viernes, 9 de enero de 2009

Capítulo 75

Alvaro colgó el móvil y miró con preocupación a su amigo Anguila, que lo miraba desde la puerta. Suspiró
- Es demasiado cabezona….
- Pos sabias que no te iba a escuchar, marquesito.. no se pa’ que lo intentas…
- No me gusta nada que vaya a ver a Nacho… ese tío se las sabe todas…- contestó Álvaro pegando un puñetazo sobre la mesa
- Eyyy tranqui tio… que la niña sabe lo que hace.. que tiene la cabeza muy bien amueblá
- Pues no puedo evitar preocuparme….no puedo- contestó su amigo levantándose- dios! me siento tan impotente por no poder hacer nada, por estar aquí encerrado!
El Anguila chasqueó la lengua.- Lo se tio.. pero es mejor aquí que en la cárcel…¿o vas a hacerle caso a tu churri y te vas a entregar?
- No… sabes que no soporto la idea de volver a esa cárcel…
- ¿Y si ella tiene razón, Álvaro? ¿Y si cambiando la declaración, tu tuvieras una oportunidad para ser libre?
- Hay demasiados isis en esa frase, Anguila..- contestó Álvaro buscando frenéticamente el tabaco en los bolsillos de su pantalón
- ¿Me vas a decir que no lo has pensado? ¿Qué no te tienta tener una vida libre al lado de Bea?
Alvaro miró a su amigo con la angustia reflejada en su rostro
- Daría mi vida entera por tener la libertad de hacer feliz a Bea..por tener la libertad de darle la vida que se merece…pero soy un cobarde Anguila… un completo cobarde… Y la posibilidad de tener que verla a ella, a mi mismo tras unos barrotes, me inmovilizan… me hacen ser mucho menos que un hombre….mucho menos que el hombre que ella se merece….
- No te castigues asi marquesito… es normal que no quieras volver a la trena…sólo que esa posibilidad…esa posibilidad podría cambiar tu vida para siempre…
Alvaro se sentó de nuevo, ya desesperado, olvidándose del tabaco
- ¿Crees que debo entregarme?
- Yo no puedo decirte lo que tienes que hacer. Hace poco te hubiera ahostiao por pensarlo siquiera… pero ni yo, que estoy de tu lado, ni tus otros amigos que han estao aquí contigo, pueden decidir que es mejor para ti… Es tu vida.. y solo es tuya…
- Pero Bea…
- ¿Bea? Bea aceptará cualquier cosa que decidas Álvaro. Esa mujer te adora….
Alvaro no contestó. No podía entregarse.. era mas fuerte que él… aunque Bea se lo pidiera… aunque hubiese esa posibilidad. Ser tan egoísta lo mataba por dentro… lo destrozaba. Sabia que ella estaba haciendo lo imposible por estar a su lado… y él, en cambio no hacia nada. Soltó una maldición ahogada
- Creo que me voy al cuarto.. me duele la cabeza
- No te olvides del móvil…. para cuando ella te llame….
Su amigo sonrió y cogiendo el móvil, se dirigió hacia la puerta. Una vez allí, se giró de golpe
- Anguila…¿Has sabido algo de Nuri?
Una ráfaga de tristeza pasó por la mirada del amigo, pero pasó enseguida
- Sigue en Puerto Vallarta… con tu padre…
Alvaro se puso rígido ante sus palabras.- Mi padre...
- Si, sigue mal…- afirmó el Anguila
- Peor..- corroboró Álvaro, tenso. No estar al lado de su padre lo angustiaba mucho mas de lo que estaba dispuesto a admitir. No podía perdonarle su supuesto abandono, pero no podía dejar de saber de él a través de Gonzalo y Alejandro. Y saber que estaba prácticamente en su lecho de muerte, no le hacía sentirse mejor…. si no todo lo contrario- estaré en el cuarto…
El Anguila asintió con la cabeza y vio como se marchaba hacia las escaleras. Si un tiempo atrás le hubieran dicho lo mucho que iba a cambiar aquel hombre, no lo hubiera creído…. pero así era. Con todo lo que le estaba pasando.. a pesar de la frágil felicidad de haber recuperado a Bea, Álvaro Aguilar no era la sombra de lo que había llegado a ser un día… no mucho tiempo atrás.
Fue a marcharse tras él, mientras Álvaro se dirigía hacia las escaleras, cuando sonó el timbre de la puerta. No esperaban visita. Tanto Gonzalo, como Alejandro, avisaban antes de llegar.. y nadie había avisado de nada. Anguila sacó su pistola, mientras hacia señas a Jimmy que también se había asomado. Alvaro también sacó la suya y esperó, tenso
- Chicos, soy yo… Ale..¿me abrís?
Un rumor de puro alivio se dejó oir en la sala y Anguila se adelantó para abrir la puerta.
- Tiooo..¿como que no has llamao antes de venir? Casi te agujereamos esa cara que tienes!
Alejandro entró en la casa, como una auténtica alma en pena. Miró a su primo, que ya se había dado cuenta de su expresión, y guardando la pistola, corría hacia él
- No sabía dónde ir…- susurró Alejandro con voz rota- se que te pongo en peligro, pero….
- ¿Qué ha pasado?- le preguntó Álvaro, ya a su lado, y abrazándolo
- Se ha marchado… supo que yo sabía tu paradero.. y ha renunciado a todo…- no lloró, no en sollozos al menos. Hacia tiempo que se le habían acabado las lágrimas- y me ha dejado solo… sin saber si volverá…
- Tio..¿y como has venio aquí?- exclamó el Anguila, furioso- si la jueza esa sabe que tu sabes donde estamos, seguro que envía la pasma….
- ¡Ella no haría eso!- exclamó Alejandro mirándolo fieramente
- ¿Y cómo estás tan seguro?- volvió a preguntar el Anguila
- Vale ya..- cortó Álvaro- si él dice que ella no lo haría..no lo haría y punto… ¿estamos?
- Joder con las sensiblerías..- Anguila señaló a su amigo- esto te va a traer problemas, marquesito… vaya si te los traerá….
Alvaro no le contestó. Cogió a su primo por los hombros y lo condujo a la cocina. Necesitaba un buen trago de algo fuerte… y él también.
Bea salió con paso seguro del ascensor, aunque no pudiera evitar temblar por dentro. No le asustaba lo que Nacho pudiera hacerle a ella…. pero si las consecuencias.. lo que pudiera hacerle a los demás… a Álvaro.
La secretaria la vio llegar y sus ojo brillaron de reconocimiento. Ella se llevó un dedo a los labios, pidiéndole que no dijera nada, y se acercó a la puerta del despacho de Nacho, dudando unos segundos antes de picar. Hacía poco que Nacho había alquilado aquel despacho a parte de su trabajo en Bulevar.. o al menos eso era lo que le había dicho a ella. Y ella aún no estaba acostumbrada a aquel lugar… tan sobrio… tan ajeno….
- Adelante..- la voz de Nacho se escuchó alta, clara, a través de la madera de la puerta. Beatriz cogió aire y giró el pomo, entrando en el despacho
Él no la miró en un primer momento. Estaba muy atento a algo que leía en la pantalla del ordenador. Le hizo una seña para que pasara
- ¿Qué pasa, Victoria?- le hablaba a su secretaria
- Hola Nacho..- susurró Bea
Nacho levantó la cabeza de golpe y la miró. En su rostro se reflejó la sorpresa y la incredulidad
- Bea…?
Ella sonrió débilmente.- Te ves bien… ¿cómo estás?
Nacho se levantó, olvidando momentáneamente el ordenador.- ¿Eres tú de verdad?- preguntó
- La misma que viste y calza..
El abogado se lanzó sobre ella y la abrazó con fuerza, mientras la besaba por todo el rostro. Bea intentó apartarse, sin mucho éxito.
- ¿Estás bien?¿Te han hecho daño?- le preguntó apartándose un tanto de ella, pero sin soltarla de los brazos- ¿cómo has conseguido escapar?
- Nacho…
- Yo le denuncié mi amor…- siguió Nacho sin notar siquiera que ella había hablado- tendremos que ir a la policía para que les digas el paradero…y que capturen a ese mal nacido..
- Nacho…- empezó ella de nuevo
- Porque te secuestraron y…
- ¡NACHO!- le gritó Bea al final, consiguiendo por fin que la mirara- escúchame… ¿quieres?
- ¿Qué pasa?- preguntó él entrecerrando los ojos y mirándola mientras ella se soltaba y lentamente ponía distancia entre ellos
- Que…que – dudó un instante, cogiendo aire, buscando fuerza- quiero que retires la denuncia, Nacho…
Nacho apretó la mandíbula.- ¿Qué?- intentó relajar las facciones, sin éxito- mira cariño.. acabas de pasar un traumático momento de tu vida.. no debes de estar segura de nada… si ellos te han amenazado..
- Nadie me ha amenazado Nacho- le cortó ella, seria- y nadie me secuestró. Estuve en esa casa porque quise estar allí…porque estoy enamorada de Álvaro.. y porque jamás he dejado de amarlo…
Un siseo se escapó entre los dientes del abogado. Bea se esperaba un arranque de furia y se encogió instintivamente… hasta que le escuchó reir… reir a carcajadas.
- Cariño… el síndrome de Estocolmo se cura con terapia… ¿con lo lista que eres, y no te has dado cuenta?- le dijo entre risas
Bea le miró, sorprendida.- ¿Síndrome de Estocolmo? No Nacho, yo…
- ¡Claro que es eso! ¿Qué mas si no? ¿No recuerdas todo el daño que Álvaro te hizo? Tu y yo tenemos algo grande, Bea.. y él ya no formaba parte de tu vida…
Ella retrocedió un tanto, dándose cuenta de lo que estaba intentando él. Quería manipularla.. de nuevo.. como tantas otras veces…Que tonta había sido en el pasado.. que no se había dado cuenta de nada…creyendo todas y cada una de las palabras que había pronunciado.
- Alvaro siempre ha formado parte de mi vida…- dijo ella con voz ahogada- y siempre formará…
- No cariño.. claro que no..- su voz sonaba dulce, pero Bea adivinó la ira tras sus palabras- él irá a la cárcel… a pudrirse allí.. y te dejará.. “nos” dejará en paz… - se acercó a ella, intentando atraerla hacia él, pero ella se escabulló
- No me toques..- siseó ella entre asustada y furiosa
Los ojos de él se volvieron mas oscuros, pero en su rostro no se movió ni un músculo. Bea admiró su control.. aunque eso la asustara mas que cualquier otra cosa
- Se que ahora estás confusa, pero…- siguió Nacho
- ¡No estoy confusa! ¡Deja de intentar manipularme!- casi gritó ella al ver que él volvía a avanzar- ¡quiero a Álvaro, y el único que ha de salir de mi vida eres tú!
Nacho apretó de nuevo los dientes, pero siguió sin perder el control. Sus puños se apretaron imperceptiblemente a los costados de su cuerpo
- Bea…- murmuró
Ella cogió aire, intentando mantener sus emociones controladas de la misma forma que él lo hacía. Pero le estaba costando mucho conseguirlo
- No he venido a discutir.. ni a que me manipules Nacho. Se muy bien lo que digo… lo que siento.. lo que he sentido siempre. Lo nuestro fue siempre una mentira… me escudé en ti, intentando desesperadamente olvidar a Álvaro… pero no lo conseguí. Desde ese día no he hecho mas que cometer errores que han destruido mi vida.. la de Álvaro.. y en tal caso, hasta la tuya…- soltó el aire, sintiendo que las fuerzas le volvían- pero no mas errores… las mentiras, los engaños terminan aquí. Estoy dispuesta a decir la verdad de ahora en adelante… y esta es mi verdad, Nacho.. la única verdad que existe…
- ¿La verdad? ¿Qué amas a ese canalla?- él ya no se molestó en parecer inalterable. La rigidez de su rostro lo delataba
- Que lo amo… que mentimos en aquel juicio…y que lo condenamos a 15 años injustamente. Voy a contar la verdad….y voy a contarla hoy mismo…
Bea lo esperaba, pero no se apartó con la suficiente rapidez. Nacho la agarró por un brazo, retorciéndoselo a la espalda
- Tú no vas a contar nada, mosquita muerta… ya está bien de gilipolleces…
- Suéltame Nacho… ¡me haces daño!
- ¿Y crees que me importaría romperte el brazo? ¿O la cara?¿O cualquier parte del cuerpo?
- Nacho..¡por favor!- rogó ella
- Nacho, por favor…- la imitó burlonamente él- eres una estúpida… ¡jamás volverás a verle! Me encargaré personalmente no solo de que no digas una palabra… si no de que ni siquiera vuelvas a acordarte de que ese hijo de perra existe…¿está claro?
Bea se mordió los labios, intentando no dejarse llevar por la histeria. El dolor del brazo le nublaba todo pensamiento coherente, pero debía pensar.. debía conseguir salir de todo aquello. Nacho le retorció mas el brazo, hasta hacerla caer de rodillas. Ella gimió
- Tu eres mía…- le decía Nacho en aquel momento- ese cerdo no me ganará…¿lo entiendes? Eres mía…!
- ¡Estoy embarazada!- gritó ella. Y justo en el mismo momento en el que lo gritó, se arrepintió de hacerlo. Sobretodo cuando la mano de Nacho la golpeó con fuerza, estrellándola contra la pared, y escuchaba su grito de furia a través de la neblina de dolor que la rodeaba.

1 comentario:

Pheebs dijo...

¿Y qué? ¿Qué ha pasao? ¿Cómo sigue? Cosiiiiiiiiiiii que siempre que me haces igual me haces lo mismo! Que lo has dejao en lo mejor y ahora qué? Ahora a darle vueltas a la cabeza y me imaginaré cualquier cosa y tú me saldrás por la vía de tarifa.
Aisssss que malo es Nacho... pero malo malo. A ver qué pasa ahora. Así que espero el próximo capítulo para ayer!!!

Aissssssss que cruzzzzz