Laura la miró, aún mas asombrada.- ¿Un vis a vis?
Bea no se amedrentó.- Si, se que la petición es inusual.. que no soy su pareja, que no soy nada… pero necesito verle, hablar con él…lo necesito.
- Bueno.. no se…
- Por favor, ayúdeme- casi suplicó la antigua secretaria- necesito cerrar ese capitulo de mi vida.. y no podré hacerlo hasta que no le haya visto..- era mentira. Lo sabía. Pero no quería confiar en nadie.. ya no.
- Verá…- Laura decidió ser sincera- hay otra persona que se está ocupando de su defensa. Aún no tengo muy claro si yo me haré con el caso del señor Aguilar..
- Pero Nacho…- empezó Bea sorprendida
- Si.. se lo que le ha dicho Nacho- suspiró- mire, no le prometo nada. Mi hermana trabaja para un juez… déjeme que hable con ella
Bea sonrió. Laura le dijo adiós y se giró para marcharse. Bea volvió a llamarla, y ella se giró
- No le diga nada a Nacho… por favor..
- Claro.. no se preocupe…- “ya me lo imaginaba”pensó Laura para si
- Y tampoco le diga a Alvaro quien le quiere ver…- esta vez, la tristeza se reflejó en el rostro de Bea, hasta hacer que el corazón de Laura se encogiera- si se lo dice, se negará…
Laura quiso preguntarle muchas cosas, pero se contuvo. Sonrió para darle ánimos
- No se preocupe… a ver que hacemos…¿vale?
- Vale…- Bea intentó sonreir, pero solo le salió una mueca. Se fue a girar para marcharse, pero al último momento se arrepintió y la volvió a mirar- gracias…- susurró
- Aún no me las des…- Laura asintió con la cabeza y dejó sola a Bea en la recepción.
Bea se quedó un momento inmóvil intentando asimilar lo que se habia atrevido a hacer. No sabía si llegado el momento se atrevería a ponerse frente a él. Sabia que la odiaba, que todo el amor que alguna vez podía haber sentido por ella, se había destruido hasta quedar convertido en cenizas…. Cenizas que a ella le manchaban el alma y el corazón. Pero necesitaba hablarle, verle… saber que aún a pesar de todo, él seguía hacia delante. Que seguía un camino que ella ya no podría recorrer, que ella ya ni siquiera podría contemplar.
Estaba dispuesta a soportar sus palabras de rencor, sus palabras de odio… a creerse que él ya no sentía nada bueno por ella… a creerse que jamás lo volvería a sentir. Lo que no estaba segura de estar preparada era soportar sus miradas de desprecio… o el rechazo directo que sabía se merecía. Su corazón se contrajo sólo de pensarlo, y se sintió morir… por haberle traicionado.. por traicionar a Nacho, incluso por traicionarse a si misma. Porque su corazón aún lloraba su recuerdo.. y su alma aún gritaba su nombre. Daba igual lo que hiciera, lo que intentara… que nada conseguiría arrancárselo de dentro.
Verle iba a ser duro. Lo sabía. Pero al menos él sabría que ella se arrepentía de cada palabra formulada en el juicio… de cada segundo que ella pasó en aquel estrado. No la creería… seguramente no lo haría. Pero debía intentarlo.. aunque fuese lo último que le dijera en la vida.
Pasó la noche y Madrid amaneció nublado. Dríade llegó a la cafetería de siempre, dónde desayunaba cada mañana y se sentó en la mesa del fondo, la que mas le gustaba. Abrió el periódico que había comprado minutos antes y se puso a leerlo tras pedirle un café a la camarera.
- Buenos días Dri..- la voz de su hermana Marie hizo que levantara la vista. La miró asombrada
- Marie… que sorpresa…- hizo amago de levantarse, pero Marie le hizo un gesto para que no lo hiciera
- ¿Puedo?- fue ella, la que por el contrario, le pidió permiso para sentarse
- Claro…- Dríade apartó el periódico, doblándolo, mientras la camarera le acercaba el café que había pedido- ¿quieres algo…?- le ofreció a su hermana, a lo que Marie rechazó con un gesto
- Sólo quería verte y saber como estabas…- empezó Marie- la verdad es que llevaba meses sin verte..
- Desde el juicio de Alvaro Aguilar…- susurró Dri mientras daba vueltas al café con una cucharilla
- Si… creo que ese juicio destrozó la vida de demasiadas personas…- murmuró su hermana
Dríade la miró con tristeza.- Ese fue el comienzo de lo que ahora tenemos…- al ver que Marie iba a hablar, la interrumpió- sabes que te quiero mucho… dios! Eres mi hermana…la única familia que me queda…pero…
- No me entiendes…- acabó Marie la frase
Su hermana suspiró.- Sabes que si… que si te entiendo… te entiendo mejor que nadie. Pero si yo supe renunciar, tú también deberías hacerlo..
- No lo entiendes… - insistió Marie- si él te diera lo que Diego me da a mi… si te abrazara, si te hiciera sentir..
- Pero no lo hace..- las palabras de Dri sonaron amargas, dolidas- y jamás lo hará. Al menos prefiero saber a que me enfrento y no sufrir mas. Diego no tiene corazón y te utilizará… lo hará hasta que a él le parezca conveniente…
- ¡No! ¡Te equivocas!- le defendió la secretaria- Diego tiene un pasado… un pasado que le hace ser como es.. pero conmigo es diferente…es como si perdiera el control sobre su coraza…
- No me interesa, Marie..- dijo Dríade, dura. Le dolía ver a su hermana tan engañada
- Él cuenta como si nuestra relación hace solo semanas que empezó..como si se protegiera de mi, de lo que siente…, no se acuerda de que la primera vez que estuvimos juntos fue..
- Marie, por favor…- Dri se levantó- no sigas… no quiero escuchar nada mas..
Dríade fue a marcharse, pero Marie la detuvo.- Dri, por favor… necesito que..
- ¡No!- casi le gritó su hermana- ¿Es que no ves que…?
- Estoy embarazada- soltó Marie de golpe- y no sé que hacer…
Susana llegó a su despacho a primera hora y tras haberle pedido un café y un sándwich a la becaria del juzgado, se encerró en él. Dos minutos mas tarde de que hubiera cerrado la puerta, ésta se volvió a abrir y Pheebs, su ayudante, entró por ella
- ¡Buenos días, cosi!- la saludó alegremente
- Serán para ti…- contestó Sue mientras se acababa de quitar el abrigo y se sentaba
- ¿Qué te pasa?- Pheebs se sentó frente a ella- ¿y esa cara?
- Con la que nací…- dijo con una mueca- mira que he intentado cambiármela… pero la cirugía estética no me convence…demasiados cortes y bisturís
- Vaya.. al menos veo que no has perdido tu humor cínico de siempre…¿Qué pasa?¿ Una mala noche?
- Bueno.. si pasarte la noche viendo reposiciones de Verano Azul y acabar con una vieja película de Lina Morgan es pasar una mala noche… pues si, la he pasado…- se echó hacia atrás y miró a su ayudante y amiga- pero si he de serte sincera, me he reido bastante…
- ¿Y que es lo que te ha mantenido despierta?- preguntó Pheebs entre risas
- Mejor no preguntes…- su tono era cortante esta vez, y Pheebs sabía cuando dejar de preguntar.
- Y bueno…¿Qué te trae hoy por aquí? Creía que hoy también pasarías por prisión…
- Vino Cris a verme… está metida en el caso de Alvaro Aguilar- contestó Susana- y me ha pedido ayuda
- ¿El caso de Álvaro Aguilar?- Pheebs la miró sorprendida- ¡madre mia! ¿El timojuicio?- se mordió un labio, indecisa- pero eso…
Susana notó su indecisión.- ¿Qué pasa?¿Tan raro te resulta?
- No… es que… - se irguió en la silla y se apoyó en la mesa- mira Sue.. todo esto es muy raro. A mi hermana, la abogada, también le han ofrecido la defensa del tal Alvaro Aguilar..
Susana la miró con la boca abierta, y luego la cerró. Las piezas, como si de un puzzle se tratara, comenzaron a encajar.
- Tu hermana se llamaba Laura…¿verdad?
Ante el asentimiento de su ayudante, las piezas encajaron aún mas. Ella habia estudiado con Laura en la facultad junto a él.. hasta que la perdió de vista cuando ella se fue a vivir fuera de la ciudad. No había caído en su apellido, ni en el nombre… ni en el nada. Desde que había leído la nota que Cris le dejó, no había sido capaz de fijarse en nada… ni en nadie. Apretó los dientes durante un instante, y luego soltó el aire retenido. Se levantó y empezó a pasearse por el despacho
- Menudo follón…- dijo Pheebs
- Cris sabe lo de tu hermana..- le contestó Susana- y quería que la frenara. No se quien ha contratado a tu hermana, pero creo que esto no podemos dejarlo asi.
- Yo tampoco lo se..- Pheebs se levantó también, pero se volvió a sentar en la mesa, mientras la contemplaba pasearse- Laura ha sido muy reservada con ese tema. Ni siquiera, Ana, mi hermana la cotilla, ha conseguido sacarle una palabra
Susana la miró y puso los brazos en jarras.- Llama a tu hermana.. yo llamaré a Cris. Esto solo se soluciona de una manera… juntándolas.
Pheebs se levantó de un salto y salió de su despacho, hacia su mesa y el teléfono.
Saymi picó al timbre del apartamento de Alvaro y esperó con paciencia. Eran las 9 de la mañana y sabía que Francisco ya estaría despierto. A pesar de su enfermedad, aquel hombre era de costumbres fijas, y madrugar era una de ellas. Aún no sabía como explicarle todo lo que estaba ocurriendo en Bulevar y con Diego. No sabía cómo decirle que Jota, el antiguo mensajero de la revista, era ahora rico, y había lanzado una opa para comprar la empresa que tanto esfuerzo le habia costado crear junto a Julio de la Vega. Llevaba mucho tiempo sin explicarle nada, porque no sabia como hacerlo. Pero sabía que habia llegado el momento de hacerlo.. sobretodo porque Diego quería aquella cantidad de dinero de Francisco, y Saymi adivinaba que apelaría al sentimiento de culpabilidad de este.
Minutos mas tarde, Francisco abrió la puerta en bata
- Hola Saymi, hija, que agradable sorpresa…
- Hola Francisco…- Saymi le besó en la mejilla y le sonrió- tienes un aspecto increíble…- dijo cuando el padre de Alvaro la invitó a pasar
- Gracias hija.. tu siempre tan amable como siempre…- se acercaron al sofá y se sentaron- ¿quieres un café o algo?
- No Francisco.. no te molestes..- le agradeció ella
- Bueno… ¿cómo va todo?- preguntó directamente
- Bueno..un poco… ya sabes. Lidiar con Diego no es nada fácil- empezó Saymi
- Hija, estoy algo preocupado con eso.. si te descubre…
- No me descubrirá, Francisco, no te preocupes..- le interrumpió ella- está demasiado ocupado mirándose el ombligo como para darse cuenta de muchas cosas que pasan alrededor suyo.
- Menos mal Saymi… menos mal. Pero esto no me tiene tranquilo…
- Ya lo se… pero se cuidarme..- sonrió y le cogió de las manos- ¿te acuerdas de Jota, el mensajero?
- Si, claro…¿Qué pasa con él?
- Tiene una empresa, una empresa a la que ha llamado J&S International y que se dedica al mercado editorial.
- ¿Y que me quieres decir con eso?- Francisco la miró algo preocupado ya
Saymi lo miró con gravedad. La noticia no era la mejor del mundo, pero tampoco era desesperanzadora. Era cuestión del cristal con el que se mirara
- Que ha lanzado una opa sobre Bulevar… quiere comprar la empresa..
De todas las reacciones que Saymi hubiera esperado, esta era la que ni de lejos, hubiera dicho que sería. Francisco sonrió
- ¿Me he perdido algo?- preguntó Saymi extrañada
- Ya lo sabía…- respondió Francisco sin perder la sonrisa
- ¿Qué ya lo sabías?? Si, definitivamente me he perdido…
- Le dije yo que lo hiciera…
- ¿¿¿Perdón???- Saymi ahora ya tenía los ojos abiertos como platos
Bea no se amedrentó.- Si, se que la petición es inusual.. que no soy su pareja, que no soy nada… pero necesito verle, hablar con él…lo necesito.
- Bueno.. no se…
- Por favor, ayúdeme- casi suplicó la antigua secretaria- necesito cerrar ese capitulo de mi vida.. y no podré hacerlo hasta que no le haya visto..- era mentira. Lo sabía. Pero no quería confiar en nadie.. ya no.
- Verá…- Laura decidió ser sincera- hay otra persona que se está ocupando de su defensa. Aún no tengo muy claro si yo me haré con el caso del señor Aguilar..
- Pero Nacho…- empezó Bea sorprendida
- Si.. se lo que le ha dicho Nacho- suspiró- mire, no le prometo nada. Mi hermana trabaja para un juez… déjeme que hable con ella
Bea sonrió. Laura le dijo adiós y se giró para marcharse. Bea volvió a llamarla, y ella se giró
- No le diga nada a Nacho… por favor..
- Claro.. no se preocupe…- “ya me lo imaginaba”pensó Laura para si
- Y tampoco le diga a Alvaro quien le quiere ver…- esta vez, la tristeza se reflejó en el rostro de Bea, hasta hacer que el corazón de Laura se encogiera- si se lo dice, se negará…
Laura quiso preguntarle muchas cosas, pero se contuvo. Sonrió para darle ánimos
- No se preocupe… a ver que hacemos…¿vale?
- Vale…- Bea intentó sonreir, pero solo le salió una mueca. Se fue a girar para marcharse, pero al último momento se arrepintió y la volvió a mirar- gracias…- susurró
- Aún no me las des…- Laura asintió con la cabeza y dejó sola a Bea en la recepción.
Bea se quedó un momento inmóvil intentando asimilar lo que se habia atrevido a hacer. No sabía si llegado el momento se atrevería a ponerse frente a él. Sabia que la odiaba, que todo el amor que alguna vez podía haber sentido por ella, se había destruido hasta quedar convertido en cenizas…. Cenizas que a ella le manchaban el alma y el corazón. Pero necesitaba hablarle, verle… saber que aún a pesar de todo, él seguía hacia delante. Que seguía un camino que ella ya no podría recorrer, que ella ya ni siquiera podría contemplar.
Estaba dispuesta a soportar sus palabras de rencor, sus palabras de odio… a creerse que él ya no sentía nada bueno por ella… a creerse que jamás lo volvería a sentir. Lo que no estaba segura de estar preparada era soportar sus miradas de desprecio… o el rechazo directo que sabía se merecía. Su corazón se contrajo sólo de pensarlo, y se sintió morir… por haberle traicionado.. por traicionar a Nacho, incluso por traicionarse a si misma. Porque su corazón aún lloraba su recuerdo.. y su alma aún gritaba su nombre. Daba igual lo que hiciera, lo que intentara… que nada conseguiría arrancárselo de dentro.
Verle iba a ser duro. Lo sabía. Pero al menos él sabría que ella se arrepentía de cada palabra formulada en el juicio… de cada segundo que ella pasó en aquel estrado. No la creería… seguramente no lo haría. Pero debía intentarlo.. aunque fuese lo último que le dijera en la vida.
Pasó la noche y Madrid amaneció nublado. Dríade llegó a la cafetería de siempre, dónde desayunaba cada mañana y se sentó en la mesa del fondo, la que mas le gustaba. Abrió el periódico que había comprado minutos antes y se puso a leerlo tras pedirle un café a la camarera.
- Buenos días Dri..- la voz de su hermana Marie hizo que levantara la vista. La miró asombrada
- Marie… que sorpresa…- hizo amago de levantarse, pero Marie le hizo un gesto para que no lo hiciera
- ¿Puedo?- fue ella, la que por el contrario, le pidió permiso para sentarse
- Claro…- Dríade apartó el periódico, doblándolo, mientras la camarera le acercaba el café que había pedido- ¿quieres algo…?- le ofreció a su hermana, a lo que Marie rechazó con un gesto
- Sólo quería verte y saber como estabas…- empezó Marie- la verdad es que llevaba meses sin verte..
- Desde el juicio de Alvaro Aguilar…- susurró Dri mientras daba vueltas al café con una cucharilla
- Si… creo que ese juicio destrozó la vida de demasiadas personas…- murmuró su hermana
Dríade la miró con tristeza.- Ese fue el comienzo de lo que ahora tenemos…- al ver que Marie iba a hablar, la interrumpió- sabes que te quiero mucho… dios! Eres mi hermana…la única familia que me queda…pero…
- No me entiendes…- acabó Marie la frase
Su hermana suspiró.- Sabes que si… que si te entiendo… te entiendo mejor que nadie. Pero si yo supe renunciar, tú también deberías hacerlo..
- No lo entiendes… - insistió Marie- si él te diera lo que Diego me da a mi… si te abrazara, si te hiciera sentir..
- Pero no lo hace..- las palabras de Dri sonaron amargas, dolidas- y jamás lo hará. Al menos prefiero saber a que me enfrento y no sufrir mas. Diego no tiene corazón y te utilizará… lo hará hasta que a él le parezca conveniente…
- ¡No! ¡Te equivocas!- le defendió la secretaria- Diego tiene un pasado… un pasado que le hace ser como es.. pero conmigo es diferente…es como si perdiera el control sobre su coraza…
- No me interesa, Marie..- dijo Dríade, dura. Le dolía ver a su hermana tan engañada
- Él cuenta como si nuestra relación hace solo semanas que empezó..como si se protegiera de mi, de lo que siente…, no se acuerda de que la primera vez que estuvimos juntos fue..
- Marie, por favor…- Dri se levantó- no sigas… no quiero escuchar nada mas..
Dríade fue a marcharse, pero Marie la detuvo.- Dri, por favor… necesito que..
- ¡No!- casi le gritó su hermana- ¿Es que no ves que…?
- Estoy embarazada- soltó Marie de golpe- y no sé que hacer…
Susana llegó a su despacho a primera hora y tras haberle pedido un café y un sándwich a la becaria del juzgado, se encerró en él. Dos minutos mas tarde de que hubiera cerrado la puerta, ésta se volvió a abrir y Pheebs, su ayudante, entró por ella
- ¡Buenos días, cosi!- la saludó alegremente
- Serán para ti…- contestó Sue mientras se acababa de quitar el abrigo y se sentaba
- ¿Qué te pasa?- Pheebs se sentó frente a ella- ¿y esa cara?
- Con la que nací…- dijo con una mueca- mira que he intentado cambiármela… pero la cirugía estética no me convence…demasiados cortes y bisturís
- Vaya.. al menos veo que no has perdido tu humor cínico de siempre…¿Qué pasa?¿ Una mala noche?
- Bueno.. si pasarte la noche viendo reposiciones de Verano Azul y acabar con una vieja película de Lina Morgan es pasar una mala noche… pues si, la he pasado…- se echó hacia atrás y miró a su ayudante y amiga- pero si he de serte sincera, me he reido bastante…
- ¿Y que es lo que te ha mantenido despierta?- preguntó Pheebs entre risas
- Mejor no preguntes…- su tono era cortante esta vez, y Pheebs sabía cuando dejar de preguntar.
- Y bueno…¿Qué te trae hoy por aquí? Creía que hoy también pasarías por prisión…
- Vino Cris a verme… está metida en el caso de Alvaro Aguilar- contestó Susana- y me ha pedido ayuda
- ¿El caso de Álvaro Aguilar?- Pheebs la miró sorprendida- ¡madre mia! ¿El timojuicio?- se mordió un labio, indecisa- pero eso…
Susana notó su indecisión.- ¿Qué pasa?¿Tan raro te resulta?
- No… es que… - se irguió en la silla y se apoyó en la mesa- mira Sue.. todo esto es muy raro. A mi hermana, la abogada, también le han ofrecido la defensa del tal Alvaro Aguilar..
Susana la miró con la boca abierta, y luego la cerró. Las piezas, como si de un puzzle se tratara, comenzaron a encajar.
- Tu hermana se llamaba Laura…¿verdad?
Ante el asentimiento de su ayudante, las piezas encajaron aún mas. Ella habia estudiado con Laura en la facultad junto a él.. hasta que la perdió de vista cuando ella se fue a vivir fuera de la ciudad. No había caído en su apellido, ni en el nombre… ni en el nada. Desde que había leído la nota que Cris le dejó, no había sido capaz de fijarse en nada… ni en nadie. Apretó los dientes durante un instante, y luego soltó el aire retenido. Se levantó y empezó a pasearse por el despacho
- Menudo follón…- dijo Pheebs
- Cris sabe lo de tu hermana..- le contestó Susana- y quería que la frenara. No se quien ha contratado a tu hermana, pero creo que esto no podemos dejarlo asi.
- Yo tampoco lo se..- Pheebs se levantó también, pero se volvió a sentar en la mesa, mientras la contemplaba pasearse- Laura ha sido muy reservada con ese tema. Ni siquiera, Ana, mi hermana la cotilla, ha conseguido sacarle una palabra
Susana la miró y puso los brazos en jarras.- Llama a tu hermana.. yo llamaré a Cris. Esto solo se soluciona de una manera… juntándolas.
Pheebs se levantó de un salto y salió de su despacho, hacia su mesa y el teléfono.
Saymi picó al timbre del apartamento de Alvaro y esperó con paciencia. Eran las 9 de la mañana y sabía que Francisco ya estaría despierto. A pesar de su enfermedad, aquel hombre era de costumbres fijas, y madrugar era una de ellas. Aún no sabía como explicarle todo lo que estaba ocurriendo en Bulevar y con Diego. No sabía cómo decirle que Jota, el antiguo mensajero de la revista, era ahora rico, y había lanzado una opa para comprar la empresa que tanto esfuerzo le habia costado crear junto a Julio de la Vega. Llevaba mucho tiempo sin explicarle nada, porque no sabia como hacerlo. Pero sabía que habia llegado el momento de hacerlo.. sobretodo porque Diego quería aquella cantidad de dinero de Francisco, y Saymi adivinaba que apelaría al sentimiento de culpabilidad de este.
Minutos mas tarde, Francisco abrió la puerta en bata
- Hola Saymi, hija, que agradable sorpresa…
- Hola Francisco…- Saymi le besó en la mejilla y le sonrió- tienes un aspecto increíble…- dijo cuando el padre de Alvaro la invitó a pasar
- Gracias hija.. tu siempre tan amable como siempre…- se acercaron al sofá y se sentaron- ¿quieres un café o algo?
- No Francisco.. no te molestes..- le agradeció ella
- Bueno… ¿cómo va todo?- preguntó directamente
- Bueno..un poco… ya sabes. Lidiar con Diego no es nada fácil- empezó Saymi
- Hija, estoy algo preocupado con eso.. si te descubre…
- No me descubrirá, Francisco, no te preocupes..- le interrumpió ella- está demasiado ocupado mirándose el ombligo como para darse cuenta de muchas cosas que pasan alrededor suyo.
- Menos mal Saymi… menos mal. Pero esto no me tiene tranquilo…
- Ya lo se… pero se cuidarme..- sonrió y le cogió de las manos- ¿te acuerdas de Jota, el mensajero?
- Si, claro…¿Qué pasa con él?
- Tiene una empresa, una empresa a la que ha llamado J&S International y que se dedica al mercado editorial.
- ¿Y que me quieres decir con eso?- Francisco la miró algo preocupado ya
Saymi lo miró con gravedad. La noticia no era la mejor del mundo, pero tampoco era desesperanzadora. Era cuestión del cristal con el que se mirara
- Que ha lanzado una opa sobre Bulevar… quiere comprar la empresa..
De todas las reacciones que Saymi hubiera esperado, esta era la que ni de lejos, hubiera dicho que sería. Francisco sonrió
- ¿Me he perdido algo?- preguntó Saymi extrañada
- Ya lo sabía…- respondió Francisco sin perder la sonrisa
- ¿Qué ya lo sabías?? Si, definitivamente me he perdido…
- Le dije yo que lo hiciera…
- ¿¿¿Perdón???- Saymi ahora ya tenía los ojos abiertos como platos
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