lunes, 16 de febrero de 2009

Capítulo 87

Jota miró pensativo el teléfono, mientras pensaba en la última llamada de Cris. Por fin buenas noticias…. por fin Álvaro saldría de la cárcel, y toda su lucha serviría para algo. Había quedado con su abogado al día siguiente para poner cada cosa en su sitio, pero para eso, también necesitaba la presencia de una persona que hasta ese momento se había mantenido en la sombra. Sin pensarlo un segundo mas, cogió el teléfono y marcó un número
- Hola.. soy yo, Jota- dijo cuando descolgaron
- Hola… ¿cómo va todo?- contestó la voz
- Tengo malas y buenas noticias…. ¿Cuáles quieres oir primero?
- Las dos. Y te informo que no estoy de humor… asi que mas vale que las buenas, no sean buenas, sino buenísimas
- Lo son..- contestó Jota con una sonrisa- tenemos las pruebas necesarias para sacar a Álvaro de la cárcel. Su libertad es inminente
- ¡Alabado sea el tío que se supone que está en el cielo, pero es que debe de estar de vacaciones allí! ¿Y porque no me has llamado antes, hombre? Eso se merece un copazo de los que hacen historia!
- Porque no tenemos el cuerpo para celebraciones…..
- Ah.. si… la mala noticia… ¿Qué ha pasado?
- Francisco… Francisco ha muerto….
Hubo una pausa al otro lado del hilo telefónico, que se vio interrumpida por un siseo
- Joder…¿Cuándo ha sido?
- Hace dos días…de hecho, no hemos podido avisar aún a nadie, porque han ocurrido muchas cosas en medio
- ¿Cómo está Álvaro…?
- Aún no lo sabe… Lo apresaron de nuevo, y no pudimos decirle nada. Estamos esperando a que salga… a que se vea libre.
- Avísame cuando sea el funeral… - dijo la voz con tono triste
- Por eso te llamaba… He hablado con mi abogado… y está todo listo.
- Está bien. Prepáralo todo y nos vemos allí.
- Sólo.. sólo quería pedirte un favor….- pidió el ex mensajero
- ¿Un favor…?
- Si.. es sobre un pequeño paquete accionarial de Bulevar. Hablamos mejor cuando vengas…
- Vale… pues ya hablamos..- hizo una nueva pausa- cuando veas a Álvaro, nada mas verlo, dale un abrazo… aunque no sepa que va de mi parte
- Descuida.. lo haré
- Gracias Jota… por todo
- Gracias a ti. Eres una de las mejores personas que he conocido en mi vida..
- No me digas eso, que me lo creeré… Te dejo. Espero tu llamada
Jota sonrió, mientras colgaba el teléfono. A pesar de la tristeza por la muerte de Francisco, todo comenzaba a ponerse en su lugar. Todos y cada uno, tenían lo que habían sembrado…
Gonzalo dejó de mirar el ordenador en su despacho en Bulevar, y miró el móvil que había comenzado a sonar. Frunció el ceño, al ver que se trataba de un número oculto, pero lo cogió de todas maneras. Desde que había asumido la dirección general de aquella empresa, le llamaban por los mas diversos motivos… asi que no podía dejar de contestar las llamadas
Pero le extrañaba aquella llamada a su móvil privado
- ¿Si?
- ¡GONZAAAA, TIO!- era la voz del Anguila gritándole desde el otro lado de la línea
- ¡Anguila!- respondió, sorprendido- ¿Dónde estas?
- ¡ESTOY EN EL AEROPUERTO DE CACÙN!!- siguió gritando
- ¿En el aeropuerto de dónde?
- ¡¡DE CACÚN!!
- Será de Cancún…-obvió Gonzalo
- ¡DE DONDE SEA!
- ¿Se puede saber porque me gritas?
- ¡¡TIO, PORQUE ESTO TA MUUU LEJOS JOER!! ¿TU ME ESCUCHAS??
- ¿¿¿Quieres dejar de gritar que te escucho igual????- se exasperó Gonzalo, porque realmente tenía que apartarse el auricular de la oreja, si no quería quedarse sordo
- ¿Ah si…?- el Anguila bajó su tono casi al tono normal- ¿me escuchas bien? Que modernos estos aparatejos…
Gonzalo resopló sin poderlo evitar
- Anguila… ¿me puedes decir que haces en México?
- Hacer caso a Álvaro y poner tierra de por medio…¿cómo está él?
- Pues preso… cómo va a estar..- dijo Gonzalo con cara de fastidio- ¿y porque México, tio?
- Porque mi Nuri está aquí…y he venio a buscar a mi churry… pero en cuanto la encuentre me volveré para Madrid, a apoyar al marquesito…
- Álvaro prontó saldrá de la cárcel, Anguila-le informó Gonzalo- asi que espero que muevas tu precioso culo lo antes posible y te vengas para aquí.
- Jodeeeer… tio, que subidón! ¿En serio lo van a soltar?
- Claro. Es una historia muy larga… pero se han descubierto pruebas que demuestran que el desfalco fue una treta hecha para conseguir hundirlo…
- ¿Qué dices? Seguro que fue el engominao ese del Diego… ¡¡¡¡¡ si ya decía yo que tenía ganas de meterle un buen par de mamporrazos!!!!!
- ¿Cuánto tardarás en volver a España?- le preguntó Gonzalo sin hacer caso de su comentario
- Pues no lo se… unos días… ¿Qué prisa hay?
- El padre de Álvaro ha muerto, Anguila… y nos va a necesitar… a todos..
- Joeeer… está bien Gonzalito. Dame un par de días y vuelvo…
- Está bien. Avísame cuando llegues..quiero que compruebes una cosa conmigo…
- ¿Una cosa de que?
- Hay algo que no me cuadra.. algo que no me está gustando. Y tú conoces poco a Alejandro, pero quiero que me des tu opinión
- ¿El primo clon? ¿Qué pasa con él?
- Aún no lo se. Por eso te pido que me llames en cuanto aterrices…
- Okay…asi lo haré- y colgó
Gonzalo se quedó mirando el teléfono antes de colgarlo. Alvaro había pensado en todo y en todos. Conocía la existencia de un fondo de dinero, que Álvaro le había dejado al Anguila, por si las cosas salían mal. Y peor no podían haber salido… sobre todo para Álvaro. Pensar en su amigo, hizo que la duda que lo carcomía, volviera con mucha fuerza. Algo no encajaba… y no sabía el que. Iría a verlo a la cárcel al día siguiente… si es que aún estaba allí. Y suponía que su amigo le contestaría a todas sus dudas.

Bea subió salió del ascensor y miró a su alrededor algo asustada. Sabía que aquel paso no tenía marcha atrás.. y no es que se estuviera planteando huir… pero realmente la aterraba que podía pasarle después de cambiar su declaración. Había sido muy valiente delante de Álvaro, delante de Alejandro… incluso de sí misma. Pero ahora había llegado la hora de la verdad…. y ya no podían haber dudas.. ni miedos.. ni arrepentimientos. Aunque con ello condenara su libertad tan ansiada… y con ella, a la persona que mas amaba en el mundo.
Caminó con lentitud unos cuantos pasos, hasta que consiguió ver a Diana, que en su mesa, escribía algo en el ordenador, completamente distraída.
- Hola Diana..- dijo al llegar a su altura
Diana hizo un mohín de fastidio, antes de levantar la cabeza y mirarla. Al reconocerla, se levantó con una sonrisa
- ¡Bea! ¡Hola! Perdona que no te haya visto… es que estoy de trabajo hasta arriba…
La ex secretaria también sonrió.- No te preocupes… ¿Cristina y Laura están?

- Si… están en el despacho de Susana.. y te están esperando…
Diana le señaló una puerta y Bea, después de agradecérselo con una gesto de cabeza, se dirigió hacia allí. Llamó a la puerta un par de veces con los nudillos, y al escuchar el típico “ adelante” , entró en la habitación
Cris y Laura se levantaron nada mas verla. Las acompañaba un hombre mayor, de pelo ya completamente cano, que no se había movido ante la entrada de la ex secretaria
- Gracias por venir, Beatriz..- le dijo Cris- como ya sabrás, tu cambio de declaración, puede ocasionar que Álvaro esté libre en un par de días…
- Y eso es lo que espero..- dijo ella con una sonrisa tensa, sin poder apartar la mirada del hombre
- No se preocupe, querida…- habló el hombre al ver el estado de nerviosismo de Bea- llevo muchos años ejerciendo como juez… pero jamás he encarcelado a nadie por arrepentirse y dar la cara de la manera en que lo va a hacer usted..
- Discúlpanos por no presentarte…- se apresuró a decir Laura- él es su señoría, el juez Fernando Castro. Es el jefe directo de Susana… y sólo ejerce en juicios muy esporádicos. Tenemos el privilegio de que su señoría nos hace este favor…
- Va, venga…menos formalismos..- dijo Fernando moviendo las manos muy elocuentemente- la única verdad es que este caso me interesa… y mas si mi niña Su ha querido dejar su profesión de alma, precisamente por algo relacionado con todo esto…- miró a Bea directamente- usted es Beatriz Pérez Pinzón..¿verdad?- ella asintió con la cabeza, aún incapaz de pronunciar palabra- pues siéntese chiquilla.. siéntese. Que no va a crecer mas a su edad…
Bea sonrió, confusa, y miró a las abogadas, que también sonreían, mientras le indicaban que tomara asiento. Ellas lo hicieron justo frente a ella
- No va a necesitar que nos repita lo que ya sabemos..- empezó Cris- le iremos haciendo preguntas, y tendrá que ir respondiendo.. ¿de acuerdo?
- Cla..claro- titubeó Bea
- Antes de nada..- cortó el juez- ¿está aquí por decisión propia y asegura que nadie la ha coaccionado para que cambie la declaración?
- Estoy aquí por decisión propia..- contestó Bea sin vacilar
El juez asintió satisfecho, y dejó que las abogadas prosiguieran
- Sabemos que usted mintió en el juicio contra Álvaro Aguilar… y que Diego de la Vega la chantajeó para que lo hiciera… ¿ con que la chantajeó exactamente?
Bea tragó saliva antes de hablar.- Días antes del juicio, mi padre sufrió un atropello que se quedó en un susto. Diego me confesó que lo había preparado él…y que si no mentía en el juicio, la próxima vez que fuera contra mi padre, no se quedaría en un susto
- ¿Era la primera vez que la chantajeaba?- preguntó Laura
- No.. primero lo intentó contra Nacho.. pero no consiguió nada.
- ¿Usted jamás vio complicidad alguna entre Ignacio Goñi y Diego de la Vega?- esta vez fue Cris quien preguntó
- No.. jamás. De hecho, yo siempre creí que Nacho secundaba mi lucha contra Diego…- bajó la vista, apretándose las manos, nerviosa- que idiota fui…
- ¿Alguna vez Álvaro Aguilar le habló del abogado que le asesoraba?- preguntó Cris de nuevo
- Nunca…- Bea movió la cabeza negativamente- él siempre me decía que no me preocupara… que no podía pasarnos nada. Y yo siempre creí que lo suyo era pura fe. Una fe que se destruyó cuando me detuvieron.. y mas tarde cuando lo detuvieron a él…
- Álvaro Aguilar se entregó a la policía y firmó un documento a Diego de la Vega, que entregaba todo su patrimonio en Bulevar 21, a cambio de su libertad… ¿nunca supo de esto?- esta vez fue Laura
Bea comenzó a llorar sin poderlo evitar. Tanto que Álvaro había hecho por ella…. y lo único que había hecho ella era hacerle daño…. una y otra vez.
Diego golpeó la mesa con las dos manos, unidas por unas esposas, mientras miraba las cuatro paredes de la sala de interrogatorios. El espejo, grande, y aparentemente inocuo, era el vivo recordatorio de que lo estaban vigilando, observando… como si se tratara de un animal de laboratorio. Llevaba metido allí mas de media hora, y el jodido inspector griego, no había dado aún la cara. Volvió a golpear la mesa, frustrado y se levantó con furia, tirando la silla al suelo
- ¿¿ACASO NO SABEN QUIEN SOY YO???¡¡¡NO ESTOY AQUÍ PARA PERDER EL TIEMPO!!!! ¡¡¡ QUIERO LLAMAR A MI ABOGADO!!! ¡MALDITO SEAS, VRYZAS!! ¡¡TENGO DERECHO A UNA MALDITA LLAMADA!!!- le gritó al espejo
En ese momento, la puerta se abrió y Diego se giró con la misma furia hacia ella. Pero al ver quien era, se quedó petrificado
- ¡¡¡¡Tú!!!!!- exclamó retrocediendo- ¿Pero cómo demonios…….?

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