miércoles, 11 de febrero de 2009

Capítulo 84

Nacho miró hacia la puerta cuando sintió que alguien la abría con cuidado. Al ver quien era, hizo una mueca de impaciencia, y se incorporó un poco en la cama, haciendo una mueca por el dolor que el movimiento le produjo
- Ya era hora de que apareciera, Fernández…- le dijo a forma de saludo
- Son las diez de la noche, señor Goñi.. como comprenderá, estas horas no están dentro de mi horario laboral…
- Me importa un soberbio comino que no esté en horario laboral, maldito inútil!- soltó Nacho con rabia- con lo que te pago, tendrías que estar las 24 horas pegado a mi culo!
El abogado no se dejó intimidar.- Usted es abogado… no entiendo porque necesita los servicios de un colega suyo..
- Tampoco te pago para que pienses en gilipolleces….- hizo una nueva mueca, porque el dolor le estaba volviendo con toda su fuerza- ¿te ha contado Diego el problema?
- No.. pero no hace falta. Ha salido en todos los telediarios de la noche.. es usted una especie de persona famosa…
- ¿Y cómo está el tema?- graznó Nacho sin hacer caso del comentario de Fernández
El abogado dejó su maletín encima de la cama, y abriéndolo, sacó un dossier que abrió por la mitad.
- La policía me acaba de dar el informe..- dijo sin mirar a Nacho- y la cosa está cruda. Lo acusan de intento de asesinato, secuestro, y posesión ilegal de armas. Vamos… una minucia…
- Déjate de soltar sandeces, y dime que posibilidades tengo…
- Pues comprando..bastantes..- hizo una pausa- pero es que hay algo mas..
- ¿Algo mas?
- Una tal Susana González le ha denunciado…por violación- dijo mirándolo con fijeza
- ¿Qué…?-Nacho se movió del sobresalto, y soltó un siseo de dolor- ¿pero que..?
- La presentó esta misma mañana… aún no ha dado tiempo a que le llegue a usted…
- ¡Maldita zorra!- Nacho se dejó caer sobre la almohada, mientras con una mano, se tocaba el costado herido- paga lo que tengas que pagar… y habla con Diego para que te extienda un cheque en blanco. Quiero ese juicio lo mas rápido posible.. y yo fuera de la cárcel.
- Eso no será tan sencillo..
- ¡¡¡Me da igual si no es tan sencillo!!!- le gritó él fuera de si- ¡ empieza a moverte de una puta vez y sácame de este lio!!
El abogado cerró el maletín con rapidez y salió de la habitación sin despedirse siquiera. Cuando se supo solo, Nacho golpeó la cama con los puños, soltando una maldición. Susana, su Susana lo había denunciado.. ¡maldita! ¡maldita sea por ser tan esquiva, por hacerle todo aquello! Ella le había disparado..le había disparado y se había marchado.. marchado sin mirar atrás. Y quería matarla, matarla por estar con aquel imbécil de Alejandro García, por no aceptarlo.. por no sentir lo mismo que él sentía. Porque la odiaba… con todas sus fuerzas… con las mismas fuerzas que le hacían amarla…amarla por encima de todo… incluso por encima de si mismo.
Laura escuchó su móvil procedente del bolsillo de su chaqueta, y lo buscó, mientras miraba a Gonzalo que, sentado en una silla, parecía cavilar. Miró la pantalla, y al ver quien era,lo descolgó con rapidez
- Hola mamá…. ¿Qué pasa?¿ocurre algo?......¿Qué? No me lo puedo creer….¿ en serio? Yo la mato……..no, mamá…no llames a Diana, ya me ocupo yo….si, si no quieres quedarte sin tu hija pequeña…vale.. si, mamá…yo te llamo…un beso…- colgó el teléfono, mirándolo incrédula- no me lo puedo creer…- repitió
- ¿Qué pasa?- le preguntó Gonzalo mirándola
- Ana.. mi hermana la inteligente…
- ¿Qué pasa con ella?- esta vez fue Cris la que preguntó
- Mi madre la ha llamado para ver donde estaba… y adivinad donde esta…
- Pues… no se, cariño..- contestó Gonzalo
- En el hospital.. con Nacho Goñi
- Joder….- soltó Cris
- Me voy ahora mismo a buscarla..- miró a Gonzalo que seguía sentado- ¿vamos?
- Cariño.. quiero hablar con Alejandro un momento…- respondió él
- ¿Con Alejandro? ¿Y no puedes hablar mañana? – ella estaba furiosa, no con él..pero no se molestaba en ocultarlo- Gonzalo.. voy a sacar a mi hermana del lado de esa carroña..¿pretendes que vaya sola?
- No…claro que no… Laura, cálmate corazón…- se levantó y miró a los demás
- Chicos..nos vemos mañana a primera hora…
- Me tengo que pasar por J&S primero a firmar unos documentos…-explicó Jota- pero en cuanto acabe, me vengo hacia aquí.
- Está bien…-Gonzalo asintió con la cabeza
- ¿Dónde están Bea y Alejandro?- preguntó Santi
- No se…- Cris se alzó de hombros, mientras se ponía la chaqueta- supuestamente Alejandro fue a buscarla….
- Voy a buscarla yo también…-dijo Santi- creo que necesitará que la lleve a casa….
Y salió de la sala, seguido de cerca por Gonzalo, y por Laura, que se enfadaba mas y mas por momentos
Alejandro se separó de Bea y le acarició de nuevo la mejilla, con una sonrisa triste. Ella siguió la caricia con la cara
- Lo siento… tanto…
- ¿El que sientes..?- ella le miró con los ojos muy abiertos
- Que tengas que pasar por toda esta encrucijada… tú no te mereces nada de esto…
- Fue decisión de ambos… y..- se ruborizó un tanto- la culpable soy yo…porque cada vez me costaba mas estar sin ti…
Él la miró con ternura y la abrazó con fuerza
- Me pregunto, cuando acabe todo esto… que pensarán de nosotros..
- Me da igual lo que piensen..- respondió ella- sólo siento todas las mentiras que hemos tenido que decir….
Él la miró, separándola un poco de si.- Me preocupa Susana… acaba de pasar por un shock y ahora…
- Por eso te pido que te esperes… por favor.. solo un poco mas….
- Bea…
- Sólo un poco… un día a lo sumo…
Alejandro suspiró y bajó la mirada.- Está bien… - la volvió a mirar- ¿te llevo a casa?
Bea asintió con la mirada.- ¿Te quedarás conmigo?
Él la miró con pesar.- Quiero ir a hablar con Susana. Ella está sola en su casa… y está esperándome…
-¿Puedo ir contigo?- preguntó ella con timidez- tal vez, si se lo decimos los dos…
Él dudó durante un instante, pero luego asintió.- Vale… está bien..
- Abrázame antes de salir..- pidió ella casi como una súplica- no se cuando podrás volver a abrazarme…
Él esta vez no dudó y atrayéndola hacia si, la abrazó con mas fuerza si cabia.
En ese momento, se abrió la puerta del despacho, y ellos se separaron sobresaltados. Santi los miraba desde la puerta, seguido por Gonzalo. Los dos lo miraban con extrañeza.
Alejandro se giró de espaldas a la puerta y se quedó asi, mientras escondía la cara entre las manos
- Bea…- empezó Santi, confuso- ¿Quieres que te lleve a casa?
- No..no se..- ella dudó y miró a Alejandro que ya se había girado hacia ellos
- No..ya la acerco yo..- dijo tapándose los ojos con los dedos, como si llorara
- Pero…- empezó Santi sin entender nada-
- No te preocupes-intervino Bea- le pilla de paso para ir a su casa…
- ¿Te pasa algo, Ale?¿Estás bien?- preguntó Gonzalo, que se había acercado mas, con Laura a su espalda
- Si.. – Alejandro no lo miró, pero a su vez, miró a Bea- ¿nos vamos?
- Claro…
Los dos salieron del despacho sin mirar a ninguno de sus amigos. Al alejarse ellos, Santi miró a Gonzalo
- Pero…
- Si..- le interrumpió Gonzalo- lo se. Alejandro vive en una punta de la ciudad y Bea en la otra. Aquí está pasando algo… estos dos están muy raros..
- ¿Por qué estarían abrazados? Que yo sepa, Bea no tiene tanta confianza con el.. aunque sea el primo de Álvaro…- dijo Santi, sorprendido
- ¿Por qué se le acaba de morir alguien muy cercano?- soltó Laura, impaciente- seguro que estaba consolándolo….- chasqueó la lengua- Por favor, Gonzalo… ¿podemos irnos ya?
Gonzalo la miró, nada convencido de la lógica respuesta de su novia. Pero no podía hacer nada, y alzándose de hombros, señaló con una mano el ascensor para que ella le precediera.
- Nos vemos mañana, Santi…- le dijo Gonzalo al informático antes de seguirla
Santi afirmó con la cabeza y guardó silencio. Estaba preocupado por Bea, pero parecía ser que su amiga no quería su ayuda. Se dirigió con paso cansado hacia la sala dónde se reunían. Iba a recoger sus cosas y a marcharse a casa… por aquel día ya había hecho suficiente.
Diego escuchó el móvil sonar, pero no hizo movimiento alguno para cogerlo. Estaba tumbado en su cama, con solo la parte de abajo del pijama puesto, y se sentía tan cansado, tanto física, como emocionalmente, que, por unas horas, no quería saber nada del resto del mundo.
Aún podía escuchar con toda claridad las palabras de Marie pronunciadas la noche anterior. Aun podía sentir su angustia, su desesperación, , su determinación cuando le dijo que se iría lejos. La había creído…a pesar del temblor de su cuerpo..a pesar del llanto, la había creído. Porque él era un pobre imbécil que era incapaz de olvidar y seguir adelante. Porque era incapaz de ser feliz.
Se tapó la cara con los brazos y soltó un grito ahogado. Quería arrancarse el corazón, el alma y la mente y correr a buscarla… prometerle que jamás volvería su odio hacia Álvaro, ni contra nadie que llevara el apellido Aguilar. Quiso reir histéricamente… el apellido Aguilar era el suyo propio… el que le habían negado.. el que había sido maldito para él. Recordó las palabras de Marie diciéndole que el instigador de todo había sido Julio de la Vega… ¡Julio de la Vega! El hombre que lo había criado, que le había dado un techo…que lo había maltratado! El móvil volvió a sonar, y él se incorporó de un salto al escucharlo. Se sintió agradecido por la interrupción y lo cogió para ver quien era. Cuando lo hizo, el corazón se le detuvo en el pecho
- Marie..- dijo descolgándolo
- Diego… tenemos que hablar….- contestó ella, tensa
- Claro…- miró frenéticamente el reloj digital de su mesita de noche. Eran mas de las diez- ¿Quieres que vaya ahora?
- No… no, ahora no. Necesito poner mis ideas en claro..Mañana.. mañana a primera hora
- ¿Dónde? ¿Vienes a mi oficina?- él apretó el teléfono lleno de esperanza, lleno de pánico
- No.. aquí… en mi casa….-la voz de ella parecía mas débil por momentos
- Marie.. ¿estás bien?
- S…si. Se puntual, por favor…-y colgó
Diego se quedó mirando el móvil y el corazón le latió dolorosamente. Tenía miedo de pensar que quería decirle ella al día siguiente… y no pudo evitar que el pánico le agarrara la base del estómago, sintiendo ganas de vomitar. Se levantó, tropezando con sus propios pies, y fue directo al lavabo, sintiendo que por dentro, se estaba rompiendo en mil pedazos.
Susana dejó el vaso de agua sobre la mesita de noche y miró su reloj de pulsera, mientras pensaba en cuanto hacia que se había ido Alejandro a la reunión. No quería llamarle, aunque le hubiera echado de menos desde el primer minuto en que había salido por la puerta. Pero es que no quería parecer una histérica que le daba miedo estar sola… aunque así era.. y ya llevaba demasiado tiempo sola para el bien de su pobre salud mental.
Se levantó con cuidado, contenta de que sus piernas no le temblaran tanto como para no sostenerse en pie y caminó con lentitud hacia el salón, tras coger la manta que siempre tenía doblada a los pies de la cama. Quería tumbarse en el sofá del salón y ver la tele…lo que fuese que diesen. Asi..las voces de los presentadores, actores, lo que fuese, la acompañarían, y dejaría de sentir miedo… y soledad.
Escuchó la llave en la cerradura antes de que llegase siquiera al sofá. Una sonrisa radiante se asomó a su cara, sin que pudiera siquiera pensar en evitarlo, y con una lentitud que la desquició, se giró hacia el pasillo que comunicaba con la puerta de entrada y comenzó a caminar hacia allí
- ¿Ale? ¿Peque, eres tú?
Le contestó el silencio y por vez primera, se le pasó por la cabeza, que quizás no era Alejandro. Se detuvo, temerosa, y esperó a que los pasos que oía avanzar hacia el salón, llegasen a donde ella estaba
- ¿Alejandro?- preguntó de nuevo- ¿eres tú?
En ese momento, Alejandro apareció en el quicio de la puerta del recibidor. No dijo nada, sólo la miró con tristeza. Susana sonrió, feliz, y comenzó a caminar hacia él para poder abrazarlo, para dejar de sentirse sola..para dejar de sentir miedo. El no se movió, y al acercarse ella, vio la figura que estaba escondida en la sombra. Se detuvo
- ¿Qué..?
Bea salió de detrás de la espalda de él y la miró con la misma tristeza que la había mirado él. Iban cogidos de la mano, y no se soltaron, aún en presencia de ella. Susana retrocedió y miró a su novio, que aún no se había movido. Se llevó una mano a la boca al comprenderlo todo
- ¿Alejandro…? Dios….¿Qué está pasando aquí..?

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