- ¿Van a reabrir el caso?- Bea no quiso andarse por las ramas. Ya habia cometido demasiados errores en su vida. Y sabia que aquella mujer no le dejaría cometer ninguno mas.
- ¿Porqué?- Susana sonrió cínicamente- ¿quiere volver a declarar en el juicio?
- Quiero contar la verdad.- Bea no se inmutó. No podía. No debía
- ¿La verdad?¿Cual verdad?¿La suya?
- Se está tomando muchas atribuciones para no conocer a Alvaro, no?
- Me tomo atribuciones a la justicia, señorita Pérez- le dijo Susana acercándose a la cama. Su mirada era peligrosa- me gusta la honradez, me gusta la verdad… y todos, hasta el último mono de los juzgados de esta ciudad, sabemos que aquel juicio fue un circo.. y que usted fue la estrella de la función.
Bea se encogió ante la acusación directa. Aquel juicio los habia destruido tanto a ella como a Alvaro. Y la verdad, sobretodo aquella verdad, la desgarraba por dentro.
- Usted no conoce mis razones- dijo con voz temblorosa sin poder evitarlo- no tiene derecho a juzgarme
- Es que juzgar es mi trabajo, señorita Pérez. Juzgar y asegurar parte de la justicia de este país. Y ese hombre está condenado a 15 años injustamente.
- Ya le he dicho que quiero contar la verdad- Bea habia comenzado a temblar.
- ¿Ahora quiere contar la verdad?- la siguió atacando Susana- ¿ahora cuando ha visto que ha destrozado una vida y ya es demasiado tarde?
- ¡¡NO ME HABLE DE DESTROZAR VIDAS!!¡YO YA SE LO QUE HICE Y NO ME SIENTO ORGULLOSA DE ELLO!- gritó. Habia comenzado a llorar, en silencio, con gruesos lagrimones deslizándose por sus mejillas- destrocé mi vida y la de él… Y daría todo lo que tengo y lo que soy por estar en su lugar y devolverle la vida… su vida.
- ¿Me está diciendo que estaría dispuesta a declararse culpable con tal de que se revisase su caso y Alvaro saliera libre?
La mirada de Bea fue directa, nítida y de frente.- Si
La admiración apareció en la mirada de Susana por unos segundos, pero la supo esconder a tiempo. El silencio se abatió sobre ellas como un manto. Un manto de culpabilidad, de dolor y de agonía contenida. Y todos los sentimientos provenían de Bea… ahogándola.
- No vamos a sacrificar una vida por otra- susurró Susana cambiando radicalmente el tono de su voz- lo que tenemos que hacer es recuperar la que ya hemos perdido…
- Solo digame lo que tengo que hacer y lo haré.
Susana sonrió levemente sin poderlo evitar
- Eso no me corresponde a mi, si no a sus abogadas. Si de verdad quiere trabajar con ella y colaborar, yo misma la puedo poner en contacto. Pero no le aseguro lo que pueda salir de ahí…
- Eso no me importa. Yo sólo quiero ayudar a Alvaro.
- Entonces…- dijo Susana tras una pausa- ¿me está diciendo que Alvaro Aguilar es inocente?
- No.. Alvaro es tan culpable como yo. Los dos estuvimos juntos en el alzamiento de bienes. Él se entregó por mi. Y eso es tan injusto como que yo haya quedado libre y sin cargos.
- ¿Y por eso quiere ayudarle, señorita Pérez? ¿Por qué se siente en deuda con él?
Bea pudo haberle contestado que aquello no era de su incumbencia. Pero ya no le importaba nada… tenia el alma y las manos vacías. Hacia ya mucho que no tenia nada que perder.
- No- dijo con voz tranquila- lo hago porque es lo justo… y…- se detuvo
- ¿Y…? – intentó ayudarla la juez
- Y porque le amo
Susana pareció satisfecha con la respuesta, pero no dijo nada. Se limitó a asentir con la cabeza y abrió su bolso de donde extrajo una tarjeta. Se la tendió a Bea.
- Esta es mi tarjeta. Llamame cuando te sientas preparada…
Bea fue a contestarle cuando se abrió la puerta de golpe y apareció Nacho.
- Bea.. cariño..¿Cómo….?- se detuvo en la puerta al ver a Susana. La expresión de Nacho pasó de la sorpresa, a la alegría durante segundos, y por último al cinismo. Susana se puso visiblemente nerviosa al verle y quiso llegar a la puerta con rapidez para salir de la habitación. Nacho la dejó pasar con una sonrisa de deleite, ante la mirada atónita de Beatriz
- Cariño… ¿me disculpas un momento…?- le dijo Nacho saliendo de la habitación tras Susana, sin que Bea pudiera responderle.
Susana habia llegado al ascensor casi a la carrera, pero Nacho no tardó en alcanzarla.
- ¿Te pensabas ir sin despedirte de mi..?- le dijo cerrándole el paso con el cuerpo
martes, 10 de junio de 2008
Capítulo 28
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario