domingo, 15 de junio de 2008

Capítulo 48

La escena fue contemplada, no solo por la policía, sino por mucha de la gente que estaba en primera fila, exponiéndose a los disparos, por el simple hecho de que necesitaba saber que estaba pasando. Entre esas personas estaba Nacho, que no podía dejar de mirar a Alvaro, a pesar de los ruegos de Ana en que se pusiera a cubierto. Y fue el primero en darse cuenta de que Alvaro llevaba a Bea pegada a su cuerpo y que prácticamente la arrastraba hasta el coche. Y lo peor de todo, es que parecía que ella no ponía resistencia.
- ¡Maldita sea!- no lo pensó. Sólo reaccionó y se dirigió hacia el mismo centro del huracán, intentando llegar hasta ellos- ¡Bea! ¡Maldita sea, hagan algo! ¡Bea!¡SE ESTA LLEVANDO A MI NOVIA!
Nadie pareció escucharle, y Nacho enloqueció. No estaba dispuesto a que le ganara la batalla, a que se llevara a Bea consigo. Antes se hacía con un arma, y lo mataba él mismo. Pero no se la llevaría.. no la alejaría de él, ni en ese momento, ni en ninguno. se metió en el círculo del fuego cruzado, y notó que lo agarraban por detrás
- ¡Nacho! ¿Dónde vas?¿Estás loco? ¡Te van a matar!
- ¡Déjame!- le gritó él girándose y atravesándola con la mirada
- ¿Cómo te voy a dejar?¡ Estás en medio del fuego cruzado! ¡Te van a matar!- repitió, como si a él, por una oscura razón, no le hubiera quedado claro
- ¡QUE ME DEJES EN PAZ!- Nacho se soltó de Ana y siguió avanzando, cubriéndose la cabeza, intentando que los disparos no le alcanzaran. Aunque en aquel momento era lo que menos le importaba. Solo quería llegar hasta Bea y Alvaro y arrebatársela. No ganaría… jamás le ganaría.
Bea notó como Alvaro se dejaba caer contra el coche y lo agarró con fuerza para que no cayera. Miró asustada al hombre que estaba junto a ellos, y al ver su reacción, supo lo que había pasado
- No.. no….- susurró inclinándose hacia Alvaro
El hombre que los habia llevado hasta allí, se movió con rapidez y abrió la puerta del coche, mientras le gritaba a un compañero cercano que le cubriera. Se oyeron mas disparos, mas cercanos, mas sibilantes, y Bea sintió que el corazón se le rompia en mil pedazos. Alvaro fue metido casi a trompicones en el coche y Bea corrió, sin que nadie le dijera nada, a sentarse en el asiento del copiloto. Alvaro se llevaba las manos al costado, dónde había recibido el disparo, mientras sus manos se empapaban de sangre
- ¿Puedes conducir?- le dijo el hombre y Alvaro asintió con la cabeza- bien, dirígete a la autopista, y dale al acelerador todo lo que puedas. Cuando llegues a la salida 33, cógela, allí te espera un colega para llevarte a lugar seguro… - Alvaro apretó los dientes y el hombre cerró la puerta- aguanta tio…aguanta
Alvaro puso en marcha el coche y chirrió ruedas saliendo de allí. Nacho al verlo, corrió mas rápido, mientras los disparos arreciaban
- ¡NOOOOOO!¡MI NOVIAA!¡SE ESTA LLEVANDO A MI NOVIA!!!!
Uno de los amigos del Anguila le apuntó, dispuesto a hacerle callar, pero Nacho no se dio cuenta de nada. Ana, detrás de él, lo vio todo y apresuró el paso
- ¡Nacho! ¡Nacho, tírate al suelo!- pero Nacho no la escuchó. Corría hacia el coche como alma que se lleva el diablo, intentando pararlo. El hombre lo siguió apuntando, y Ana, desesperada, le alcanzó y lo tiró hasta hacerle caer al suelo. Nacho se giró, en el suelo, dispuesto a gritarle, a lanzar toda su furia contra ella. Pero no le dio tiempo. El disparo que iba contra él, alcanzó el cuerpo de Ana, haciendo que ella también cayera al suelo con un golpe sordo.
Parte del cuerpo de policia que los rodeaba, se dirigió hacia ellos, mientras la otra mitad, salía en pos del coche de Alvaro, que ya había desaparecido en la distancia. . Laura, que seguía junto a Gonzalo tras el coche, salió a la carrera cuando los disparos acabaron, hacia Nacho y su hermana. Sólo la habia visto caer, pero la desesperación se habia apoderado de ella y no podía hacer otra cosa que correr, correr hacia ella, con el miedo atravesándola. Gonzalo, al ver su reacción , salió corriendo tras ella, asustado de lo que estuviera a punto de hacer.
El caos se hizo aun mayor tras la huida de Alvaro. La ambulancia llegó al lugar dónde se encontraba Ana, y no se vio nada mas. Camilleros, policia, y personas lo rodearon todo. Gonzalo alcanzó a Laura, que ya lloraba desesperada y los dos calleron al suelo, mientras él la abrazaba con fuerza y la contenía. Los gritos de Laura llamando a su hermana, le aplastaban el corazón.
Susana aparcó el coche en el parking del hospital y se quedó quieta tras apagar el motor. Pheebs la miró
- ¿Qué pasa?- le preguntó su amiga
Sue suspiró.- Tengo miedo de lo que nos vamos a encontrar…
- Vamos cosi.. seguro que está bien- la animó Pheebs
- ¿Tú crees?- Susana la miró y luego suspiró- ¡dios! soy idiota…
- ¿Idiota porque? ¿Por qué te gusta el primito y no quieres reconocértelo
Su amiga la miró.- ¿Tú crees realmente que sea inocente de todo?
- ¡Joder cosi! ¡ Si el preso por poco le deja la silla de recuerdo en la cabeza!

Susana no contestó y salió del coche. Esperó a que su amiga también saliera del coche, y cerrándolo, las dos se dirigieron hacia la entrada del hospital. Al entrar y dirigirse a la recepción, Pheebs preguntó por Alejandro, mientras Susana esperaba mirando a su alrededor. Una chica, que esperaba en la puerta, las miró cuando Pheebs preguntó por Alejandro y se acercó con lentitud
- Hola…- las saludó Saymi- ¿venís por Alejandro Garcia?
Susana la miró.- Si..¿tú sabes algo de él?
- Aún le están operando…- bajó la voz- ¿y sabeis algo de Alvaro?
- Nada de nada… solo que la policia lo tenia acordonado…- contestó Susana y acto seguido le ofreció la mano- soy Susana, juez del caso de Alvaro Aguilar. Ella..- señaló a Pheebs- es mi ayudante. Nosotras descubrimos a Alejandro
Saymi afirmó con la cabeza y guardó silencio. Estaba angustiada sin noticias. Gonzalo no cogía el móvil y nadie parecía saber nada. Les dijo a las dos chicas que tendrían que esperar y se fue a buscar a Miguel, su marido, buscando algo de consuelo.
Alvaro condujo a una velocidad vertiginosa, mientras alcanzaba la autopista y sentía las sirenas de la policia tras ellos. Seguía sangrando profusamente y su intento de contener el dolor, hacía que su concentración, se hiciera mas débil. Bea lo miraba asustada y sin poder contener las lágrimas. Verlo herido estaba prácticamente acabando con ella y mas no poder hacer nada por ayudarle. Se giró hacia atrás, mirando los coches patrullas que los perseguían, y vio que otro coche, de color negro, los perseguía, disparando a la policia
- Te gustaría que nos alcanzaran, no?- le dijo Alvaro sin mirarla
Bea lo miró, dolida.- Estás herido Alvaro… tiene que verte un médico
Alvaro pisó mas el acelerador, lleno de rabia.- Como si a ti eso te importara…
- ¡Si que me importa!- gritó ella ya con rabia- ¿te crees que no me importa nada de lo que te pase?¿que no me importa que estés herido?¡Dios santo! ¡si me importa incluso saber que no me crees que te quiero!
- ¡¡CALLATE!!- Alvaro la miró con odio, mientras la señalaba con el arma que aún sostenía en la mano- ¡Cállate o te callo yo!
Bea guardó silencio, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. No sabía que le deparaba el futuro.. pero sabía, sentía que todo iría bien mientras él estuviera junto a ella… siempre junto a ella.

1 comentario:

Pheebs dijo...

Quiero mas!!! El bombón está siendo operado, mi inspector de fresas con chocolate se ma perdío y yo con la caña preparada, Alvarito en plena persecución mientras Bea está atacada por todo, por verlo mal,por estar a su lado y no poder acercarse, normal por otro lado que el niño no la crea,pero como está hasta las trancas por ella, pues se la lleva como si fuera una mochila... y mi hermana...ainsssssss mira que yo se lo decía cuando era mas pequeña.. Ana, si ves a polis con pistolas y un tío que parece que tiene una peluca...no te pongas en medio.. ¡¡pos no me ha hecho caso!! Si es que se me toma como el pito del sereno leches.

Quero mas y yaaaaaaaaa!!!

Besotes cosi y graciaaaaaaas