miércoles, 28 de enero de 2009

Capítulo 80

Diana dejó la taza sobre la mesa, y miró su mano que aún temblaba de forma evidente. Suspiró y la dejó caer, mientras miraba a Zarek que abría la puerta de su despacho en ese momento. Estaban en comisaría, en el despacho de Zarek, dónde habían tenido que ir para prestar declaración. Pero la verdad, es que aún no había hablado con nadie. Parecía que Zarek se estaba ocupando de todo… y lo agradecía. No tenía fuerzas para enfrentarse absolutamente a nada.
- ¿Cómo estás, cielo?- le preguntó Zarek cerrando la puerta tras de si- ¿más tranquila?
Diana lo miró, y al hacerlo, no pudo evitar que los ojos se le humedecieran. Zarek corrió hacia ella, abrazándola
- Ey, ey… ya pasó… ya pasó todo..
- Dios Zarek..- dijo ella contra su cuello- no he pasado tanto miedo en mi vida…Ella es como mi hermana… si le hubiera llegado a pasar algo…
- Pero no le ha pasado nada…¿verdad? Ella está perfectamente…
- Con el shock emocional de un caballo….
- Es normal… tuvo muchas agallas para hacer lo que hizo…- afirmó Zarek separándose un poco de ella y mirándola
- Recuérdame que cuando se recupere del susto, le pegue una buena colleja…
El policía sonrió y le acarició el cabello.- No hará falta…seguro que lo que estás deseando es darle un buen abrazo…
Diana resopló y no dijo que tenía razón. Pero la tenía. A excepción de cuando su hermana Ana había entrado en coma, no había sentido jamás tanto miedo, ni tanta angustia. Ver a Susana llena de sangre y desmayada en brazos de Alejandro, había hecho que comenzara a temblar, y aún no había dejado de hacerlo.
- ¿Y que va a pasar con Nacho?- preguntó volviendo a la realidad- porque espero que no salga de esta…
- Los médicos dicen que se recuperará..- la corrigió Zarek- pero está detenido por intento de homicidio.. así que del hospital, irá directamente a prisión preventiva.
- No lo colgarán del palo mas alto, no…- dijo ella entre dientes
- Del palo no… pero si le van a caer unos cuantos años… eso tenlo por seguro..
Diana miró a su novio, con ansiedad
- ¿Y Susana? ¿Y Alejandro?¿Qué va a pasar con Alejandro?¿Lo vais a acusar de complicidad en la fuga de Álvaro?
Zarek se separó de ella y se sentó en la mesa, mirándola de frente
- Susana no ha de preocuparse por nada. La pistola se disparó en el forcejeo.. y suerte tuvo de que no le diera a ella. Ahora solo ha de preocuparse de seguir adelante…
- Ya… ¿Y Ale..?
El policia suspiró.- Voy a darle un voto de confianza a tu grupo de superhéroes…y voy a esperarme a ver que nos cuentan en esa bendita reunión tan importante a la que tengo que asistir..
- ¿No le vas a detener por cómplice?
- Aún no..- fue a decir algo mas, pero se detuvo. No estaba muy seguro de porque lo hacía. Sólo sabía que no quería dar las cosas por sentadas tan pronto- ¿estás preparada para ir a la reunión..?
Diana lo miró y se levantó de la silla.- No… pero estoy deseando oír que es tan importante, para querer reunirnos a pesar de lo que ha pasado, y de la detención de Álvaro..
Zarek asintió con la cabeza, totalmente de acuerdo con ella. Le ofreció la mano, que ella cogió con rapidez, y los dos salieron de la oficina, para dirigirse al exterior.
Susana abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de Alejandro, que la miraba con una sonrisa
- Hola…- la saludó él, acariciándole la mejilla con suavidad
- Hola…- ella abrió mas los ojos- ¿dónde estoy?
- En casa…- Alejandro se inclinó hacia ella y le besó en la frente- el médico te dio el alta hace un par de horas…dijo que sólo tenías el susto, y que lo que necesitabas era irte a casa y descansar…
- ¿Y he venido….dormida?- al ver la ancha sonrisa de él, comprendió- ¿me has traído en brazos?
- Como una princesita dormida…
Susana sonrió sin poderlo evitar y se incorporó un poco en la cama. Lo miró
- ¿Tú estás bien…?- le preguntó tras una pausa
- Mas que bien ahora que se que tú estás sana y salva…dios Su.. me diste un susto de muerte..creí que te había perdido…
- Yo también lo pensé…- susurró mientras se miraba a sí misma y veía su pijama, limpio- ¿también me cambiaste de ropa?
- No llegaste muy vestida del hospital…- susurró él sentándose mas cerca de ella
Ella guardó silencio durante un momento y desvió la vista. Sentía ganas de llorar, pero se contuvo mordiéndose los labios. Estaba a salvo.. y Alejandro con ella. Aunque su miedo parecía haberse incrementado por diez, ella ya debería tener bastante…
- Peque… yo..
Susana lo miró, adivinando lo que iba a decir. Lo miró, mientras le ponía un dedo en los labios
- No…no hace falta que digas nada…
Él se inclinó hacia ella y buscó sus labios, suavemente, casi con miedo. Susana se dejó besar, recibiendo de ese beso, mucho mas amor de lo que nunca pudo imaginar en su vida. Sintió las lágrimas de él y las suyas propias resbalándole por las mejillas
- No me dejes nunca, mi vida… nunca..por favor… por favor…- suplicó él entre lágrimas
Ella le abrazó con fuerza, queriendo fundir piel con piel.- Nunca…nunca…nunca jamás… perdóname.. por favor.. perdóname…
Alejandro la volvió a besar, mientras sus manos buscaban el contacto de su cuerpo, queriendo grabar el tacto de su piel en la yema de los dedos. Susana lo abrazó con fuerza, buscando la calma que sólo su presencia podía darle, y asi darle esa misma calma a él. Darle la calma.. la paz.. de la misma manera que le había dado su alma, su corazón y su vida entera. Porque cada latido de su corazón llevaba su nombre grabado, en un grito que rompía el silencio del vacío que siempre había sido parte de ella. Porque él la llenaba.. la hacía reir, llorar, sentir viva… increíblemente viva.
Y daba igual que ya no fuera a ser juez, o abogada… o fiscal. Ahora sabía que podía ser cualquier cosa que se propusiera… porque por fin había encontrado su camino en la vida… y ese camino sólo le llevaba a él.
- ¿Tienes que irte?- preguntó cuando, largos minutos mas tarde, Alejandro se separó un tanto de ella, y miró hacia la puerta de la habitación con gesto apesadumbrado
- Hay una reunión de última hora…- le dijo él asintiendo con la cabeza- por lo visto hay pruebas a favor de Álvaro..- movió la cabeza, ladeándola, mientras volvía a mirarla- pero no quiero dejarte sola…
- Tienes que ir..- le dijo ella con una sonrisa- yo estaré bien…
- ¿Seguro?
- Seguro… además, alguien me ha de contar como va todo…¿no?
- Pueden pasar sin mi..- dijo él, terco
Ella le cogió de las manos
- Mi amor… has luchado mucho para encontrar algo que ayudara a Álvaro. Si ahora hay una posibilidad tan fuerte, has de ir allí y comprobarlo por ti mismo. Te lo mereces…
- Por esa lucha, casi te pierdo… yo…
- No… no fuiste tu. Yo seguí a Nacho porque había ido a enfrentarlo a su oficina y vi como se llevaba a Bea…
- Si, lo se.. Diana me lo contó todo mientras te reconocían en el hospital…- Alejandro cogió aire- sólo espero que ese hijo de puta se queme en el infierno..
Ella guardó silencio. No sabía como acabaría Nacho.. sólo sabía que no quería volver a verlo nunca mas en su vida.
- Vete ya…- le dijo Susana tras una pausa, mientras le acariciaba la cara- tendré el móvil a mano por si quieres llamarme…
- Llámame si me necesitas..¿vale? Vendré corriendo- se levantó
- Prometido…- ella levantó la mano, como en los juicios
Alejandro se inclinó de nuevo para volver a besarla.- Te quiero peque..
- Yo mas…- contestó Su devolviéndole el beso
El se dirigió a la puerta, mirándola ya con añoranza, demostrándole, con esa simple mirada, lo mucho que le costaba dejarla.
Susana permaneció con la sonrisa hasta que Ale salió de la habitación. Una vez sola, se dejó caer contra las almohadas, y dejó que las lágrimas de dolor y de miedo, fluyeran con libertad, mientras ahogaba los sollozos contra las sábanas.
Alvaro miró a su alrededor, cuando Muñoz, con una sonrisa cínica, cerraba la puerta de la celda tras de si. Era la misma celda, la que había compartido con el Anguila… pero ahora estaba vacía.. a la espera de que le trajeran un nuevo compañero..o que le dejaran solo por los 15 años que le tocaba estar allí. Se tocó el pelo desesperado, y se sentó en su antigua litera, odiando el ruido de los muelles, que tantas veces había escuchado en las largas y tediosas noches. Suspiró, vencido, dándose cuenta que después de toda la lucha, nada había valido la pena… nada.
Excepto Bea. Su Bea. Despues de todo el dolor, la rabia, las dudas… la impotencia.. le había quedado ella. Porque ella le amaba… porque el juicio había sido para ella una pesadilla igual que para él… y había pagado un precio también demasiado alto.
Y porque estaba esperando un hijo… su hijo. Un hijo de los dos.. un hijo que le devolvía las esperanzas, las ganas de vivir.. de seguir luchando. Un hijo que le devolvía la fe en la vida.. en el futuro.. y en la propia justicia. Porque el cielo, o el infierno, no dejaría que su hijo se criara sin él… sin el amor de sus padres.. que lo adorarían.. de la misma manera que se adoraban entre ellos.
El bolsillo interior del pantalón le vibró y se acordó del móvil que no le habían quitado. Ni siquiera él se había acordado que estaba allí… y aunque en él podía ser mas normal, le extrañó que el inspector no le cacheara mas a fondo antes de meterlo en prisión. Lo cogió con rapidez, silenciándolo, y miró hacia la puerta de la celda, por si Muñoz se había percatado de algo.. pero todo seguía tranquilo. Se sentó en la litera, pegando la espalda contra la pared, y miró la pantalla. Era un mensaje de Bea. Sonrió feliz
“ No estás solo mi amor… nosotros, tu hijo y yo, estamos contigo. Y asi va a ser siempre… Mira.. mira la luz que entra por la ventana.Verás la luz de la esperanza mi amor.. esa esperanza que creímos perdida, pero que ahora nos da las ganas de vivir. Te amo. Mas que a nada en el mundo..Tu Bea”
Y Álvaro miró hacia la estrecha ventana y si vio la luz.. a pesar de la oscuridad de la noche.. y a pesar de los gruesos barrotes que en otro tiempo le habían asfixiado hasta casi hacerle gritar de dolor.

lunes, 26 de enero de 2009

Capítulo 79

Nacho sonrió ampliamente al ver a Susana allí. No soltó a Bea, mientras se giraba totalmente hacia ella
- Mi koalita ha venido a verme…- dijo con tono meloso, haciendo que a Susana le entraran ganas de vomitar- ¿y este placer, mi amor?
- Suéltala Nacho…- dijo ella con voz neutra- si la sueltas, me iré contigo
- ¡¡¡Susana!!! ¿Qué demonios haces???- Diana se adelantó un par de pasos, pero Zarek la detuvo, negando con la cabeza
- ¿Y crees que tú me compensas no vengarme de Aguilar? – apretó a Bea con fuerza, que miraba a la jueza, aterrada
- Quizá estoy errada si pienso que has querido tenerme en tus manos toda la vida….
Se oyó una maldición de boca de Diana, pero Susana se mantuvo en silencio, intentando controlar el temblor y el miedo que le recorría el cuerpo. Nacho se echó a reir
- No lo hagas tan banal cariño… sabes que no habrá hombre en el mundo que te ame como te amo yo…- esto último lo soltó con rabia, y Susana sintió un escalofrío
- ¿Entonces….?
- ¿Cambiarte a ti por este mosntruo que tiene la desfachatez de llamarse mujer? No hay color mi amor… no hay color…
- ¡¡Maldito hijo de puta!!!- gritó Álvaro desde la puerta de la casa, abandonando toda prudencia
Zarek levantó las manos, pidiendo tranquilidad a sus hombres. Nacho se giró hacia Álvaro, aún reteniendo a Bea, aunque ahora la pistola iba de la cabeza de ella, a la cabeza de él
- ¿Qué te crees, Aguilar? ¿Qué a mi me puede gustar esta mujer de la que tú pareces prendado como un colegial? ¿De verdad te crees que tengo tan mal gusto? – Álvaro apretó los dientes, lleno de ira, pero Nacho no pareció notarlo- sólo la conquisté para hacerte daño.. para destruirte…
- ¿Por qué…?- Álvaro le miró, sin entender nada
- ¿Qué porque?- Nacho se alzó de hombros- porque tú lo tenías todo y yo no tenía nada. Porque odio a los niños ricos como tú que con una sonrisa y un movimiento de mano, lo tienen absolutamente todo a sus pies… y porque quería el imperio que Diego de la Vega me prometió… y sólo lo conseguiría quitándotelo todo a ti
- Tú no sabes nada de mi…- contestó Álvaro entre dientes
- Lo suficiente… sé lo suficiente…se que a pesar de lo que digas, te importa lo que piensa tu padre.. se que no querías el puesto de director, pero lo cogiste por él, se que te preocupan demasiado los demás… y que tienes el peor gusto en mujeres de lo que jamás creí. Pero nunca la tendrás… y esa será mi venganza…
Susana adelantó un paso, mientras Álvaro miraba a la policía desesperado. Miró a Bea, que lloraba asustada y luchó para mantener la calma y transmitírsela a ella. Bea le miró, y al ver su sonrisa, sintió que todo era posible
- Goñi, estás jugando con fuego…- le avisó Zarek acercándose hasta quedar casi a la altura de Susana
- ¿Y que pasa si me quemo, inspector? Puedo matarla a ella, que Aguilar sufra hasta la agonía, y yo acabar en la cárcel… ¿cree que eso me importa?
- ¿Y dejar a Susana libre para estar con otra persona… conmigo, por ejemplo?
Todos se giraron hacia la voz que provenía de la puerta de la casa. Alvaro gritó una negativa, que vino acompañada de algunas voces provenientes del interior, mientras que Susana contenía el aire. Alejandro avanzó con la pistola en la mano, pero bajada, aunque sólo dios sabía las ganas que tenía de empuñarla y pegarle un tiro al abogado.
Nacho, al verlo, siseó de odio
- El que faltaba… el primito…- dijo entre dientes
- ¿Por qué no dejas de dar el espectáculo y sueltas a Bea? Álvaro ya se entregó… no hay nada mas que hacer aquí…
- Eres muy listo…¿Qué has salido para ver como Susana se va conmigo?
Alejandro se detuvo, no muy lejos de él
- Susana es mi novia. Ella jamás se irá contigo.
- Ella no es tu novia…. Sólo se acuesta contigo, medicucho de pacotilla
El primo de Álvaro lo miró, haciéndose el sorprendido.- Vaya.. si hasta sabes que soy médico…- sonrió cínicamente- ¿y cuándo has llegado a la conclusión de que “ solo “ se acuesta conmigo?
- ¡Ella es mía!- vociferó Nacho
Alejandro tiró el arma al suelo, y le enseñó las manos desnudas.- ¿Por qué no sueltas a Beatriz y arreglamos esto como hombres, Goñi?- le retó
- Yo no me mancho las manos, García… antes te meto un tiro y me quito dos problemas…- sonrió, como si se le acabara de ocurrir la mejor idea del mundo- si, eso sería lo mejor. Si tú murieras, maldito bastardo, tu primito lloraría como un desgraciado… y jamás volverías a tocar a mi mujer…
- Claro… la salida mas fácil…- le contestó Alejandro, que a pesar de la amenaza, no se movió ni un milímetro.
- Alejandro…no…por favor..- Susana le llamó sin poder contenerse. El miedo la atenazaba.. pero ahora ya no era por ella, si no por él, por el hombre que amaba… por el hombre, ahora lo sabía, daría la misma vida. Nacho se giró hacia ella
- ¿¿Le vas a defender?- le gritó fuera de si- ¿Le vas a defender a él?- dijo señalando a Alejandro
Ella se llevó una mano a la boca, asustada, y retrocedió hasta chocarse con Zarek que la cogió por los hombros.
- Goñi, se acabó..- dijo Zarek soltando a Su y adelantando un paso
- Si, se acabó..- acordó Alejandro
Nadie se esperaba la reacción de Nacho y a todos les pilló de sorpresa, dejándolos prácticamente fuera de control. El abogado soltó a Bea, tirándola al suelo, mientras con el arma, totalmente fuera de si, apuntaba a la cabeza de Alejandro
- ¡¡BEA!!!!- gritó Álvaro corriendo hacia ella
Zarek gritó por el pinganillo diversas órdenes, mientras sus hombres comenzaban a moverse. Parecía que lo hacían rápidamente, pero algo le dijo al inspector, que no lo suficiente. Se giró hacia Diana, instintivamente, sabiendo que no se quedaría quieta, pero respiró aliviado, al ver que ella no había hecho movimiento alguno
- ¿Quieres morir en lugar de tu primo, maldito malnacido?? ¡Pues tus deseos son órdenes para mi! ¡Jamás volverás a tocar a Susana!
Nacho apretó el gatillo, mientras Alejandro retrocedía un paso por puro instinto y veía la vida pasar por delante de sus ojos. Buscó a Susana con la mirada, para verla por última vez, pero ella ya no estaba en el mismo lugar. Y no le dio tiempo a seguir buscándola, porque alguien se tiró encima de Nacho, tirándolo al suelo y haciendo que el tiro errara en el aire
- ¡¡Nooooo!!!! ¡¡¡Susana!!!!- era el grito de Diana, y Alejandro se quedó paralizado, mientras veía como Susana forcejeaba en el suelo con Nacho. La policía corrió hacia el lugar, mientras Diana gritaba el nombre de su amiga.
Todo sucedió en cuestión de segundos. Alvaro abrazó a Bea antes de que un par de policías lo apresaran, y separándolo de ella, le esposaran, ante la desesperación de ambos que se morían por tocarse. Bea corrió hacia él y le abrazó de todas formas, rodeándolo con sus brazos y quedándose allí, pegada a él. Alvaro apoyó la cabeza sobre la de ella, sin poder abrazarla, mientras los dos policías, se quedaban quietos, dejándolos hacer.
Susana seguía en el suelo, forcejeando, cuando Alejandro reaccionó escasos segundos mas tarde de verla tirarse sobre su letal enemigo. Quiso gritar su nombre, pero el miedo lo dejó mudo y comenzó a mover las piernas que le pesaban como si fueran de plomo. Tras varios pasos, consiguió echar a correr, sintiendo el corazón en la boca, con el pánico dominándolo por momentos.
El disparo se escuchó antes de que Alejandro llegara hasta ellos y Diana gritó echando también a correr hacia ellos. Todos parecían haberse quedado detenidos, menos ellos dos, y Zarek que comenzó a pedir una ambulancia a gritos. Alejandro se dejó caer de rodillas en el suelo, al lado del cuerpo de Susana, que comenzaba a moverse lentamente, mientras él la tocaba, lleno de angustia
- Susana, mi vida… ¡ dios! ¿estás bien?
Ella le miró, con los ojos vidriosos, llenos de espanto, y al escuchar el sonido ahogado que emitió Diana, que acababa de llegar, se miró a si misma y comenzó a llorar, desesperada. Su vestido estaba lleno de sangre, igual que sus manos, y el miedo la dejó exhausta, cayendo sobre Alejandro, que ya la esperaba con los brazos abiertos, llorando con ella
- Mi vida… no me dejes… no me dejes…por favor…- sollozó
Diana se acercó a ellos, entre lágrimas, mientras tocaba el cuerpo inerte de Susana, desmadejado en los brazos de Ale.
Laura ya esperaba a Gonzalo cuando éste llegó a Bulevar. Le abrió la puerta del coche
- ¿Se sabe algo de Álvaro y Bea? ¿Qué es lo que le ha pasado a Francisco? ¿No habeis sabido nada de la policia?
La abogada lo cogió de la mano y tiró de él hacia el interior del edificio
- No sabemos nada de Álvaro….ni de Bea. Francisco ha sufrido un infarto que no ha podido superar.. y no, no tenemos noticias de la policia…
- Dios Laura… ¿Por qué todo tiene que suceder al mismo tiempo?
Ella se alzó de hombros, y no hablaron mas hasta que tras coger el ascensor, y salir de él en la segunda planta, vieron que Cris los esperaba
- ¿Dónde están los demás?- preguntó Gonzalo
- No hemos podido localizar a nadie… excepto a ti- explicó Cris- Saymi se va a encargar de los trámites en México, junto con Merche… pero aquí no hay nadie que represente a la familia Aguilar
- Eso no es verdad… está..- empezó Gonzalo
- Ya te he dicho que no hemos localizado a Alejandro..- repitió Cris
- No me refería a Alejandro.. si no a Jota.
- ¿A Jota?
- Si.. él es el encargado de mantener todo el patrimonio de los Aguilar. De hecho, todo lo que hizo, lo hizo bajo las estrictas órdenes de Francisco..
- ¿No era de un socio?- preguntó Laura
- Ni siquiera sabemos quien es ese socio…- intervino Cris- Jota siempre ha sido muy cauto con ese tema…
Gonzalo fue a contestar, cuando el propio Jota salió del ascensor, seguido de Santi
- ¡Jota!- exclamó Cris. Nadie le había contado aun lo que había pasado con Francisco, y ella sabía que sería un duro golpe para él- estábamos hablando de ti…
- Hay que convocar una reunión a la de ya…- dijo él, tenso- incluso habría que llamar al inspector amigo de Diana…
- ¿Qué pasa, Jota?- fue Laura la que preguntó
- Tenemos pruebas… pruebas de que todo el desfalco de Bulevar fue un montaje para hundir a Álvaro….e incluso de dónde está todo ese dinero ahora mismo…
- ¿¿Qué???
Santi no pudo evitar sonreir, al ver como los tres se habían quedado sin palabras.

lunes, 19 de enero de 2009

Capítulo 78

Nacho apretó a Bea con fuerza, para que no volviera a gritar, mientras los coche patrulla rodeaban la casa, envueltos en el ruido ensordecedor de las sirenas. Todo el mundo se movió con lentitud, mientras Zarek bajaba la pistola, aún humeante. Diana, a su lado, tuvo ganas de soltar un comentario sarcástico ante la escena con el tiro al aire que el policía acababa de protagonizar, pero se mordió la lengua guardando silencio. No estaba el horno para bollos.
- ¡Goñi!¡Suelta el arma! ¡¡AHORA!!- le exigió Zarek
- ¡Aguilar está en la casa!- vociferó Nacho fuera de si- ¡ es a él a quien tienen que detener!
- Eres tú el que tiene el arma, Goñi.. – intentó razonar Zarek con un tono de voz mas normal- suéltala y nos ocuparemos de Álvaro Aguilar
- ¡Y se piensa que me lo voy a creer!- siguió gritando el abogado- ¡ ese cretino tiene una estrella en el culo, y no cederé hasta que no esté arrestado!
Zarek siseó entre dientes, mientras le hacía una señal a sus hombres para que no dispararan. Diana, a su lado, se tensó visiblemente
- Esto pinta muy jodido Zarek- dijo en un susurro tan bajo que a Zarek le costó oírla- pero jodidamente jodido…¿Por qué no le pegas un tiro y acabamos antes?
- Goñi… esto es trabajo de la policía- habló Zarek de nuevo, sin hacer caso del comentario de Diana- baja el arma y no te pasará nada
Nacho comenzó a reir a carcajadas
- Ahora el crédulo es usted, inspector..¿se piensa que voy a bajar el arma, para que ese mal nacido se salga con la suya? ¡No pienso hacer nada hasta que ese hijo de puta de la cara!- terminó encañonando con mas fuerza contra la cabeza de Bea, haciéndola soltar un gemido. Un murmullo de horror, se extendió, haciendo que Zarek alzara la mano derecha, pidiendo silencio. La orden no tardó en cumplirse
- Goñi, se está complicando la vida… lo sabe ¿verdad?
- Me importa una mierda… ¡si yo voy al infierno, me llevaré a Aguilar conmigo!
Una voz se escuchó en el pinganillo que Zarek se había puesto en el oído antes de salir del coche
- Inspector…
- Dime Gutierrez- Zarek se llevó una mano al pinganillo, y habló, sin apartar la vista de Nacho
- Tenemos que hacer que Álvaro Aguilar salga de esa casa. Me da en la nariz que este tío está loco… y hasta que no salga, no podremos razonar con él.. y a este paso le pega un tiro a la muchacha…
Zarek supo que su subalterno tenía razón. Y visto dónde estaban, tampoco podían acabar la operación sin detener a Álvaro. Miró a Diana, que a su lado, aún tensa, observaba la escena
- Lo siento Diana..- susurró
Ella negó con la cabeza, sin mirarlo. Sabía a lo que se refería, después de la conversación que acababan de tener en la oficina. Las cosas se habían precipitado… y ya no había marcha atrás
- Deten a Álvaro y acaba con esto de una vez….- dijo firme, pero con la tristeza marcando cada línea de tono de su voz- y de postre métele un tiro de una buena vez entre los huevos, a ese hijo de perra de Goñi…- terminó con odio
Dentro de la casa, Álvaro se había detenido en seco al escuchar las sirenas de los coches patrulla. Un sudor frío le cubrió la frente, y se giró hacia su primo y el Anguila, que le miraban espantados
- Mierda…- siseó el Anguila
- ¡Álvaro, o sales o la agujereo entera!- gritó Nacho en ese momento- ¿no quieres tanto a tu zorra? ¡ Pues sal a buscarla y demuéstralo!
Alvaro dio un paso hacia delante, llevado por el pánico de perder a Bea, pero Alejandro lo detuvo cogiéndolo del brazo. Alvaro no se giró para mirarlo
- ¡Cállate Goñi!- gritó una voz desde el exterior. Al segundo siguiente, se escuchó otra voz, amplificada por la ayuda de un altavoz
- Alvaro Aguilar, le habla la policía. Le estamos rodeando.. repito, le estamos rodeando. No presente resistencia y salga con las manos en alto. Repito.. salga con las manos en alto
Álvaro soltó una maldición y se llevó las manos a la cabeza, desesperado. El Anguila se adelantó
- Esta pasma es la hostia, tio… tienen a un cabrón apuntando a una pava con la pistola y sólo se preocupan de que tú te entregues…¿alguien me puede explicar esa gilipollez?
- Es una táctica…- contestó Alejandro, que seguía al lado de Álvaro- si quieren que Goñi razone para que suelte el arma, han de darle lo que quiere.
- ¿¿¿Te digo yo lo que quiere???- soltó Anguila, agresivo- una buena sartá de hostias.. eso es lo que quiere…. ¡¡¡¡ ayyyy que no me lo pille yo en el trullo, porque va a tener que ahorrar toa su puta vida para cambiarse la cara de cómo se la voy a dejar!!!
- Tranquilo Anguila…a ver que hace cuando vea que Álvaro no está solo….
Alvaro no les escuchaba. Estaba tan metido en su propio dolor y desesperación, que la cabeza estaba a punto de explotarle. Quería salir de la casa como un loco y matar a tiros a aquel hijo de puta que se estaba atreviendo a amenazar a Bea, pero la presencia de la policía le detuvo. Pero lo extraño era que no tenía miedo de lo que pudiera pasarle a él, no mientras Bea saliera de aquel trance. A pesar del miedo anterior a acabar en la una celda de nuevo, ahora ya no lo sentía.. y lo único que quería hacer era salvarla a ella. Porque ella era lo único que importaba… nada, absolutamente nada, importaba fuera de ella.
Las voces de Alejandro y Anguila llegaron a su mente como un eco, y el corazón se le detuvo en el pecho. Su presencia allí les comprometía como cómplices… y aunque sabía que ellos darían y harían cualquier cosa por él, él no estaba dispuesto a que nada de todo aquello les salpicara, y que por su culpa, una vez mas, ellos dos acabaran en una celda. Entonces entendió su miedo al escuchar las sirenas, y se dio cuenta de que era la hora final. Había llegado el momento de hacer lo correcto
- Nadie va a salir conmigo- dijo de espaldas a ellos y con la voz mas clara que pudo- vosotros os quedais aquí
- ¿¿Qué??- exclamaron ambos a la vez
Alvaro se giró hacia ellos, mientras observaba como el resto de los hombres que les ayudaban, marcaban posiciones dentro de la casa
- Voy a salir, y voy a salir solo- afirmó
- Tu estás majareta, tio..- exclamó Anguila
- Alvaro…- Alejandro hizo una pausa, escogiendo bien las palabras- sabes que no estoy en contra de que te entregues…- hizo una nueva pausa- pero no creo que este sea el mejor momento….
- Pos no…- enfatizó Anguila
- ¡¡Tiene a Bea!!!- medio gritó Álvaro, dejando salir parte de su pánico- ¡¡No puedo permitir que le pase nada!!!
- ¿Y quien te garantiza a ti que si sales no le meta un tiro en la cabeza sólo para que tú la veas morir?- preguntó Alejandro con crueldad- ese tío está loco… Tiene a toda la policía de Madrid detrás, y él sigue apuntando a Beatriz como si le importara una mierda todo lo que no seas tú saliendo de la casa completamente desarmado…
- ¿No hablaste hace un rato de riesgos, Ale?- le preguntó Álvaro, mirándolo con fijeza- quizás ha llegado el momento de que me arriesgue...
- ¡No hablaba de esto, Álvaro!- exclamó Alejandro, frustrado- entregarte a la policia, no ponía en riesgo tu vida…¡pero ahora si!
- ¿Y crees que eso realmente me importa?
- ¡Maldito egoísta!- le gritó Alejandro, furioso- ¡ siempre pensando en ti! ¡Y los demás te importamos una mierda!
- Si hago esto es precisamente, es por vosotros…- dijo Álvaro mirándolo, intentando mantener la calma- porque no quiero que os perjudique…
- Deja de pensar por nosotros..- soltó Alejandro, con la misma furia
Alvaro no le prestó atención y miró al Anguila, que había permanecido en silencio todo el tiempo
- Anguila… coloca a los hombres en las ventanas, y si Nacho intenta algo a espaldas de la policia, ya sabeis lo que teneis que hacer
- No lo dudes, Álvaro…- Anguila se giró y con un solo movimiento de mano, hizo que los hombres tomaran posiciones. Alejandro se adelantó, al ver que su primo avanzaba hacia la puerta
- Alvaro… por favor..
El aludido se giró hacia él.- Tengo que hacerlo Ale… ella se merece todo… que haga lo que sea para que sea feliz.
- Ella no será feliz viéndote morir…
- Cuida de ella, ¿vale?- pidió sin responder
- No… - Alejandro negó con la cabeza
- Por favor… cuida de ella…Bea es mi vida… por favor…
Alejandro negó con la cabeza, incapaz de pronunciar palabra, mientras veía como su primo, su hermano, se dirigía hacia el interior. Se dirigía a una muerte prácticamente segura. El Anguila se le acercó por detrás y le tendió un arma
- Colocate en la ventana de la izquierda. Alvaro nos necesitará si la cosa se pone muy fea…
Él miró el arma durante un momento, y luego miró al Anguila. Este lo animó con un movimiento de cabeza, y aunque dudó durante unos segundos, al final, cogió la pistola con determinación.
Alvaro abrió la puerta y salió al exterior, quedando cegado unos momentos, por la luz brillante procedente del sol. Alzó las manos por encima de la cabeza y caminó varios pasos hacia delante, mientras sentía como la puerta de la casa se cerraba a su espalda. Se cerraba la puerta, y con ellas, la esperanza de libertad…. Y la esperanza de un futuro junto a Bea.
La vio al lado de Nacho, con el arma de este apuntándola a la cabeza, y tuvo que sacar toda su fuerza de voluntad, para no correr hacia ella. La miró a través del espacio, a través del odio, y de la desesperanza, y a pesar de todo eso, cuando ella clavó sus ojos verdes en él, sintió que su corazón volvía a latir.
- Permanezca quieto, Álvaro Aguilar- dijo la misma voz por el megáfono- y mantenga las manos en alto
Pero Álvaro no les prestaba atención. Estaba mirando a Nacho
- Ya me he entregado, maldito cabrón… ahora..¡suéltala!
Nacho comenzó a reir.- Si claro… para que tú te quedes mas tranquilo..¿no?
Alvaro apretó los dientes.- Eres un hijo de…
- Shhh Alvarito…¿ cómo puedes tener esa boca? ¿No querrás que Bea se escandalice, verdad? ¿ o el maldito bastardo que habéis engendrado, follándotela a mis espaldas?
Bea soltó un gemido al escucharle, pero Álvaro contuvo el aire, al darse cuenta de lo que significaban aquellas palabras. Miró a Bea, adorándola mas con cada segundo que pasaba. Quiso avanzar hacia ella, pero una voz, una voz que había escuchado en alguna ocasión le detuvo
- ¡ Suéltala Nacho! ¡ Esto no va con ella! ¿Por qué no la sueltas y me tomas a mi? Eso es lo que siempre has querido…¿verdad? ¡Vamos a poner las cartas sobre la mesa de una buena vez!
Todo el mundo se giró hacia la voz, y Diana maldijo entre dientes, mientras Nacho sonreía complacido. Nadie, ni siquiera Zarek que estaba a su lado, la había visto llegar. Y menos se dieron cuenta del temblor descontrolado que sacudía el cuerpo de Susana, enfrentándose a Nacho por vez primera en su vida.

martes, 13 de enero de 2009

Capítulo 77

Alvaro le llenó el vaso de nuevo a su primo y lo miró con tristeza, mientras éste perdía la mirada en el líquido color ambarino
- Nunca quise que salieras perjudicado de todo esto…- le dijo Álvaro, pasándose una mano por la cara, lleno de remordimientos
- Ya lo se…- le contestó Alejandro sin mirarle- fui yo quien complicó las cosas, enamorándome de la juez de tu caso…
- ¿Te arrepientes?
Alejandro por fin lo miró, mientras negaba con la cabeza.- Me arrepiento de haberle hecho daño. Ojalá pudiera volver atrás y hacer las cosas de otra manera…Pero jamás me arrepentiría de haberla conocido… de tener el privilegio de entrar en su vida.
Álvaro guardó silencio. El sentimiento de culpabilidad le estaba matando, porque con su caída, estaba arrastrando a las personas que mas quería. Se levantó, no pudiendo soportar mas el dolor del pecho, e hizo que iba al fregadero a dejar el vaso que tenía en la mano, prácticamente intacto
- ¿Y que tal con Bea? La vi en la reunión..- preguntó su primo sin percatarse de nada
- Bien…- Álvaro se giró hacia él, con una sonrisa triste en el rostro- ¿sabes que está embarazada?
- ¿Embarazada?- Alejandro lo miró, asombrado- ¿ y de quien es..?
La sonrisa de tristeza de Álvaro, se desvaneció. Pero en su rostro, Alejandro no encontró ira, sólo pesar
- Ella dice que es mío…
- ¿Y tú crees que es tuyo?
Álvaro se alzó de hombros, mientras se apoyaba contra el mármol que tenía justo detrás
- Confío en ella Ale… y si no lo fuera, me daría igual. Ya la perdí antes… no quiero volver a perderla por nada del mundo..
- Entonces has pensado en entregarte…- Alejandro lo miró, dubitativo
- ¿Entregarme? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Alejandro se mostró un tanto incómodo.- En la reunión, se habló del cambio de declaración de Beatriz. Hay una posibilidad de que cambien tu veredicto.. pero te has de entregar. Suponía que Bea te lo había contado…
- Si me lo contó…pero yo no estoy preparado para volver a esa cárcel….
Su primo lo miró con tristeza. Se imaginaba por lo que estaba pasando, pero quizás era hora de que él supiera por lo que estaban pasando los demás
- ¿Y crees que los demás, tus amigos, tu familia, estamos preparados para darle la espalda a la ley? ¿O que Bea está preparada para ponerse delante de un juez, y decirle que mintió en un juicio? ¿O que mi hermana haya tenido que marcharse a México para mantener a tu padre fuera de esto, mientras dejaba aquí todo lo que quería?- Álvaro se mantuvo en silencio, sintiendo cada palabra como un puñal que se le clavaba en el alma- pues quizás lo único que te pidamos a cambio es que te aferres a la posibilidad de salir de esa cárcel… y que todos nuestros esfuerzos hayan servido de algo…Quizás simplemente nos merezcamos que lo intentes con nosotros Álvaro.. y que luches por tu libertad.
- ¿Y que crees que hago?- preguntó él con voz rota tras una pausa
- Huir…huir y esconderte. Eso estaba bien cuando no había esperanzas.. y todo estaba perdido. Pero hay una luz al final del túnel, Álvaro.. y el único que no quieres correr hacia ella, pareces ser tú.
Álvaro se sintió perdido… acorralado. Nadie parecía entenderle.. ni comprenderle. Porque ni él mismo se entendía.
- No es tan sencillo… tengo miedo Ale..
Alejandro se levantó.- ¿Miedo? ¿Miedo de fracasar?¿Miedo de quedarte en una celda para siempre? ¿Miedo de que, Álvaro? ¿No te da mas miedo, acaso, tener que huir toda tu vida? ¿No te da mas miedo poner en peligro a la mujer que amas?
- ¡Tú no me entiendes!- le gritó Álvaro- ¡claro, soy yo el que está condenado y no tú! ¡Soy yo el que puede quedar encerrado por 15 años!
- No, no te entiendo Álvaro.. Sólo entiendo que yo arriesgué y perdí. Que perdí lo mas importante de mi vida por algo en lo que creía… tu libertad…
- ¿Me lo estás reprochando?- en la voz de Álvaro había dolor. Dolor y rabia
- No… sólo te digo que nos ayudes a ayudarte… que te arriesgues Álvaro…que te arriesgues a ganar o a perder..
Alvaro apretó los labios. No podía pedirle aquello. No podía pensar siquiera en la posibilidad de volver allí. Cerró los ojos por un instante y pensó en Bea.. en todo lo que podía depararle un futuro al lado de ella.
- Todos hemos arriesgado Álvaro… todos. Ahora te toca a ti.
Su primo no se quedó a escuchar nada mas. Lanzó el vaso que aún tenía en la mano contra la pared, haciéndolo estallar en mil pedazos.
Alejandro no movió ni un músculo, mientras Álvaro se marchaba de la cocina, dejándole solo.
Gonzalo miró la hora en su reloj por quinta vez en cinco minutos y notó el nerviosismo recorrerle todo el cuerpo. Bea llevaba mas de media hora en el despacho de aquel impresentable, y no daba señales de vida. Quiso llamarla, pero no se atrevió, por si metía la pata o algo. Esperaría cinco minutos mas, y si no aparecía, iría a buscarla personalmente.
En ese momento le sonó el móvil. Lo cogió con rapidez, sin mirar el número
- ¿Diga? ¿Bea?- preguntó ansioso
- Gonzalo, soy yo…- era la voz de Laura, pero eso no le calmó los nervios. Ella también parecía nerviosa
- ¿Qué pasa?
- Me ha llamado mi hermana. Nacho se ha llevado a Bea a punto de pistola..
- ¿Qué?
- ¿No lo sabías?¿No estabas con ella?
- ¡Mierda, mierda, mierda! ¡No he visto nada!- gritó frenético- ¡y estoy enfrente! ¿A dónde la lleva?
- Creen que a la casa dónde está escondido Álvaro….
- ¿¿Qué??- Gonzalo puso el coche en marcha casi sin pensar- ¡me voy para allí ahora mismo!
- ¡No, Gonzalo, no lo hagas! ¡Escúchame Gonzalo!
- ¿Qué? ¡Laura, mi amigo está en peligro!
- Gonzalo, necesito que vengas ahora mismo para aquí….es muy importante!
- ¿Mas importante que esto? ¡Laura, por dios!- medio gritó él
- La policía ya ha ido en pos de Nacho Gonzalo, pero necesito que vengas… ha ocurrido algo terrible, y alguien tiene que representar a la familia Aguilar…
- ¡ Llama a Alejandro, joder!
- Alejandro no está..no coge el móvil…si él..
- ¿Pero que demonios pasa?- le interrumpió el director de Bulevar, ya fuera de si
Laura cogió aire antes de hablar.- Ha llamado Saymi…. Francisco ha muerto Gonzalo.
A Gonzalo se le calló el móvil de las manos.
Jota se mesó el cabello mientras se rendía y dejaba de intentar concentrarse en revisar papeles o algo que le mantuviera ocupado. Hacía tiempo que se sentía algo perdido, y lo único que le apetecía era coger a Cris y perderse en algún lugar dónde nadie los encontrara. Pero sabía que tenía responsabilidades… al igual que Cris.. y eso no lo iba a poder cambiar tan fácilmente.
Estaba preocupado por Francisco, por Álvaro.. y por todo lo que habían construido con la tambaleante base de la venganza. Ya nada le parecía tan dulce.. ni tan amargo. Las dos empresas le venían grandes… y no tenía ganas de estar allí.
Se había refugiado en su despacho de J&S International, huyendo de todo lo que le recordaba en Bulevar. Odiaba estar en aquella empresa.. dónde todo olía a dolor, miedo, resentimiento y rabia. No había ni una pared de aquella oficina, que no le recordara a Cayetana, a Diego.. a todo lo que mas había odiado en la vida.
Suspiró y se levantó dispuesto a marcharse, cuando la puerta se abrió sin avisar.
- ¿Qué….?
- Perdona Jota…- Santi lo miró a través de sus gafas, y con semblante serio. El informático había sido uno de los pocos que no había querido volver a Bulevar… y allí seguía, trabajando el doble, desde su pequeña oficina en J&S.
- ¿Qué haces aquí todavía, Santi? Deberías haber ido a ver a Bea, tal y como querías…- le regañó
- Ahora me iré…- dijo con aire inquieto- sólo quería enseñarte algo..- le enseñó un cd rom
- ¿Qué quieres enseñarme?
- ¿ Me permites que lo ponga?- señaló el portátil de Jota y éste asintió
Santi se dirigió al portátil, y sentándose en la silla de su jefe, puso el cd en el interior del ordenador. Jota se instaló detrás de él, mientras miraba la pantalla con atención
- Lo encontré hace un par de semanas, pero no había podido acceder a él hasta hoy. Tenía un sistema muy complejo de claves y sistemas de seguridad
- ¿Es de J&S?
- No, de Bulevar….- Santi tecleó en el ordenador, hasta que aparecieron unos documentos en la pantalla. Jota, al leerlo, incluso por encima, empalideció
- Dios mio Santi….¿de dónde has sacado esto?
Alejandro levantó la cabeza, cuando se abrió la puerta de la cocina. No se movió cuando vio al Anguila dirigirse a él
- Es cabezota.. ¿eh?- se refería a Álvaro, y Alejandro lo entendió
- Terco como una mula…- afirmó
- Oyeee..- el Anguila se mesó el cabello, visiblemente incómodo- siento lo de antes. Sabes que me pone nervioso que el marquesito se salte las normas de seguridad a la torera. Me jode mogollón que no se lo tome en serio
- No te preocupes Anguila… la culpa ha sido mía por no avisar..- Ale le sonrió, demostrándole que no existía enfado alguno por la escena de su llegada
El Anguila fue a contestar, cuando escucharon unas ruedas de coche derrapar en la tierra del exterior de la casa. Alejandro se levantó y el Anguila se puso en guardia, mientras el primo de Álvaro, se dirigía a una ventana y miraba por ella sin dejarse ver
- ¿Gonzalo, que también se ha peleado con la novia?
- No…- Alejandro guardó silencio, mientras su mandíbula se tensaba- creo que tenemos problemas, Anguila…
- ¿Qué?- el amigo de Álvaro se precipitó a la ventana. Al ver quien era, se quedó lívido- mierda…¡mierda!
Nacho salió del coche con Bea a rastras, mientras la apuntaba con la pistola en la cabeza. Se alejó unos pasos del coche e hizo que ella cayera de rodillas a tierra
- Tiene a Bea….- siseó Alejandro
- Dios santo tio… aquí se va a montar el belén….- el Anguila sacó su propia arma y le quitó el seguro- cuando el marquesito lo vea…
Alejandro quiso proponerle algo para que Álvaro no viera la escena desde la planta superior. Pero fue demasiado tarde
- ¡¡¡AGUILAR, MALDITO HIJO DE PUTA!! ¡¡ SAL Y DA LA CARA!!- gritó Nacho fuera de si- ¡¡O SALES O TE JURO QUE ATRAVIESO A TU PUTA A BALAS!!!
El primo de Álvaro corrió hacia el exterior de la cocina, en busca de Álvaro. Pero no tuvo que correr mucho, pues el propio Álvaro, bajaba los escalones de dos en dos, con su pistola en la mano. Alejandro se precipitó sobre él, para detenerlo, pero Álvaro lo empujó con fuerza, apartándolo de su camino.
- ¡¡No, Álvaro!!- gritó Alejandro- ¡¡No lo hagas!!!!
Pero era demasiado tarde. El primer disparo cortó el aire, y lo único que llegó a escuchar, fue un grito de mujer.

lunes, 12 de enero de 2009

Capítulo 76

Susana se mordió los labios mientras salía del ascensor y miraba a la secretaria de Nacho que miraba nerviosa la puerta de su jefe. Se escuchaban los gritos a través de la puerta y se detuvo durante un instante, sin saber que hacer. Había ido a aquel lugar, tras pasarse la noche en vela, pensando en toda su vida, dispuesta a plantarle cara a Nacho, a sacarlo de su vida de una vez y para siempre. Sabía que no le haría nada en la oficina… que era demasiado cuidadoso con su reputación. Y aquella baza era un buen temple para sus nervios.. para el pánico que le cerraba el estómago. No había esperado encontrarse allí a Beatriz… ni que los gritos que se escuchaban, le dijeran claramente, que a él le estaba dando un poco igual el que dijeran.
Se escondió tras una puerta, esperando ver que ocurría, mientras su mente funcionaba al doble de su velocidad, intentando averiguar que ocurría allí dentro.. y porque Beatriz estaba allí.
Miró los papeles que tenia en la mano, y una vez mas, se preguntó si había hecho lo correcto.. sobretodo si hacía lo correcto presentándose allí. Había estado casi toda la mañana en comisaría, tras su paso por el juzgado… y había hecho, por fin, lo que siempre había querido hacer: denunciar a Ignacio Goñi. Y la prueba la tenia en la mano…en forma tangible de denuncia. Tragó saliva y pensó en Alejandro.. en ella.. en todo lo que había renunciado… Porque a pesar del miedo, de sentirse tan perdida, no se arrepentía de nada de lo que había vivido en aquellos dos últimos meses al lado de Alejandro. Porque su amor por él le había cambiado la vida.. y porque él le daba las fuerzas, aún sin saberlo, para enfrentarse a sus propios fantasmas.
Decidió esperar a ver que ocurría. Si Beatriz estaba en apuros, ella no sabría que podía hacer… pero algo haría.
Zarek tocó el marco de la puerta con los nudillos, mientras veía trabajar a Diana que estaba muy concentrada en unos documentos que tenía sobre la mesa. Ella lo miró con una sonrisa
- Hola señor comisario…- dijo echándose hacia atrás en la silla- ¿viene a detenerme?
- Si sigues cambiándome de rango, creo que me lo pensaré- él también sonrió y se acercó a la mesa, mientras buscaba su boca con la suya para besarla
- Mmm.. bueno, si me encierras en tu casa, atada a tu cama, y tu atado conmigo, pensaré en permitírtelo…
Zarek rió contra su boca.- ¡Vaya, gracias!- la volvió a besar, ruidosamente, mientras ella se levantaba y se pegaba a él
- ¿Alguna noticia de Susana?- le preguntó Zarek besándole la punta de la nariz
- Bueno… si, y no son buenas..- la tristeza se notó claramente en su voz
- ¿Qué ha pasado?- él la miró, ya preocupado
- Pues que ha presentado su dimisión de su puesto esta misma mañana en el juzgado…
- ¿Y eso por qué?
Diana guardó silencio. Volvía a estar en la misma encrucijada…. no podía decirle nada a Zarek
- Diana…
- ¿De qué querías hablarme?- preguntó ella intentando desviar el tema
Zarek resopló ante su estratagema.- No te va a servir de nada, Di… es precisamente sobre todo esto de lo que quiero hablar contigo..
- ¿ Y que es “ todo esto”?- ella le miró con el ceño fruncido
- Pues lo de Susana y su dimisión… las reuniones ultra secretas que os traeis… y porque tengo la sensación de que mas de una persona sabe donde está Aguilar.. y matarían por ocultarlo…
Diana se separó de él, visiblemente incómoda. Zarek la miró desde su posición inicial
- Diana…- repitió Zarek
Ella le miró, triste.- Por favor Zarek.. no me hagas esto. Fue precisamente por esto, por lo que me alejé de ti… Pensé que…
- ¿De qué estás hablando?
- Dios…
- Diana, por favor… necesito respuestas!
- ¡Y yo no te las puedo dar!- ella le miró, exasperada- yo se cosas que no puedo contarte porque traicionaría a mucha gente, Zarek… maldita sea..¡eres policia!
- ¿Y si se lo cuentas a tu pareja, y no al policía?- preguntó él en un susurro
- ¿Qué..?
Zarek se acercó a ella, pero no la tocó.- Cariño… necesito respuestas.. pero no el policía.. si no yo. Quiero conocer la verdad, porque tanta gente protege a Álvaro..y porque personas como Lucía Pérez, saben su paradero..
- ¿Lucía que?-Diana lo miró con los ojos muy abiertos
- Lucía Pérez… la chica que pidió el vis a vis con Aguilar y nunca apareció. Ya me imaginaba que ella estaba implicada.. pero de verdad que lo está Diana… ella misma me lo ha confesado..
- Dios…
- ¿Quieres dejar a dios en paz y explicarme que está pasando?- al verla dudó, él levantó las manos, en señal de rendición- ¿ es que no te fías de mi?
- No es que no me fie de ti… es que.. no es mio Zarek.. no soy yo la que está metida en medio de todo..
- No saldrá de aquí… te lo prometo. Pero estoy seguro de que necesitais tener a alguien del cuerpo de policia de vuestro lado…
Ella suspiró.- Me van a matar…vaya si me van a matar
- No, si no digo nada…- susurró él- confía en mi, amor.. sabes que nunca te traicionaría
Diana miró sus ojos azules y supo que era verdad. Él no la traicionaría. Suspiró, vencida, y se separó de él, volviendo a sentarse
- Será mejor que te sientes. No es que sea muy largo, pero… me va a costar lo mío explicártelo todo desde el principio…
- ¿Tanto hay que explicar?- Zarek alzó una ceja
- No.. pero mi información cojea por muchos puntos… Todo lo que se, lo sé por Cris y mi hermana Laura. Ellas son las abogadas de Álvaro.. pero no cuentan demasiado de sus progresos a ayudantes de juez como soy yo…
- Lo que sepas, me servirá… sólo necesito comprender…
Ella volvió a suspirar.- Está bien..siéntate. Cuanto antes empiece, antes acabaré
Bea se giró hacia Nacho que se había apartado de ella, olvidándola momentáneamente. Le dolía mucho el brazo y la cabeza, y sintió que sangre, de alguna herida abierta, le manchaba la frente. Intentó mover el brazo, pero no pudo, y se quedó quieta, sin atreverse a moverse mucho mas. Sentía pánico y lo único que quería hacer era llorar y ponerse a gritar para que alguien la escuchara. Pero no se atrevió. No se atrevió a poner aún mas en peligro su vida.. y la de su propio hijo.
Nacho cerró un cajón de la mesa con fuerza y se acercó nuevamente a ella, con una pistola en la mano. Ella, al ver el arma, gimió de miedo e intentó retroceder. Él la apuntó directamente a la cabeza
- Ahora me tienes miedo.. ¿eh puta? No lo pensaste cuando te acostaste con ese mal nacido.. cuando dejaste que te tocara, que te follara!- la golpeó de nuevo, con el cañón de la pistola, mientras ella, llorando ya, se hacía un ovillo en el suelo, intentando protegerse- a mi no me dejabas tocarte… pero a él si..¿no? ¡Maldita seas!
Ella no contestó. Se encogió mas sobre si misma, intentando, de esa manera, huir de la furia de él.
- Me pregunto que pensaría Aguilar si te viera así, tan indefensa… y tan poca cosa. Seguro que le dabas el mismo asco que me estás dando ahora mismo a mi…- le dio una patada en las piernas, y ella gimió de dolor- porque me das asco..¿Sabes? Eres tan fea, tan repulsiva…¿crees que Aguilar te ama?- rió- solo te quiere para que cambies la declaración…¿o creías que era para otra cosa?¿eh?- se agachó para girarla con las manos, pero ella no se dejó. Nacho, al ver su lucha, la cogió mas fuerte, haciendo que lo mirara- ¡mírame, maldita seas! ¡Mírame cuando te hablo! ¿Quién te crees que eres para engañarme a MI con ese mal nacido? ¿Te crees alguien porque ese bastardo dice amarte?- la agarró mas fuerte del brazo, y la alzó, hasta ponerla a su misma altura- me pregunto que haría si viera que te apunto con una pistola directamente a esa cara tan horrible que tienes..
Ella ya lloraba desesperadamente.- Por favor… Nacho….
- ¿Sabes que? Vamos a averiguarlo… vamos a averiguar cuanto te ama ese hijo de perra… y de paso os pego a los dos un tiro entre los ojos…- rió, como enloquecido- ¿Qué te parece la idea, cariño?
Bea no le apuntó que no sabía dónde estaba Álvaro.. porque estaba segura de que si lo sabía. Y en ese momento supo que era capaz de todo… mucho mas de lo que había creído posible.
Guardó silencio, mientras Nacho tiraba de ella y le clavaba la pistola en la parte baja de la espalda
- Ahora nos vamos a ir tu y yo.. y como hagas un movimiento, un gesto.. como digas una sola palabra.. te juro que te meto un tiro.. y después a toda tu puñetera familia... sin mencionar a tu amorcito..¿está claro?
Bea afirmó con la cabeza, mientras Nacho la empujaba hacia la puerta y hacía que la abriera. Antes de hacerlo, sintió como él le pasaba la mano rudamente por la frente y supo que le limpiaba la sangre. Casi tuvo ganas de reir. Aún parecía preocuparle la imagen que daba delante de la gente.
Quiso luchar, escapar, pero la pistola que tenía justo en los riñones, junto al pánico que casi la inmovilizaba, no le dejó. Se limitó a andar, sin mirar a nadie, intentando no chocar con sus propios pies, mientras Nacho la empujaba con rapidez hacia el ascensor.
- A ver que dices de tu Alvarito cuando lo veas lleno de sangre en el suelo…- le siseó contra el cabello, haciendo que Bea, se mordiera los labios, de puro terror.
Susana se encogió cuando pasaron justo a su lado, pero no hizo falta esconderse demasiado, porque para su alivio, ni Bea ni Nacho se fijó en ella al pasar. Pasaron tan deprisa, que a Susana no le dio tiempo ni de reaccionar, pero si alcanzó a ver el brillo del arma contra la espalda de Bea, y a escuchar el comentario de Nacho. Aspiró con fuerza, y esperó a que el ascensor cerrara sus puertas, antes de hacer cualquier movimiento.
Cuando salió de su escondite, ya llevaba el móvil en la mano
- Llame a la policía- le dijo a la visiblemente asustada secretaria- ¡dese prisa!
- ¿Perdón…?- la chica dudó. No en vano, Nacho era su jefe
- ¿Quiere ser cómplice de un asesinato?- le espetó Susana, casi gritándole
Dos personas mas, presentes en la habitación, la miraron asustadas, pero Susana no les prestó atención. Cuando la chica descolgó el teléfono y empezó a marcar, ella corrió hacia las escaleras, mientras marcaba un número en su propio móvil.
Diana siguió la caricia de la mano de Zarek sobre su mejilla con su propia mano, mientras lo miraba, aún dudosa
- Gracias por confiar en mi….- le dijo Zarek, adorándola con la mirada
- No se si te ha servido de algo, pero…
- Me ha servido de mucho…- él le sonrió- y mi instinto policial me dice que aquí hay algo mas encerrado que un simple desfalco…
- ¿Cómo que…?
- Aún no lo se… y es pura intuición… a lo mejor me equivoco..
- Pero no lo crees.. no? el que te equivoques…
El sonrió y se alzó de hombros. En ese momento, el móvil de Diana empezó a sonar
- ¿Quién es?- preguntó Zarek mientras su novia cogía el teléfono
- Es Susana….- lo descolgó con rapidez- ¿cosi?¿dónde estás?
- ¿Sabes como localizar a Zarek Vryzas?- preguntó Susana a su vez
- Está aquí conmigo…- respondió Diana con una mueca- ¿Qué pasa?
- ¿Está ahí?- la voz de Susana pareció aliviada- pon el manos libres- hubiera preferido hablar solamente con él.. pero conocía a su amiga, y no se iba a conformar tan fácilmente en pasar a un segundo plano. Y tiempo era lo que les faltaban
- ¿Qué?¿Porque?- preguntó Diana en cambio
- ¡Diana, joder! ¡Pon el puñetero manos libres!
- ¡Joder con las exigencias!-rezongó su amiga de mala gana- ya voy- le dio al botón del móvil y lo colocó entre Zarek y ella- ya está
- ¿Inspector Vryzas?- preguntó Susana
- Yo mismo…- contestó Zarek- ¿Qué ocurre?
- Estoy saliendo del despacho de Ignacio Goñi- la respiración de Susana se volvía agitada, debido a la carrera por las escaleras
- ¿¿¿¿¿Qué coño haces tú ahí????- exclamó Diana
- Se está llevando a Beatriz a punta de pistola- siguió ella sin hacer caso a su amiga- y por lo que he oído, van al encuentro de Álvaro Aguilar…
- ¿Está segura de eso?- preguntó Zarek
- Totalmente. Los he visto con mis propios ojos. El va apuntándola....y se han ido a toda velocidad de aquí. Yo voy a intentar seguirlos
- Escuche.. no haga nada…- le ordenó Zarek- yo ya voy para allá. Gracias
Zarek le cogió el móvil a Diana y lo colgó, volviendo a marcar otro número
- Pelaez… manda refuerzos a la dirección que te indico ahora mismo. Un hombre armado y peligroso va hacia allí con una rehén. Y tengo serios motivos para sospechar que va en busca del preso Aguilar…. si… dese prisa…
Diana lo miró con los ojos como platos, cuando lo escuchó dar una supuesta dirección.
- ¿Sabías dónde está Álvaro?- le preguntó exaltada
- Lucía me dio la dirección- se dirigió hacia la puerta
- ¿A dónde vas?- le preguntó ella reaccionando de inmediato. Su pregunta, obvia, hizo que él alzara una ceja- estás loco si piensas que me voy a quedar aquí…
- Y tu estás loca si piensas que te voy a llevar…- contestó él, serio.
- Mira.. tienes dos opciones.. o me llevas o te sigo en lo que sea. Y hablo en serio. Mi mejor amiga va para allá.. y no pienso quedarme cruzada de brazos
- Le he dicho que no haga nada
- Estamos perdiendo el tiempo discutiendo…- ella cogió su chaqueta y se dirigió a la puerta, saliendo del despacho por delante de él- y si quieres discutir, lo hacemos… pero te aviso que tengo mucho aguante. Si tu y Susana vais hacia allí.. yo también
Zarek resopló de furia.- Recuérdame que te encierre con llave en casa cuando acabe todo esto.. Y como se te ocurra apartarte de mi, aunque sean 2 metros, te juro que te encierro en un calabozo de máxima seguridad.
Diana puso los ojos en blanco y salió a la carrera hacia el ascensor, sabiendo que él la seguiría sin demora. Algo le decía que las cosas no iban a salir nada bien….Sólo esperaba equivocarse.

viernes, 9 de enero de 2009

Capítulo 75

Alvaro colgó el móvil y miró con preocupación a su amigo Anguila, que lo miraba desde la puerta. Suspiró
- Es demasiado cabezona….
- Pos sabias que no te iba a escuchar, marquesito.. no se pa’ que lo intentas…
- No me gusta nada que vaya a ver a Nacho… ese tío se las sabe todas…- contestó Álvaro pegando un puñetazo sobre la mesa
- Eyyy tranqui tio… que la niña sabe lo que hace.. que tiene la cabeza muy bien amueblá
- Pues no puedo evitar preocuparme….no puedo- contestó su amigo levantándose- dios! me siento tan impotente por no poder hacer nada, por estar aquí encerrado!
El Anguila chasqueó la lengua.- Lo se tio.. pero es mejor aquí que en la cárcel…¿o vas a hacerle caso a tu churri y te vas a entregar?
- No… sabes que no soporto la idea de volver a esa cárcel…
- ¿Y si ella tiene razón, Álvaro? ¿Y si cambiando la declaración, tu tuvieras una oportunidad para ser libre?
- Hay demasiados isis en esa frase, Anguila..- contestó Álvaro buscando frenéticamente el tabaco en los bolsillos de su pantalón
- ¿Me vas a decir que no lo has pensado? ¿Qué no te tienta tener una vida libre al lado de Bea?
Alvaro miró a su amigo con la angustia reflejada en su rostro
- Daría mi vida entera por tener la libertad de hacer feliz a Bea..por tener la libertad de darle la vida que se merece…pero soy un cobarde Anguila… un completo cobarde… Y la posibilidad de tener que verla a ella, a mi mismo tras unos barrotes, me inmovilizan… me hacen ser mucho menos que un hombre….mucho menos que el hombre que ella se merece….
- No te castigues asi marquesito… es normal que no quieras volver a la trena…sólo que esa posibilidad…esa posibilidad podría cambiar tu vida para siempre…
Alvaro se sentó de nuevo, ya desesperado, olvidándose del tabaco
- ¿Crees que debo entregarme?
- Yo no puedo decirte lo que tienes que hacer. Hace poco te hubiera ahostiao por pensarlo siquiera… pero ni yo, que estoy de tu lado, ni tus otros amigos que han estao aquí contigo, pueden decidir que es mejor para ti… Es tu vida.. y solo es tuya…
- Pero Bea…
- ¿Bea? Bea aceptará cualquier cosa que decidas Álvaro. Esa mujer te adora….
Alvaro no contestó. No podía entregarse.. era mas fuerte que él… aunque Bea se lo pidiera… aunque hubiese esa posibilidad. Ser tan egoísta lo mataba por dentro… lo destrozaba. Sabia que ella estaba haciendo lo imposible por estar a su lado… y él, en cambio no hacia nada. Soltó una maldición ahogada
- Creo que me voy al cuarto.. me duele la cabeza
- No te olvides del móvil…. para cuando ella te llame….
Su amigo sonrió y cogiendo el móvil, se dirigió hacia la puerta. Una vez allí, se giró de golpe
- Anguila…¿Has sabido algo de Nuri?
Una ráfaga de tristeza pasó por la mirada del amigo, pero pasó enseguida
- Sigue en Puerto Vallarta… con tu padre…
Alvaro se puso rígido ante sus palabras.- Mi padre...
- Si, sigue mal…- afirmó el Anguila
- Peor..- corroboró Álvaro, tenso. No estar al lado de su padre lo angustiaba mucho mas de lo que estaba dispuesto a admitir. No podía perdonarle su supuesto abandono, pero no podía dejar de saber de él a través de Gonzalo y Alejandro. Y saber que estaba prácticamente en su lecho de muerte, no le hacía sentirse mejor…. si no todo lo contrario- estaré en el cuarto…
El Anguila asintió con la cabeza y vio como se marchaba hacia las escaleras. Si un tiempo atrás le hubieran dicho lo mucho que iba a cambiar aquel hombre, no lo hubiera creído…. pero así era. Con todo lo que le estaba pasando.. a pesar de la frágil felicidad de haber recuperado a Bea, Álvaro Aguilar no era la sombra de lo que había llegado a ser un día… no mucho tiempo atrás.
Fue a marcharse tras él, mientras Álvaro se dirigía hacia las escaleras, cuando sonó el timbre de la puerta. No esperaban visita. Tanto Gonzalo, como Alejandro, avisaban antes de llegar.. y nadie había avisado de nada. Anguila sacó su pistola, mientras hacia señas a Jimmy que también se había asomado. Alvaro también sacó la suya y esperó, tenso
- Chicos, soy yo… Ale..¿me abrís?
Un rumor de puro alivio se dejó oir en la sala y Anguila se adelantó para abrir la puerta.
- Tiooo..¿como que no has llamao antes de venir? Casi te agujereamos esa cara que tienes!
Alejandro entró en la casa, como una auténtica alma en pena. Miró a su primo, que ya se había dado cuenta de su expresión, y guardando la pistola, corría hacia él
- No sabía dónde ir…- susurró Alejandro con voz rota- se que te pongo en peligro, pero….
- ¿Qué ha pasado?- le preguntó Álvaro, ya a su lado, y abrazándolo
- Se ha marchado… supo que yo sabía tu paradero.. y ha renunciado a todo…- no lloró, no en sollozos al menos. Hacia tiempo que se le habían acabado las lágrimas- y me ha dejado solo… sin saber si volverá…
- Tio..¿y como has venio aquí?- exclamó el Anguila, furioso- si la jueza esa sabe que tu sabes donde estamos, seguro que envía la pasma….
- ¡Ella no haría eso!- exclamó Alejandro mirándolo fieramente
- ¿Y cómo estás tan seguro?- volvió a preguntar el Anguila
- Vale ya..- cortó Álvaro- si él dice que ella no lo haría..no lo haría y punto… ¿estamos?
- Joder con las sensiblerías..- Anguila señaló a su amigo- esto te va a traer problemas, marquesito… vaya si te los traerá….
Alvaro no le contestó. Cogió a su primo por los hombros y lo condujo a la cocina. Necesitaba un buen trago de algo fuerte… y él también.
Bea salió con paso seguro del ascensor, aunque no pudiera evitar temblar por dentro. No le asustaba lo que Nacho pudiera hacerle a ella…. pero si las consecuencias.. lo que pudiera hacerle a los demás… a Álvaro.
La secretaria la vio llegar y sus ojo brillaron de reconocimiento. Ella se llevó un dedo a los labios, pidiéndole que no dijera nada, y se acercó a la puerta del despacho de Nacho, dudando unos segundos antes de picar. Hacía poco que Nacho había alquilado aquel despacho a parte de su trabajo en Bulevar.. o al menos eso era lo que le había dicho a ella. Y ella aún no estaba acostumbrada a aquel lugar… tan sobrio… tan ajeno….
- Adelante..- la voz de Nacho se escuchó alta, clara, a través de la madera de la puerta. Beatriz cogió aire y giró el pomo, entrando en el despacho
Él no la miró en un primer momento. Estaba muy atento a algo que leía en la pantalla del ordenador. Le hizo una seña para que pasara
- ¿Qué pasa, Victoria?- le hablaba a su secretaria
- Hola Nacho..- susurró Bea
Nacho levantó la cabeza de golpe y la miró. En su rostro se reflejó la sorpresa y la incredulidad
- Bea…?
Ella sonrió débilmente.- Te ves bien… ¿cómo estás?
Nacho se levantó, olvidando momentáneamente el ordenador.- ¿Eres tú de verdad?- preguntó
- La misma que viste y calza..
El abogado se lanzó sobre ella y la abrazó con fuerza, mientras la besaba por todo el rostro. Bea intentó apartarse, sin mucho éxito.
- ¿Estás bien?¿Te han hecho daño?- le preguntó apartándose un tanto de ella, pero sin soltarla de los brazos- ¿cómo has conseguido escapar?
- Nacho…
- Yo le denuncié mi amor…- siguió Nacho sin notar siquiera que ella había hablado- tendremos que ir a la policía para que les digas el paradero…y que capturen a ese mal nacido..
- Nacho…- empezó ella de nuevo
- Porque te secuestraron y…
- ¡NACHO!- le gritó Bea al final, consiguiendo por fin que la mirara- escúchame… ¿quieres?
- ¿Qué pasa?- preguntó él entrecerrando los ojos y mirándola mientras ella se soltaba y lentamente ponía distancia entre ellos
- Que…que – dudó un instante, cogiendo aire, buscando fuerza- quiero que retires la denuncia, Nacho…
Nacho apretó la mandíbula.- ¿Qué?- intentó relajar las facciones, sin éxito- mira cariño.. acabas de pasar un traumático momento de tu vida.. no debes de estar segura de nada… si ellos te han amenazado..
- Nadie me ha amenazado Nacho- le cortó ella, seria- y nadie me secuestró. Estuve en esa casa porque quise estar allí…porque estoy enamorada de Álvaro.. y porque jamás he dejado de amarlo…
Un siseo se escapó entre los dientes del abogado. Bea se esperaba un arranque de furia y se encogió instintivamente… hasta que le escuchó reir… reir a carcajadas.
- Cariño… el síndrome de Estocolmo se cura con terapia… ¿con lo lista que eres, y no te has dado cuenta?- le dijo entre risas
Bea le miró, sorprendida.- ¿Síndrome de Estocolmo? No Nacho, yo…
- ¡Claro que es eso! ¿Qué mas si no? ¿No recuerdas todo el daño que Álvaro te hizo? Tu y yo tenemos algo grande, Bea.. y él ya no formaba parte de tu vida…
Ella retrocedió un tanto, dándose cuenta de lo que estaba intentando él. Quería manipularla.. de nuevo.. como tantas otras veces…Que tonta había sido en el pasado.. que no se había dado cuenta de nada…creyendo todas y cada una de las palabras que había pronunciado.
- Alvaro siempre ha formado parte de mi vida…- dijo ella con voz ahogada- y siempre formará…
- No cariño.. claro que no..- su voz sonaba dulce, pero Bea adivinó la ira tras sus palabras- él irá a la cárcel… a pudrirse allí.. y te dejará.. “nos” dejará en paz… - se acercó a ella, intentando atraerla hacia él, pero ella se escabulló
- No me toques..- siseó ella entre asustada y furiosa
Los ojos de él se volvieron mas oscuros, pero en su rostro no se movió ni un músculo. Bea admiró su control.. aunque eso la asustara mas que cualquier otra cosa
- Se que ahora estás confusa, pero…- siguió Nacho
- ¡No estoy confusa! ¡Deja de intentar manipularme!- casi gritó ella al ver que él volvía a avanzar- ¡quiero a Álvaro, y el único que ha de salir de mi vida eres tú!
Nacho apretó de nuevo los dientes, pero siguió sin perder el control. Sus puños se apretaron imperceptiblemente a los costados de su cuerpo
- Bea…- murmuró
Ella cogió aire, intentando mantener sus emociones controladas de la misma forma que él lo hacía. Pero le estaba costando mucho conseguirlo
- No he venido a discutir.. ni a que me manipules Nacho. Se muy bien lo que digo… lo que siento.. lo que he sentido siempre. Lo nuestro fue siempre una mentira… me escudé en ti, intentando desesperadamente olvidar a Álvaro… pero no lo conseguí. Desde ese día no he hecho mas que cometer errores que han destruido mi vida.. la de Álvaro.. y en tal caso, hasta la tuya…- soltó el aire, sintiendo que las fuerzas le volvían- pero no mas errores… las mentiras, los engaños terminan aquí. Estoy dispuesta a decir la verdad de ahora en adelante… y esta es mi verdad, Nacho.. la única verdad que existe…
- ¿La verdad? ¿Qué amas a ese canalla?- él ya no se molestó en parecer inalterable. La rigidez de su rostro lo delataba
- Que lo amo… que mentimos en aquel juicio…y que lo condenamos a 15 años injustamente. Voy a contar la verdad….y voy a contarla hoy mismo…
Bea lo esperaba, pero no se apartó con la suficiente rapidez. Nacho la agarró por un brazo, retorciéndoselo a la espalda
- Tú no vas a contar nada, mosquita muerta… ya está bien de gilipolleces…
- Suéltame Nacho… ¡me haces daño!
- ¿Y crees que me importaría romperte el brazo? ¿O la cara?¿O cualquier parte del cuerpo?
- Nacho..¡por favor!- rogó ella
- Nacho, por favor…- la imitó burlonamente él- eres una estúpida… ¡jamás volverás a verle! Me encargaré personalmente no solo de que no digas una palabra… si no de que ni siquiera vuelvas a acordarte de que ese hijo de perra existe…¿está claro?
Bea se mordió los labios, intentando no dejarse llevar por la histeria. El dolor del brazo le nublaba todo pensamiento coherente, pero debía pensar.. debía conseguir salir de todo aquello. Nacho le retorció mas el brazo, hasta hacerla caer de rodillas. Ella gimió
- Tu eres mía…- le decía Nacho en aquel momento- ese cerdo no me ganará…¿lo entiendes? Eres mía…!
- ¡Estoy embarazada!- gritó ella. Y justo en el mismo momento en el que lo gritó, se arrepintió de hacerlo. Sobretodo cuando la mano de Nacho la golpeó con fuerza, estrellándola contra la pared, y escuchaba su grito de furia a través de la neblina de dolor que la rodeaba.

jueves, 8 de enero de 2009

Capítulo 74

Zarek abrió la puerta de su despacho y se quitó las gafas de sol un tanto sorprendido por la visita que le esperaba. No supo que decirle, y se limitó a mirarla, mientras la persona se levantaba.
- Buenos días inspector…- saludó Lucía con expresión serena
- Buenos días…- Zarek se dirigió a su mesa- que sorpresa verla aquí, señorita Pérez
- Bueno.. depende de cómo se mire. Estoy segura de que mi desaparición de la escena, tuvo que ponerle la mosca detrás de la oreja…- dijo ella, aún seria
- Bueno…- Zarek sonrió, divertido- la mosca no.. todo el enjambre si soy completamente sincero…
Ella guardó silencio. Aparentemente no le encontraba la gracia al comentario del policía. Zarek se sentó en la silla y cruzó las manos sobre la mesa
- ¿A que ha venido, señorita Pérez?- le preguntó directamente
- Se dónde se esconde Álvaro Aguilar, inspector…- contestó Lucía con lentitud
Zarek alzó una ceja, impactado con la noticia.- ¿Perdón…?
Ella se removió algo inquieta en la silla.- Se que después de esto, puedo meterme en problemas… y que quizás debía haber traido un abogado, pero yo….
- Shhh…- la detuvo Zarek- cuéntame lo que sabes… te prometo que no saldrá de aquí.. de momento
Lucía hizo una pausa.- ¿De momento?- preguntó mirándolo con ansiedad- ¿Qué interés puede tener usted en todo esto, inspector?
- Digamos que algo personal…- dijo con un tono que le dejó entrever que no le diría nada mas sobre sus razones- ¿Por qué está acudiendo a mi, señorita Pérez?
- Quise acudir a Diego de la Vega..- confesó ella tras una nueva pausa- pero sé que el futuro de mi hermana está vinculado con el de él.. y no quiero perjudicarla- cogió aire- ya la perjudico bastante con mi implicación…
- ¿A que se refiere?
- Cuando trabajaba en Bulevar 21 estuve unos meses con Álvaro Aguilar. Eramos… amantes.. ahora se que sólo fuimos eso- dijo con amargura- también era su secretaria… y guardé mucho de los secretos de la revista…
- ¿Qué clase de secretos?
- Secretos que Álvaro sabía… incluso algunos de los que Álvaro no sabía. Secretos sobre Diego.. sobre Nacho… incluso sobre el propio Álvaro.
- Perdón… Lucía.. no la sigo
Ella se volvió a remover inquieta en la silla.- Eso no viene ahora a cuento… pero yo tenía acceso a cuentas del propio Diego de la Vega.. con mucho dinero… e incluso la casa dónde ahora se encuentra Álvaro, yo misma les facilité la llave..
- ¿Cuentas con dinero?- Zarek la miró, muy interesado
- Dinero sacado de la extorsión… del bolsillo de Francisco Aguilar….
- ¿Francisco Aguilar…? No la sigo Lucía…- repitió Zarek
- Son secretos familiares inspector… secretos de los que Diego supo sacar partido. Yo me apropié de las claves de esas cuentas, traicionando a mi hermana, por ayudar a Álvaro..por mantenerme leal a él. Y cuando él quiso huir, yo misma les facilité las claves, para que pudieran disponer de todo el dinero que necesitaran.
- ¿Se está dando cuenta de lo que me está contando, Lucía?
Ella se levantó.- Si.. lo se. Soy cómplice en la fuga de Álvaro Aguilar…y me arrepiento de ello. Quiero que lo cojan… que pague.. que se pudra en la cárcel…
Zarek se levantó.- ¿Cómo puede ser que haya cambiado tanto de opinión?
Lucía lo miró. En su mirada se podía leer claramente la ira.- Porque lo dí todo por él.. porque me arriesgué… arriesgué mi libertad, mi hermana, mi vida.. sólo por ayudarle.. por estar a su lado.. Porque le seguí a nuestra casa… a la que fue testigo de nuestro amor… para que él se diera cuenta de que amaba a esa mosquita muerta….y manchara todo… todo con ese capricho suyo idiota…
Despecho. Zarek lo reconoció a través de sus palabras, de su aliento.. de la ira que lo llenaba todo. Se metió las manos en los bolsillos, dándole una pausa a sus propios pensamientos. Una cómplice mas en el caso….aunque no sabía si acusarla iba a arreglar las cosas
- ¿Dónde está Álvaro, Lucía?
Ella metió la mano en un bolsillo pequeño de su bolso y extrajo un papel. Se lo tendió
- Aquí está la dirección y un mapa para llegar allí….
Zarek tomó el papel y lo observó.- Veo que ha hecho los deberes..- dijo sin mirarla
- Haga lo que tiene que hacer… y si quiere detenerme…..- empezó ella
- Manténgase cerca Lucía… puede que la necesite…-la interrumpió el policía- y por favor… no hable con nadie mas
Ella se limitó a asentir con la cabeza, con una ráfaga de agradecimiento en la mirada. Zarek la vio marcharse y movió la cabeza apesadumbrado. Necesitaba respuestas, y ya sabia quien se las iba a proporcionar. Cogió su móvil y marcó el número
- ¿Puedo verte?- preguntó cuando contestaron al otro lado de la línea
- ¿Ya me echas de menos?- Diana rió
- Algo asi..- Zarek no pudo evitar sonreir. Ella simplemente le hacia sentir feliz
- Pues estoy en el despacho señor “algo asi”… teniendo un affair con la estufa la mar de fructífera… a ver si consigo convencerla de que me tueste ella y asi ahorrarme las sesiones de uva….
- ¿Ya ha terminado la reunión?- preguntó él evitando reir por el último comentario de ella
- Hace poco…. Alejandro la dio por terminada… podríamos decirlo así
- Pues paso a buscarte…tengo que hablar contigo…
- ¿De que? Ayns… eso me suena a las pelis de clase B.. cuando el tío quiere tirar a la chica por el desagüe y como no sabe como hacerlo, le dice que “ tiene que hablar con ella”
Zarek se echó a reir.- No seas tonta…
- Si, si, tonta… eso también se lo dice..¿sabes?
- Se.
- Pues mueve el culo hasta aquí.. que como no me digas pronto que quieres, voy a convertir tu vida en una película de clase F…
- Y yo que pensaba que querías hacerla X…
- ¿X? Aug…. Que una tiene una reputación.. F.. F de Fashion, mínimo….
- Estás loca…voy para allá…- dijo entre risas
- Hasta ahora….!
Gonzalo detuvo el coche frente a la puerta de la oficina de Nacho y miró hacia afuera con el entrecejo fruncido
- Sigue sin gustarme la idea…- dijo
- No insistas Gonzalo… necesito hablar con él.. cerrar ese capítulo de mi vida.
- Puedes hacerlo por teléfono..- le dijo él, ahora mirándola
Bea puso los ojos en blanco.- ¿Cómo le voy a decir todo lo que tengo que decirle por teléfono, Gonzalo? Eso es imposible
- ¿Imposible? Para nada… coges el teléfono, marcas el número de ese canalla y le hablas… así de fácil
- No le veo el chiste, Gonzalo- le dijo ella con una mueca
- No era un chiste…- la miró, preocupado- Álvaro me matará si te pasa algo…y yo no podría perdonármelo
- No va a pasar nada…
- Tú no sabes de que es capaz Nacho…..
Ella guardó silencio ante la afirmación de Gonzalo. Si lo sabía. Había tardado tiempo en descubrir que todo en su ex novio era pura fachada… pero ya se había dado cuenta de todo. Pero no le tenía miedo… no pensaba sentir miedo nunca mas.
En ese momento le sonó el móvil que Anguila le había dado. Siseó en respuesta
- ¿Es Álvaro?- le preguntó Gonzalo
Ella afirmó con la cabeza, mientras respondía la llamada
- Hola mi amor…
- Dime que no vas a hacerlo…- le pidió Álvaro al otro lado de la línea
Bea, estupefacta, tapó el móvil con una mano y miró a Gonzalo
- ¡ Se lo has dicho!- le acusó
- Antes, cuando he ido al baño..- dijo él sin negarlo- no puedo dejar que hagas esto, Bea…
- ¡Por dios!- exclamó ella- ¡soy mayorcita!- salió del coche, hecha una furia, y cerró la puerta, mientras se llevaba de nuevo el móvil al oído
- Bea…?- la llamaba Álvaro
- Álvaro.. tengo que hacerlo… sabes que tengo que hacerlo.
- No.. no tienes que hacerlo Bea. Ya te dije que Nacho es peligroso…
- Y yo te dije que no tenia miedo..- le interrumpió ella- no ahora que se que me quieres.. que vamos a estar juntos..
- No tienes que pasar por eso, mi amor.. sabes que no…
- Lo se… pero es mejor para los dos que cierre ese capítulo Álvaro…por ti.. por mi.. y por nuestro hijo. No quiero que te queden dudas sobre tu paternidad…
Alvaro guardó silencio. Si que tenía dudas… pero la amaba por encima de ellas. Y Bea lo conocía demasiado bien.
- Prométeme que tendrás cuidado.. y que me llamarás en cuanto salgas de hablar con él
- Te lo prometo
- Si no me llamas en una hora, te llamaré yo…
Beatriz sonrió, llena de ternura.- No te preocupes mi amor… no va a pasar nada. Yo te llamo…¿vale?
El hizo una pausa.- Te amo…
- Yo mas…
- Te espero…
Bea colgó el móvil y miró a Gonzalo que la miraba con cara de circunstancias. Ella alzó una mano y se despidió de él. Gonzalo le hizo un gesto indicándole que la esperaría allí. Bea afirmó con la cabeza y se encaminó hacia la puerta del edificio
Lo que no vio, ni Gonzalo tampoco, fue a la persona que los observaba desde el otro lado de la calle. Y tampoco vieron, como se encaminaba hacia la misma puerta por donde había entrado Bea.