mi patrimonio si me ayudaba a sacar a Diego de la revista y a recuperar Bulevar para los Aguilar. Me rechazó
- ¿Qué te rechazó?
- Si.. bueno, en parte. Me dijo que me ayudaba a cambio de nada. Que él quería hundir a Diego… y que me ayudaría a lo que fuese necesario…- bebió el agua del vaso y se volvió a dirigir hacia el sofá. Sonrió ante la expresión atónita de Saymi- pero las sorpresas no acabaron ahí…Tambien me dijo que su socia, la que le había dado el dinero… quería lo mismo que yo
- ¿Recuperar el patrimonio de los Aguilar? No entiendo nada… ¿y no sabes quien es esa socia?
- No..- se sentó a su lado- nunca me lo dijo. La socia anónima quiere sacar a Diego de Bulevar. Así que Jota me propuso trabajar para conseguirlo. Yo solo lo ayudo de vez en cuando… estoy demasiado mayor para estas guerras
- ¿Y lo de la opa fue idea tuya?
- Asi es… Bulevar está pasando un momento económico muy malo. El juicio de Alvaro hundió la imagen y la economía de la revista.. asi que creí que era el momento perfecto
- ¿Y Alvaro lo sabe?-Saymi ya comenzaba a entenderlo todo.. y se maravillaba de las ganas de luchar de Francisco… aunque fuera en la sombra
- No… él sigue pensando que le di la espalda y no quiero saber nada de él. Y creo que es mejor, por el momento, que lo siga pensando. Le he pedido a Jota que intente ayudarle. Estoy seguro de que podrán anular el juicio o pedir que se celebre otro…Aquello fue una pantomima
- Si, si que lo fue…- Saymi se levantó – vaya, cada día me sorprendes mas.. vengo yo a darte noticias.. y me encuentro que eres tu el que me das noticias a mi…
- Es la experiencia de un viejo..- rió Francisco- ¿ya te vas?
- Si, tengo cosas que hacer…- se acercó a darle otro beso- gracias padrino..
- A ti…vuelve pronto, por favor..
- Claro…
Saymi sonrió y se alejó hacia la puerta. Tras salir del apartamento, se apoyó en la pared, aun sin asimilar todo lo que Francisco le habia dicho. Él era su padrino… quien habia ayudado a su familia en todo desde que tenía uso de razón. Y hubiera hecho cualquier cosa por él…incluso enfrentarse a Diego como estaba haciendo. Pero jamás pensó que él se le adelantaría de aquella manera. No a ella, era obvio… pero si a Diego. Saymi sonrió y meneó la cabeza mientras caminaba hacia la salida.
Ella conocía el secreto de Diego y Francisco. Se habia enterado justo a los pocos días que Alvaro fuese liberado bajo fianza. Justo cuando Francisco mas temía por su patrimonio y todo lo que había detrás. Sabía que Diego no solo lo odiaba por todo lo que su pasado encerraba, sino por cosas que iban mas allá de la razón. Y su único objetivo era hundir a Alvaro en la mas absoluta de las desesperaciones… acabar con él. Destruirlo. Francisco ya no le aportaba nada.. era demasiado mayor.. pero Alvaro le ofrecía la oportunidad de desquitarse. Y tras el juicio, Saymi había sabido realmente hasta que punto podía llegar el odio de Diego.
Alvaro se sentó en uno de los pocos bancos que habían en el patio de la cárcel, y como era su costumbre, elevó el rostro hacia el sol y cerró los ojos para sentir su calor. Habia dormido poco aquella noche, pero en realidad, desde que habían vuelto a encerrarle en aquella prisión, no había vuelto a dormir bien. Notó a alguien a su lado y abrió los ojos. Sonrió al ver a su amigo
- ¿Dónde te habías metido?- le preguntó
- Pos marquesito… desayunando tio.. que parece que se ta olvidao que es eso…mira..- se metió la mano bajo la chaqueta y le tendió tres galletas- las he cogió pa ti…
Alvaro las cogió con la sonrisa mas amplia. Mordió una de ellas, mas por agradecimiento que por hambre
- Gracias Anguila..
- De nas…- se sentó a su lado- ¿sabes? Me ha dicho mi abogao que alomejor me consigue un grado de esos raros…
- ¿Un grado?
- Si.. de esos que puedes salir durante el dia, pero pasar las noches y los fines de semana aquí…- se dio una palmada en la pierna- eso sería dabuti tio… jodeeeer, podría ver a mi churri!
La cara de Alvaro se ensombreció. No por que no se alegrara por su amigo.. si no porque si se pasaba el dia fuera, él se sentiría muy solo. Sabía que era lo mejor para él, incluso para si mismo… porque acababan de reducirle la condena, y para cuando saliera definitivamente, a Alvaro aún le quedarían 13 años de estar allí. Suspiró imperceptiblemente
- Me alegro mucho,… a ver si es verdad y puedes salir aunque sea durante el dia…
- No te entristezcas marquesito… que tu sabes que siempre podrás contar conmigo…eh?
- Ya lo se..- Alvaro volvió a sonreir- asi te gastarás los 1000 euros del premio, eh?
- Hostiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!! Claro tio… algo bonito pa mi churri… ¿sabes que se ha puesto a trabajar en una empresa toa pija? Creo que es la misma empresa que me quiere contratar…
Alvaro no contestó y volvió a mirar hacia el sol, cerrando los ojos.
Tenía las galletas olvidadas en su mano, pero no le importó y el Anguila tampoco le dijo nada. Sentía ganas de gritar de frustración y de impotencia, pero se contuvo… como tantas veces, como tantas noches que acababa llorando de puro dolor. Por mucho que lo intentaba, no se resignaba a estar allí… a perderlo todo…. A perder la poca cordura que le quedaba.
Quería recuperar su vida, su revista, su casa, su padre, su patrimonio, todo lo que para él habia significado algo. Pensó en Cayetana, en Yuma, en Erica, en Mónica, en tantas y tantas que habían pasado por su vida. Incluso se acordó de ella…de ella que no era Bea, que jamás lo sería… en ningún sentido…pero que había sido como una suave brisa de primavera en un día caluroso. Abrió los ojos y miró al Anguila que se había levantado y hablaba con otro preso
- Anguila…
Su amigo se giró.- ¿Qué pasa, marquesito?
- ¿Es seguro lo de tu trabajo y tus salidas?
- Si, amos… no se… eso es lo que ma asegurao mi abogao
Alvaro volvió a cerrar los ojos. Una idea comenzaba a fraguarse en su mente.
Dríade entró en la oficina, con los ojos aún rojos por el llanto. Hacía escasos diez minutos que había dejado a su hermana y el corazón aún le latía con lentitud. No podía creerse todo lo que estaba pasando. Y no podía creerse que le estuviera sucediendo precisamente a ellas. Llegó a su mesa y se sentó casi por inercia, porque casi ni reparaba en lo que hacía, ni en lo que le rodeaba. Después de todo lo que su hermana y ella habían pasado, después de haber salido juntas adelante desde pequeñas, tras haberse quedado solas, no podía creerse que algo así pudiera separarlas. Dríade pensaba que se olvidaría de Diego y que podrían empezar de nuevo… pero estaba enamorada.. y ahora jamás podría olvidarse de nada que concerniera a Diego de la Vega.
Pero ella no se resignaba a perder a su hermana a pesar de las circunstancias. Porque era su hermana, porque era lo único que tenía en el mundo. Saldrían adelante, como antes, como siempre.. y ese niño sería el niño mas querido del mundo.
Suspiró y se quitó el abrigo, dejándolo junto con el bolso en el colgador y puso en marcha el ordenador. Estaba todavía enfrascada en sus pensamientos, cuando un chico se le acercó.
- Hola.. perdone.. ¿está Mercedes?- preguntó amablemente
Dríade levantó la cabeza, para decirle que fuera a Nuri a pedirle la visita, que era ella quien gestionaba esas cosas, cuando, al verle, se quedó pálida y se levantó de un salto. No acertó a pronunciar una palabra. Temblaba de pies a cabeza. El chico, al verla en aquel estado, se preocupó
- Perdone… ¿se encuentra bien?
Dríade trató de hablar.- ¿Al.. Alvaro?
- ¿Eh?- el chico pareció asombrado unos instantes, pero luego se echó a reir- ah, no, como de costumbre, debes de haberme confundido con mi primo…- le ofreció la mano- soy Alejandro García, hermano de Mercedes y primo de Alvaro Aguilar…
La secretaria no reaccionó de inmediato. Le cogió la mano y se la estrechó. Alejandro seguía riendo
- Menos mal que ya no me molestan las comparaciones. Creeme, cuando éramos pequeños, era una tortura, porque encima yo soy mayor que él y siempre me decían que él era mas guapo…
- Perdón, yo…- Dri se ruborizó
- No te preocupes…. – él sonrió y Dri se dio cuenta de que no eran exactamente iguales, que habían mas diferencias de lo que se apreciaba a primera vista- aunque me compensarías diciéndole a mi hermana que estoy aquí. Es importante
- Claro…- Dríade se volvió a sentar y descolgó el teléfono para avisar a Mercedes, mientras Alejandro miraba a su alrededor. Segundos mas tarde, su hermana salió por la puerta de su despacho
- ¡¡¡¡Alejandro!!!!- corrió hacia él y se tiró a sus brazos, abrazándolo con brazos y piernas
Alejandro se echó a reir mientras también la abrazaba.- ¡¡Que me matas!!- la hizo poner los pies en el suelo y la besó en la mejilla con un beso fuerte y sonoro- ¡ sigues tan loca como siempre!
- ¿Pero cuándo has vuelto?- le preguntó ella con la sonrisa de felicidad en la cara- ¿Por qué no me avisaste de que venias?
- Porque quería que fuese una sorpresa… - su hermano le cogió las manos y volvió a abrazarla- tenia muchas ganas de verte, hermanita.
- Yo también…- se separaron y ella le acarició la cara con cariño- me has hecho mucha falta… no sabes todo lo que ha pasado por aquí…
- Algo me contó mamá…- la sonrisa de Alejandro se esfumó- ¿Cómo está Alvaro?
- Pues no lo se… - Mercedes lo llevó hasta su despacho- tio Francisco no quiere que sepa todo lo que se está haciendo por él.. por Diego, ya sabes…pero ven, ven, vamos a mi despacho y te cuento todo..
Los dos hermanos se metieron en el despacho, dejando a Driade aún con el corazón encogido.
Cris entró en el despacho de Susana como una exhalación, y se encontró a su amiga sola, firmando documentos y dejándolos en un lado de la mesa. No levantó la vista cuando Cris cruzó la puerta
- Ya era hora…- murmuró
- ¿Qué pasa que me has llamado con tanta urgencia?
- ¿Con tanta urgencia?- Sue levantó la cabeza y la miró- nena, si has tardado mas de una hora en llegar cuando vives a menos de 5 minutos del juzgado
- No estaba en casa…- se excusó Cris dejando el abrigo sobre la mesa- ¿me has llamado para ver cuánto tardaba en llegar?
- No, te he llamado para que me trajeras el tanga de leopardo que te compraste para fin de año…
- Estas de coña…- Cris la miró como si viera colorines revolotear por encima de la cabeza de su amiga
- ¿De coña?¿De verdad crees que bromearía con mi ropa interior?
- Susana…- Cris la miró ya algo mosca
- Bueno, está bien..- se levantó de la silla y se acercó a su amiga, sentándose sobre la mesa- te tengo noticias..
- ¿Noticias?¿Qué?¿Algo de Álvaro?¿Algo de la nueva abogada?
- Eyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, joder con las impaciencias!!!!!- exclamó Susana- a mi no me estreses que te empapelo con algo, eh??
- No seas cansina Sue, y dime para que me has hecho venir
Su amiga volvió a levantarse.- Ya te he dicho que no seas impaciente…- cogió el teléfono y pulsó una tecla.- Pheebs, entrad, que ya está aquí..
Cris no entendía nada y se levantó dispuesta a encontrarse con cualquier cosa. Pero cuando se abrió la puerta, lo único que se encontró fue a la ayudante de su amiga, Pheebs, con dos chicas que la seguían.
- A Pheebs ya la conoces…- presentó Susana- y ellas son sus hermanas.. Ana- le sonrió- y Laura… la abogada que ha sido contratada para defender a Alvaro Aguilar…
- ¿¿¿QUE???- exclamaron Laura y Cris a la vez
- Pero pensé que eso era para darle una oportunidad a ella…- Saymi no cabia en si del asombro
- No.. no fue por eso..- Francisco se levantó y se dirigió a la pequeña cocina que había tras ellos. Desde allí siguió hablando- cuando a ese muchacho, Jota, le… bueno… le echaron de Bulevar, él quería venganza, y no se como, ni quien, ni porque, le dejó una elevada suma de dinero para que hiciera realidad esa venganza.
- Eso ya lo se…- Saymi se giró en el sofá para verle mejor. Francisco estaba sirviéndose agua en un vaso- pero…¿Qué tienes que ver tú en todo esto?
- Cuando me enteré de todo, le llamé. Le ofrecí parte de lo que quedaba de mi patrimonio si me ayudaba a sacar a Diego de la revista y a recuperar Bulevar para los Aguilar. Me rechazó
- ¿Qué te rechazó?
- Si.. bueno, en parte. Me dijo que me ayudaba a cambio de nada. Que él quería hundir a Diego… y que me ayudaría a lo que fuese necesario…- bebió el agua del vaso y se volvió a dirigir hacia el sofá. Sonrió ante la expresión atónita de Saymi- pero las sorpresas no acabaron ahí…Tambien me dijo que su socia, la que le había dado el dinero… quería lo mismo que yo
- ¿Recuperar el patrimonio de los Aguilar? No entiendo nada… ¿y no sabes quien es esa socia?
- No..- se sentó a su lado- nunca me lo dijo. La socia anónima quiere sacar a Diego de Bulevar. Así que Jota me propuso trabajar para conseguirlo. Yo solo lo ayudo de vez en cuando… estoy demasiado mayor para estas guerras
- ¿Y lo de la opa fue idea tuya?
- Asi es… Bulevar está pasando un momento económico muy malo. El juicio de Alvaro hundió la imagen y la economía de la revista.. asi que creí que era el momento perfecto
- ¿Y Alvaro lo sabe?-Saymi ya comenzaba a entenderlo todo.. y se maravillaba de las ganas de luchar de Francisco… aunque fuera en la sombra
- No… él sigue pensando que le di la espalda y no quiero saber nada de él. Y creo que es mejor, por el momento, que lo siga pensando. Le he pedido a Jota que intente ayudarle. Estoy seguro de que podrán anular el juicio o pedir que se celebre otro…Aquello fue una pantomima
- Si, si que lo fue…- Saymi se levantó – vaya, cada día me sorprendes mas.. vengo yo a darte noticias.. y me encuentro que eres tu el que me das noticias a mi…
- Es la experiencia de un viejo..- rió Francisco- ¿ya te vas?
- Si, tengo cosas que hacer…- se acercó a darle otro beso- gracias padrino..
- A ti…vuelve pronto, por favor..
- Claro…
Saymi sonrió y se alejó hacia la puerta. Tras salir del apartamento, se apoyó en la pared, aun sin asimilar todo lo que Francisco le habia dicho. Él era su padrino… quien habia ayudado a su familia en todo desde que tenía uso de razón. Y hubiera hecho cualquier cosa por él…incluso enfrentarse a Diego como estaba haciendo. Pero jamás pensó que él se le adelantaría de aquella manera. No a ella, era obvio… pero si a Diego. Saymi sonrió y meneó la cabeza mientras caminaba hacia la salida.
Ella conocía el secreto de Diego y Francisco. Se habia enterado justo a los pocos días que Alvaro fuese liberado bajo fianza. Justo cuando Francisco mas temía por su patrimonio y todo lo que había detrás. Sabía que Diego no solo lo odiaba por todo lo que su pasado encerraba, sino por cosas que iban mas allá de la razón. Y su único objetivo era hundir a Alvaro en la mas absoluta de las desesperaciones… acabar con él. Destruirlo. Francisco ya no le aportaba nada.. era demasiado mayor.. pero Alvaro le ofrecía la oportunidad de desquitarse. Y tras el juicio, Saymi había sabido realmente hasta que punto podía llegar el odio de Diego.
Alvaro se sentó en uno de los pocos bancos que habían en el patio de la cárcel, y como era su costumbre, elevó el rostro hacia el sol y cerró los ojos para sentir su calor. Habia dormido poco aquella noche, pero en realidad, desde que habían vuelto a encerrarle en aquella prisión, no había vuelto a dormir bien. Notó a alguien a su lado y abrió los ojos. Sonrió al ver a su amigo
- ¿Dónde te habías metido?- le preguntó
- Pos marquesito… desayunando tio.. que parece que se ta olvidao que es eso…mira..- se metió la mano bajo la chaqueta y le tendió tres galletas- las he cogió pa ti…
Alvaro las cogió con la sonrisa mas amplia. Mordió una de ellas, mas por agradecimiento que por hambre
- Gracias Anguila..
- De nas…- se sentó a su lado- ¿sabes? Me ha dicho mi abogao que alomejor me consigue un grado de esos raros…
- ¿Un grado?
- Si.. de esos que puedes salir durante el dia, pero pasar las noches y los fines de semana aquí…- se dio una palmada en la pierna- eso sería dabuti tio… jodeeeer, podría ver a mi churri!
La cara de Alvaro se ensombreció. No por que no se alegrara por su amigo.. si no porque si se pasaba el dia fuera, él se sentiría muy solo. Sabía que era lo mejor para él, incluso para si mismo… porque acababan de reducirle la condena, y para cuando saliera definitivamente, a Alvaro aún le quedarían 13 años de estar allí. Suspiró imperceptiblemente
- Me alegro mucho,… a ver si es verdad y puedes salir aunque sea durante el dia…
- No te entristezcas marquesito… que tu sabes que siempre podrás contar conmigo…eh?
- Ya lo se..- Alvaro volvió a sonreir- asi te gastarás los 1000 euros del premio, eh?
- Hostiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!! Claro tio… algo bonito pa mi churri… ¿sabes que se ha puesto a trabajar en una empresa toa pija? Creo que es la misma empresa que me quiere contratar…
Alvaro no contestó y volvió a mirar hacia el sol, cerrando los ojos.
Tenía las galletas olvidadas en su mano, pero no le importó y el Anguila tampoco le dijo nada. Sentía ganas de gritar de frustración y de impotencia, pero se contuvo… como tantas veces, como tantas noches que acababa llorando de puro dolor. Por mucho que lo intentaba, no se resignaba a estar allí… a perderlo todo…. A perder la poca cordura que le quedaba.
Quería recuperar su vida, su revista, su casa, su padre, su patrimonio, todo lo que para él habia significado algo. Pensó en Cayetana, en Yuma, en Erica, en Mónica, en tantas y tantas que habían pasado por su vida. Incluso se acordó de ella…de ella que no era Bea, que jamás lo sería… en ningún sentido…pero que había sido como una suave brisa de primavera en un día caluroso. Abrió los ojos y miró al Anguila que se había levantado y hablaba con otro preso
- Anguila…
Su amigo se giró.- ¿Qué pasa, marquesito?
- ¿Es seguro lo de tu trabajo y tus salidas?
- Si, amos… no se… eso es lo que ma asegurao mi abogao
Alvaro volvió a cerrar los ojos. Una idea comenzaba a fraguarse en su mente.
Dríade entró en la oficina, con los ojos aún rojos por el llanto. Hacía escasos diez minutos que había dejado a su hermana y el corazón aún le latía con lentitud. No podía creerse todo lo que estaba pasando. Y no podía creerse que le estuviera sucediendo precisamente a ellas. Llegó a su mesa y se sentó casi por inercia, porque casi ni reparaba en lo que hacía, ni en lo que le rodeaba. Después de todo lo que su hermana y ella habían pasado, después de haber salido juntas adelante desde pequeñas, tras haberse quedado solas, no podía creerse que algo así pudiera separarlas. Dríade pensaba que se olvidaría de Diego y que podrían empezar de nuevo… pero estaba enamorada.. y ahora jamás podría olvidarse de nada que concerniera a Diego de la Vega.
Pero ella no se resignaba a perder a su hermana a pesar de las circunstancias. Porque era su hermana, porque era lo único que tenía en el mundo. Saldrían adelante, como antes, como siempre.. y ese niño sería el niño mas querido del mundo.
Suspiró y se quitó el abrigo, dejándolo junto con el bolso en el colgador y puso en marcha el ordenador. Estaba todavía enfrascada en sus pensamientos, cuando un chico se le acercó.
- Hola.. perdone.. ¿está Mercedes?- preguntó amablemente
Dríade levantó la cabeza, para decirle que fuera a Nuri a pedirle la visita, que era ella quien gestionaba esas cosas, cuando, al verle, se quedó pálida y se levantó de un salto. No acertó a pronunciar una palabra. Temblaba de pies a cabeza. El chico, al verla en aquel estado, se preocupó
- Perdone… ¿se encuentra bien?
Dríade trató de hablar.- ¿Al.. Alvaro?
- ¿Eh?- el chico pareció asombrado unos instantes, pero luego se echó a reir- ah, no, como de costumbre, debes de haberme confundido con mi primo…- le ofreció la mano- soy Alejandro García, hermano de Mercedes y primo de Alvaro Aguilar…
La secretaria no reaccionó de inmediato. Le cogió la mano y se la estrechó. Alejandro seguía riendo
- Menos mal que ya no me molestan las comparaciones. Creeme, cuando éramos pequeños, era una tortura, porque encima yo soy mayor que él y siempre me decían que él era mas guapo…
- Perdón, yo…- Dri se ruborizó
- No te preocupes…. – él sonrió y Dri se dio cuenta de que no eran exactamente iguales, que habían mas diferencias de lo que se apreciaba a primera vista- aunque me compensarías diciéndole a mi hermana que estoy aquí. Es importante
- Claro…- Dríade se volvió a sentar y descolgó el teléfono para avisar a Mercedes, mientras Alejandro miraba a su alrededor. Segundos mas tarde, su hermana salió por la puerta de su despacho
- ¡¡¡¡Alejandro!!!!- corrió hacia él y se tiró a sus brazos, abrazándolo con brazos y piernas
Alejandro se echó a reir mientras también la abrazaba.- ¡¡Que me matas!!- la hizo poner los pies en el suelo y la besó en la mejilla con un beso fuerte y sonoro- ¡ sigues tan loca como siempre!
- ¿Pero cuándo has vuelto?- le preguntó ella con la sonrisa de felicidad en la cara- ¿Por qué no me avisaste de que venias?
- Porque quería que fuese una sorpresa… - su hermano le cogió las manos y volvió a abrazarla- tenia muchas ganas de verte, hermanita.
- Yo también…- se separaron y ella le acarició la cara con cariño- me has hecho mucha falta… no sabes todo lo que ha pasado por aquí…
- Algo me contó mamá…- la sonrisa de Alejandro se esfumó- ¿Cómo está Alvaro?
- Pues no lo se… - Mercedes lo llevó hasta su despacho- tio Francisco no quiere que sepa todo lo que se está haciendo por él.. por Diego, ya sabes…pero ven, ven, vamos a mi despacho y te cuento todo..
Los dos hermanos se metieron en el despacho, dejando a Driade aún con el corazón encogido.
Cris entró en el despacho de Susana como una exhalación, y se encontró a su amiga sola, firmando documentos y dejándolos en un lado de la mesa. No levantó la vista cuando Cris cruzó la puerta
- Ya era hora…- murmuró
- ¿Qué pasa que me has llamado con tanta urgencia?
- ¿Con tanta urgencia?- Sue levantó la cabeza y la miró- nena, si has tardado mas de una hora en llegar cuando vives a menos de 5 minutos del juzgado
- No estaba en casa…- se excusó Cris dejando el abrigo sobre la mesa- ¿me has llamado para ver cuánto tardaba en llegar?
- No, te he llamado para que me trajeras el tanga de leopardo que te compraste para fin de año…
- Estas de coña…- Cris la miró como si viera colorines revolotear por encima de la cabeza de su amiga
- ¿De coña?¿De verdad crees que bromearía con mi ropa interior?
- Susana…- Cris la miró ya algo mosca
- Bueno, está bien..- se levantó de la silla y se acercó a su amiga, sentándose sobre la mesa- te tengo noticias..
- ¿Noticias?¿Qué?¿Algo de Álvaro?¿Algo de la nueva abogada?
- Eyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, joder con las impaciencias!!!!!- exclamó Susana- a mi no me estreses que te empapelo con algo, eh??
- No seas cansina Sue, y dime para que me has hecho venir
Su amiga volvió a levantarse.- Ya te he dicho que no seas impaciente…- cogió el teléfono y pulsó una tecla.- Pheebs, entrad, que ya está aquí..
Cris no entendía nada y se levantó dispuesta a encontrarse con cualquier cosa. Pero cuando se abrió la puerta, lo único que se encontró fue a la ayudante de su amiga, Pheebs, con dos chicas que la seguían.
- A Pheebs ya la conoces…- presentó Susana- y ellas son sus hermanas.. Ana- le sonrió- y Laura… la abogada que ha sido contratada para defender a Alvaro Aguilar…
- ¿¿¿QUE???- exclamaron Laura y Cris a la vez
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