jueves, 18 de septiembre de 2008

Capitulo 62

Diego levantó la vista del periódico y sonrió a Marie que salía de la habitación. Había pasado mala noche, lo sabía, y por eso se había pasado la tarde descansando un poco. La noticia de la marcha de su hermana a saber donde, la había dejado muy nerviosa.
- ¿Ya te sientes mas tranquila?- le preguntó mientras doblaba el diario y se levantaba.
- Si.. un poco. Gracias..- ella le sonrió- ¿ no has ido a trabajar?
- No… he estado hablando con mis abogados por teléfono.. poco mas
- ¿Vas a recuperar Bulevar?
- No…
Ella se acercó a él, sentándose en el sofá y le abrazó
- Creo que es lo mejor..
Diego la miró.- No te confundas Marie.. no voy a recuperar Bulevar.. voy a ayudar a Nacho a destruirla…
Marie se separó de él, mirándolo, confundida
- Diego.. por favor… esta guerra no tiene razón de ser..
- ¿Qué no? Me las van a pagar todas…el mensajero, mi papaíto.. y ese desgraciado de Alvarito… que cree que está a salvo porque ha huído…
- Ya es una desgracia tener que esconderse el resto de sus días….
Diego la miró con rabia
- ¿Quieres dejar de defenderlo? ¡Es un maldito imbécil y tu hermana otra por haberse ido con él!
- ¡Diego, por favor!- exclamó ella, también furiosa- ¡no sabemos si Lucía está con él! ¿Te crees que mi hermana es tan tonta?
- ¿Eso es una pregunta con trampa?- le preguntó él alzando una ceja
Ella se levantó, ya totalmente furiosa
- Vete al infierno, Diego…
Diego fue a contestarle, cuando sonó el timbre de la puerta. Marie se detuvo y le miró
- ¿Esperas a alguien a estas horas?
- No..¿Y tu?
- ¿Te preguntaría si yo lo esperase?- le espetó ella con tono seco
De la Vega no le contestó y fue a abrir la puerta. Le dolía enormemente discutir con ella, pero parecía que nunca se ponían de acuerdo. Ella no parecía entender su odio… y aunque en el fondo no quería que su guerra le salpicara, no podía evitar la rabia cuando veía que ella no compartía sus metas. Decidió despachar pronto la visita y arreglarlo con ella lo mas pronto posible. No soportaba la idea de saber que estaba enfadada con él…
Pero justamente, el motivo del enfado de Marie, estaba tras la puerta.
- Vaya.. la hija pródiga ha vuelto a casa..
- ¿Puedo ver a mi hermana?- preguntó Dríade sin hacer caso del tono irónico de Diego
- ¿Crees que son horas?- le dijo él, serio- ¿Qué pasa?¿Que ya te has cansado de lamerle las heridas a Alvarito?
- ¿Y tu has dado clases de decir las máximas tonterías en un minuto?- dijo ella, violenta
- Uyyyyyyyyyyyyyyy… como nos ponemos de nerviositas.. no? Asi que es verdad que estás con Álvaro…
- ¿Me dejas pasar?- preguntó ella a su vez
Diego fue a negarse, pero la voz de Marie le detuvo
- ¿Quién es, Diego?-preguntó desde dentro
- ¡Soy yo, Marie, Dri!
Marie salió a la puerta, a la carrera. Apartó a Diego de su camino y abrazó a su hermana con fuerza
- Dios mio Dri… estaba tan preocupada..¿dónde estabas? ¿Por qué no me llamaste?
- ¿Puedo hablar contigo…?- miró a Diego de reojo- a solas…
- Claro..- la cogió de la mano y la hizo entrar en la casa, ante el disgusto de Diego- vamos a mi habitación…
- Marie…- la llamó Diego entre enfadado y descolocado. Marie le miró
- Por favor..- le rogó
Diego no se atrevió a decirle nada y ella entró con su hermana en la habitación. Él no pudo controlarse y se colocó tras la puerta, para escuchar lo que decían
- ¿Estás bien, Dri?- le preguntaba Marie en ese momento
- Si.. he venido a despedirme.. a decirte que estaré fuera por un tiempo
- ¿Y eso porque?
- No te lo puedo explicar…
- Lucia… no se en que estás metida, pero…
- No te preocupes hermanita… por favor
- ¿Cómo no voy a preocuparme si sospecho que te vas detrás de Álvaro?- la miró con tristeza- Porque te vas detrás de Álvaro ¿verdad?
Dríade guardó silencio, sin atreverse a mentir
- Dios mio…- susurró Marie, ya convencida
- ¿Ves como está con él?- Diego entró como una tromba en la habitación y cogió de los hombros a Driade, zarandeándola- ¿dónde está ese mal nacido?¿Dónde?
- ¡Diego, suéltala, por favor!- le gritó Marie, cogiendo a Diego de uno de los brazos para que soltara a su hermana
- ¡No!- respondió él con fiereza- ¡sabe dónde está Álvaro y me lo va a decir!
Marie tiró de él con fuerza, casi al borde del llanto. Diego estaba fuera de si y estaba haciendo daño a su hermana. Le gritó y le golpeó en el brazo, para que la soltara, pero él no parecía verla. Forcejeó aún mas con él, hasta que Diego levantó un brazo y la empujó con rudeza, tirándola al suelo. Marie gritó al caer, llevándose una figura con ella, de una mesa cercana.
El sonido de la figura rompiéndose contra el suelo, hizo reaccionar a Diego, que aflojó la fuerza con la que sostenía a Driade.
- ¡Maldito bastardo!- gritó frenética Dri al ver a su hermana dolorida en el suelo. Corrió hacia ella- ¿Qué le has hecho? ¡Está embarazada!
Marie miró a Driade asustada, mientras que Diego trastabilló hacia atrás, por el golpe de la noticia.
- ¿Q…que…?
- Dios…- siseó Dri al darse cuenta de que su hermana aún no le había dicho nada
Marie se levantó lentamente del suelo y lo miró con fijeza. Dri quiso desaparecer en aquel preciso instante
- Te llamaré..- le susurró mientras se encaminaba hacia la puerta- pronto…
Su hermana no contestó, pero Dri supo que la había escuchado. La dejó a solas con Diego
- ¿Cuándo pensabas decírmelo?- preguntó él, aún impactado
- Estaba esperando el momento idóneo..no sabía como te lo ibas a tomar…
- ¿Qué como me lo iba a tomar? ¡Un hijo Marie! ¡Estamos hablando de un hijo!
Ella comenzó a llorar, silenciosamente.- Nunca me has dado esperanzas de que lo nuestro fuese a durar… soy yo la que lucha, la que ama, la que espera…
- ¿Qué es lo que crees? ¿Qué no te quiero?- preguntó Diego, dolido
- Yo…
- ¡ Respóndeme…!
Ella negó con la cabeza, diciéndole con ello, que si, que pensaba que él no la quería. Diego apretó los puños y cerró los ojos, sintiéndose derrotado, vencido. No había hecho demasiadas cosas bien en su vida.. pero la peor de todas, había sido aquella… no ser capaz de demostrarle a la mujer que amaba, todo lo que sentía por ella. Retrocedió hacia la puerta, sin poder soportar el dolor
- ¿Dónde vas..?- le preguntó ella entre lágrimas
- Necesito pensar.. estar solo…no se…
- Diego…
Él la miró con la mirada rota.- No he sido capaz de demostrarte que te amo mas que a mi vida…¿cómo voy a ser capaz de hacerte feliz el resto de tu vida?
Y se marchó. Marie escuchó la puerta de la calle al cerrarse y se llevó un puño a la boca para no llamarlo. Si necesitaba tiempo, se lo otorgaría… aunque se muriera por no tenerlo a su lado.
Pheebs miró su reloj y suspiró ruidosamente mientras apoyaba la espalda en la silla. Hacia mas de una hora que ya se había arrepentido de ofrecerle a Susana firmar los dossieres, pero es que a aquellas alturas, ya odiaba su trabajo, el boli, a su amiga, y a todo documento escrito que se le pusiera delante. Cogió el boli para estamparlo contra la pared, y así, almenos, intentar desahogar su frustración por algún lado, cuando picaron a la puerta del despacho.
- ¿Quién es? Aviso que no estoy para tonterías.. eh?
- Vaya… hoy tenemos humor de perros..- le contestó Zarek entrando en el despacho
Pheebs se puso de pie como un resorte y sintió el corazón latirle en todas las arterias y venas de su cuerpo.
- Comisario…
- Inspector..- corrigió él, serio- ¿ cómo estás, Diana?
Ella carraspeó y volvió a sentarse.- Bien…¿Y usted?
- La última vez que nos vimos, me tuteabas…- observó él enarcando una ceja
Diana desvió la vista.- Si.. bueno…ya. Eso fue la última vez
La expresión de Zarek se endureció.- Ya veo….¿ su amiga Susana?
- Ella no está.
- Ya veo…¿cómo puedo localizarla? Es importante que hable con ella.
- No va a ser posible.. – ella se movió incómoda, ante el tono frío del policía- pero si es muy urgente, quizás yo podría darle el recado…
- No.. puedo esperar…. –la miró, intensamente, atravesándola con sus ojos claros- gracias… por todo
Y se giró para marcharse. Pheebs se levantó de nuevo con rapidez, y le llamó antes de que ni siquiera tuviera tiempo para arrepentirse
- Zarek…
- ¿Qué…?- él se detuvo y se giró, ya en la puerta
- Lo siento..
- ¿Por qué?
- Porque no funcionaría… es demasiado complicado…
- ¿Y has tardado una semana en decirme eso?
Ella bajó la vista, sin saber que decir por primera vez en años
- No me gusta que decidan por mi, Diana. Para mí fue muy especial.. pero ya veo que para ti no lo fue. Es igual… somos adultos, y no pienso hacer un mundo de esto..
- Tú no puedes saber lo que significó para mi…- soltó ella a la defensiva. Como siempre que algo le dolía
- Se lo que me demuestran. Soy policia… cojo las pistas al vuelo. Y una semana de silencio, es una prueba mas que definitiva
- No sabía como decirte…
- ¿Qué fue un polvo y punto? Tranquila, ya me lo has dicho..
- No.. no es eso..
Zarek apretó con fuerza el pomo de la puerta y salió de la habitación. Pero antes de cerrar la puerta, se giró una vez mas hacia ella
- Te haré llegar tu ropa interior. Buenas tardes
Pheebs quiso llamarle, pero la referencia a la ropa interior que se dejó, hizo que se lo replanteara debido a la vergüenza que sentía. Aquel policía le gustaba demasiado…pero Susana tenía razón. Aquella relación era demasiado complicada.
Pero saber eso no hizo que no sintiera como su estómago se contraía y tuviera ganas de llorar por sentirse increíblemente frágil y estúpida.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Capítulo 61

Susana clavó las uñas en la madera de debajo de la mesa y lo miró intentando no demostrar ningún tipo de sentimiento
- ¿Qué haces aquí, Goñi?
- Vaya… que formal, koalita…- dijo él acercándose y haciendo que ella tuviera que hacer un esfuerzo sobrehumano para no retroceder- ¿con quien hablabas?¿con tu novio?
- Eso a ti no te importa lo más mínimo- contestó ella sin alzar el tono de voz
- Ah claro….- Nacho entró de lleno en el despacho y empezó a mirarlo todo con curiosidad- supongo que las cosas cambian..¿no koalita?
- Deja de llamarme así- siseó Susana entre dientes
- ¿Cómo? ¿Koalita?- él se inclinó hacia ella, desde el otro lado de la mesa y le sonrió- es que ya sabes que me encantó como te enganchaste a mi aquella maravillosa noche…
- Serás hijo de puta….- esta vez no pudo evitarlo y retrocedió- ¡ aquella noche me forzaste!
Nacho se incorporó, mientras chasqueaba la lengua.- No, no koalita, sabes que no me gusta esa expresión. Simplemente no nos pusimos de acuerdo…
- Déjame en paz o…..
- ¿O que?- le interrumpió él- ah si… que ahora eres jueza… y puedes hacer muchas cosas..¿no es así Susi?
Susana se mordió los labios de pura impotencia. Sabia que no podía contra él.. se lo había demostrado muchas veces. Cada vez que hacía algo en su contra, él se lo devolvía multiplicado por tres. Y estaba cansada de tener miedo… estaba cansada de no poder dejar de mirar por encima del hombro
- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó ella con las lágrimas a punto de traicionarla
- Aja… ahora empezamos a hablar el mismo idioma…- Nacho sonrió- verás… se que llevas el caso del malnacido de Aguilar… y quiero que me des el dossier…
- Tú estás loco….- contestó ella mirándolo
- ¿Loco? No preciosa…mi detective lo necesita..¿te he dicho que he contratado a un detective para que lo encuentre? Pues si.. a él y a mi Bea…
- No puedes actuar por tu cuenta… La policia…
Nacho la alcanzó tan rápido, que Susana gritó de sorpresa y no pudo zafarse. El miedo le recorrió las venas como si de lava ardiendo se tratara
- Yo actúo dónde y cuando me da la gana… ¿lo entiendes?- le habló con dureza, apretándole el brazo hasta hacerla gemir de dolor- Ahora dame ese maldito dossier
- Suéltame…- dijo ella intentando controlarse
- ¿De verdad?- Nacho le apretó mas y la acercó a él hasta que su otra mano le recorrió la espalda con posesividad. Ella sintió un escalofrío de terror- ¿de verdad quieres que te suelte? Sigues siendo la chica mas sexy que he conocido en mi vida……
- Por supuesto que quiere que la sueltes, maldito hijo de perra…- dijo una voz desde la puerta y Susana soltó un sollozo de alivio al ver a su amiga allí . Pheebs miraba a Nacho con odio, y en su mano cargaba un arma de fuego. Susana no podía imaginar de dónde la había sacado, pero le daba igual.
- Hombre… la amiguita al rescate…- dijo cínicamente Nacho, pero soltando un tanto a la jueza
- Suéltala Goñi.. – repitió Pheebs- y ni pienses que no soy capaz de usarla. Mi hermana está en coma por tu culpa, me caes como una patada en el pulmón izquierdo, y ahora estás acosando a mi mejor amiga. Reza para que no te cosa a balas, maldito cabrón.. porque te juro que ganas no me faltan de coserte los huevos a tiros- dijo esto último quitándole el seguro a la pistola.
Nacho soltó a Susana de inmediato al oír el chasquido
- Si.. me voy..- miró a Susana mientras se dirigía a la puerta que Pheebs le dejaba libre, pero sin dejar de apuntarle- ya nos veremos…
- Ni se te ocurra volver a acercarte a ella…- Pheebs avanzó un paso hacia él- ¡Fuera de aquí! ¡Vamos!
El abogado la miró con odio y acabó por salir del despacho. Susana, al ver que se había ido, se derrumbó. Pheebs tiró el arma al suelo y corrió hacia ella
- Va, va, cosi.. ya está, ya pasó…- le dijo mientras la abrazaba con fuerza
- ¡Dios, Diana! ¡Esto no va a acabar nunca!- exclamó Susana entre sollozos- ¡ nunca!
- Por supuesto que si, Su… ese malnacido acabará pagando por todo lo que ha hecho…ya verás como si…
- ¿Cuándo? ¿Cuándo haya acabado de fastidiarme la vida?- preguntó su amiga mirándola- no puedo mas, Di.. no puedo…
- Shhh…- Pheebs la abrazó con mas fuerza- ¿Por qué no llamas a tu príncipe azul y os vais a tu casa a dejar que te mime?
- Porque no quiero que me vea asi…- contestó Susana con rapidez
- Es que no te va a ver así… te va a ver con una sonrisa increíble y con muchas ganas de estar con él- Susana la miró- anda, vamos.. llámalo y vete a casa…
- Pero es que tengo que…-señaló los dossieres aún sin firmar
- Ya los firmo yo…¿o te crees que no sé falsificar tu firma?
Susana supo que tenía que regañarla por lo que acababa de decir, pero no tenía fuerzas. Sonrió forzadamente y levantándose buscó su móvil, mas que dispuesta a llamar a Alejandro y refugiarse en su cálido abrazo.
- Oye….¿y la pistola?- preguntó antes de marcar
- ¿La pistola?- Pheebs la miró, y sonrió- es la pistola de fogueo de Ana. La dejó aquí la última vez que vinimos a torturar al becario…
Esta vez Susana no pudo evitar sonreir.
Alvaro sintió abrirse la puerta de la habitación y giró la cabeza levemente para ver quien era. Al ver a su amigo apagó el cigarro en el quicio de la ventana y se giró hacia él
- No deberías darte al vicio, marquesito… no se porque demonios has empezao ahora, si tu nunca has fumao…
- Siempre hay una primera vez…- Álvaro se alzó de hombros y tocándose el costado, que aún llevaba vendado, se dirigió a la cama y se sentó- ¿alguna novedad?
- La pasma sigue dando palos de ciego…amos, que como sigan así te van a buscar en mora mora
- Bora Bora…
- Como se llame joder… tú y tu manía de corregirme!
Alvaro sonrió. Pero la sonrisa no era sincera.. como ninguna que hubiera dibujado sus labios desde que había salido de la crisis
- ¿Qué vas a hacer con ella?- preguntó el Anguila de golpe
Su amigo lo miró- ¿Con quien?
- Podría fingir que me interesa que vas a hacer con el bomboncito ese que ha venido con el rizos, tio.. pero se que a ti te importa tanto como a mi…- Álvaro desvió la vista- me refiero a Bea
- Bea es una prisionera. No podemos deshacernos de ella. Sabes que irá a la policía
- Yo no se una soberana mierda…
- Anguila, no empieces..- le cortó Álvaro de mala manera
- Joder Álvaro.. eres la leche. Tienes a esa chica encerrada, muerta de pena, afirmando que no te acuerdas de habértela beneficiao, cuando en realidad te acuerdas de toito.. y no quieres reconocerlo….Si no quieres saber de ella..¿porque demonios no dejas que se vaya y todos tan contentos?
- Debes de haberte vuelto loco…
- ¿Loco? ¿Porque te digo a la cara que eres una rata?¿O porque no estoy de acuerdo en como haces las cosas?
- No te metas en esto…
- Ya estoy metio tio.. hasta las cejas. Toa la pasma sabe que te ayudé en la fuga y que estoy fugao contigo..¿o te recuerdo que la semana pasada no fui al juzgao por la condicional ni fui un solo día al curro?
Alvaro guardó silencio. Tenía razón. Su amigo lo había dado todo por él. No tenía derecho a recriminarle nada. Pero Bea no. Ese era un tema demasiado delicado.
- Sabes que no puedo dejarla ir…
- ¿Por qué? ¿Por tus sentimientos que ni tu sabes si son buenos o malos? ¿Por qué se chive? Sabes que no lo hará. Yo mismo la dejé ir y no quiso marcharse…
No. Maldita fuese ella que lo alteraba con su sola presencia... No quería dejarla marchar porque el solo hecho de saber que no la podría tener al otro lado del pasillo, lo mataba de dolor. Porque por mucho que él dijera que no recordaba nada, aún sentía cada beso, cada caricia, cada aliento de vida. Porque aquella noche en sus brazos se había sentido vivo por vez primera en muchos meses…y por fin su corazón había dejado de gritar de agonia. Pero la misma certeza, de que no podía confiar en ella, de que no podía perdonarla, casi acaba con él. Porque sentía pánico de entregarle todo de nuevo y perder ya mucho mas que su libertad. Si ella volvía a engañarle, incluso el trozo de alma que ella le había arrebatado, se rompería en mil pedazos. Porque una vez que la había sentido de nuevo entre sus brazos, no había tenido un momento de paz.. llorándola en silencio cada segundo que no sentía sus dedos rozar su piel. Porque lo que había sentido antes por ella, se podía llamar amor… ahora no había palabras para describirlo.
- No es tan fácil Anguila…- dijo avanzando de nuevo hacia la ventana
- Lo que te pasa es que estás acojonao… porque la quieres hasta las trancas y no sabes ya ni que hacer…
Alvaro miró a su amigo, mientras una lágrima solitaria de rabia y tristeza le recorría la mejilla
- Ojalá sólo la quisiera…ojalá el amor y el odio que siento por ella no me estuvieran destrozando por dentro- se golpeó el pecho- ¿Crees que me gusta sentir lo que siento? ¿ Crees que quiero amarla tanto que ya no sepa dónde está el límite? Ella me engañó.. jugó conmigo, consiguió que me condenaran a 15 años.. y ahora voy a ser un prófugo de por vida…¿crees que le debo algo? ¿Qué tengo que estarle agradecido por algo?
- ¿Y por eso te acuestas con ella y luego la engañas?¿Para devolverle algo de todo eso?
Álvaro lo miró con intensidad.
- No.. la hice mia porque estaba harto de vivir a medias.. de no sentir mas que vacio en mis manos. La amé porque si hubiera muerto en aquel momento, sólo hubiera rogado por estar en sus brazos….
Anguila se cruzó de brazos, mirando pesaroso a su amigo
- Ese odio te matará, Álvaro…porque está comprobao, que ni lo que sientes ahí dentro, es capaz de vencerlo, tio…
- Lo se… por supuesto que lo se…- dijo con la voz rota
- Pues déjala marchar e intenta aprender a vivir sin ella… Es lo mejor… Para todos.
Supo que tenía razón, pero no le contestó. Pero no podía dejarla marchar… simplemente no podía.
- No me atosigues Anguila..
- Tu mismo…- y salió de la habitación, dejándolo solo…solo y atormentado.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Capítulo 60

Bea levantó la vista cuando abrieron la puerta y suspiró vencida al ver que le traían la comida. Hacia ya una semana desde que la habían separado del lado de Álvaro y por mucho que aquella chica había intentando que comiera, Bea no había conseguido probar bocado. Miró la bandeja con expresión triste, mientras la chica se la colocaba delante
- Vas a enfermar si sigues sin comer..- le dijo Dríade mirándola con preocupación
Bea no contestó. Simplemente se limitó a alzarse de hombros
- Alvaro cada día está mejor…- le informó la hermana de Marie
Bea le miró, con sus grandes ojos verdes, húmedos por las lágrimas no derramadas
- Me alegro de que….- susurró casi sin voz, pero se detuvo- me alegro mucho…
Dríade la miró aún mas preocupada. Aquella chica se estaba consumiendo en aquella habitación, y nadie parecía darse cuenta. Desde que ella había llegado a la casa, llevada por la desesperación de saber que Álvaro se moría y que parecía que nada se podía hacer, Bea había estado en aquella habitación.. y había pasado de estar desesperada por salir de ella, a sentir una indiferencia por todo, que le ponía los pelos de punta. Gonzalo y ella habían llegado horas después de la fatídica llamada del Anguila, dispuestos a no separarse de Álvaro. Y ella mas que nadie….aun a pesar de las protestas de Saymi y el propio Gonzalo. Ahora estaba directamente implicada…pero no le importaba. Quería estar a su lado… a pesar del mundo, de sus amigos y de ella misma. Y sobretodo a pesar de Bea y de la tristeza que la consumía….la misma tristeza que parecía consumir a Álvaro
- ¿Quieres que…?- empezó
- No…- interrumpió Bea antes de que ni siquiera pudiera empezar. No quería saber que podía hacer por ella aquella chica.
En ese momento entró el Anguila
- ¿Comes o no, marquesita?
Bea le miró y perdió la batalla contra las lágrimas. Anguila la miró, serio
- Dri.. déjanos solos
Dríade no protestó y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de si. Anguila se sentó al lado de Bea y le pasó un brazo por los hombros
- Marquesita.. comienzas a preocuparme…
Ella no le miró.- No tienes que preocuparte… total.. ya nada merece la pena
- Juer marquesita.. no hables así. Sabes que Álvaro no sabe ni lo que quiere… que acaba de salir del túnel ese de la luz antes de la muerte…que es normal que no recuerde nada….
- ¿Crees que no lo se?- dijo ella con la voz rota- se por todo lo que ha pasado…se que casi le perdemos…. pero al final yo si le perdí, a pesar de todo…
Anguila guardó silencio sin saber que contestar. Álvaro había salido del trance, pero aseguraba no recordar nada de lo que había pasado aquella noche que había pasado en los brazos de Bea. Y su odio hacia ella, en vez de menguar, parecía haber crecido hasta convertirse en un sentimiento irracional. Y eso había acabado de destruir a Bea…. hasta convertirla en una simple sombra de lo que había sido una semana atrás.
- No se que decirte marquesita…
- No me llames así… - pidió ella limpiándose las lágrimas- se rompió todo lo que pudiera haber entre Álvaro y yo…
- Ojalá yo…- empezó el Anguila
- No, no puedes hacer nada…- cortó ella- gracias por todo… yo….- dudó un instante y luego pareció decidirse por fin- ¿te puedo preguntar una cosa?
- Claro…
- ¿Qué representa Driade en la vida de Álvaro?
- ¿No lo sabes? Creí que la conocías de Bulevar
- Y asi es… pero nunca fuimos lo que se dice amigas…
- Yo no se muxo eh- dijo mesándose el pelo, incómodo
- Ella está enamorada de él..¿verdad?
Anguila ladeó la cabeza mientras la miraba
- Eso no importa marquesita… solo importa que ella le ayudó…¿crees que el marquesito tiene tiempo para romances?
Bea desvió la vista y no contestó
- Deberías comer un poco, Bea…- dijo Anguila levantándose- por favor…
Ella siguió sin contestar y Anguila salió de la habitación de forma resignada. Las lágrimas siguieron rodando por sus mejillas, pero ella ya no hizo nada por detenerlas. Se sentía muerta en vida y la desesperación, por mucho que ella intentara controlarla día tras día, le hacía pedazos el alma entre gritos silenciosos de agonía. No quería comer, ni beber nada, ni siquiera ver la luz del sol. Solo quería acurrucarse en la cama y no despertar. Ella se había entregado a Álvaro, le había entregado su cuerpo, su alma, su corazón de nuevo…Le había entregado todo pensando que todo volvería a estar bien…. Pero había sido una ilusa.. una ilusa llena de sueños rotos.. y no solo Álvaro no se acordaba de nada.. sino que ahora la odiaba mas que nunca… culpándola de haber estado al borde de la muerte. Sabía que habían llegado a un punto de no retorno.. y que ya jamás podrían volver a estar juntos.
Se tumbó en la cama y enterró la cara en la almohada, mientras rezaba en silencio porque le viniera el bendito sueño que la hiciera olvidar….
En aquella semana desde la llamada del Anguila, en Bulevar habían cambiado mucho las cosas. Jota, no dispuesto aún a desvelar el nombre de la persona que le había dado el capital para formar J&S, se había conformado en seguir las indicaciones de Merche desde la distancia y le había ofrecido la dirección general a Gonzalo. Este, en un primer momento había rehusado, llevado por la lealtad hacia Álvaro y su idea de permanecer al lado de su amigo hasta que estuviera recuperado. Pero una llamada de Francisco desde México le había hecho cambiar de opinión. Lo que habían hablado entre ellos, era algo que aún se mantenía entre ambos hombres. Gonzalo, no sin tener todos los reparos del mundo, había aceptado la dirección de Bulevar, no sin antes pedir que Jota se mantuviera a su lado… y por supuesto, que se deshiciera de Nacho lo mas pronto posible. Nacho había montado en cólera y se había aferrado a varios motivos por los cuales no podían echarle…. Entre ellos ser el representante legal de Bea en la empresa.. y debido a eso, el que manejaba las acciones de la ex secretaria. Jota había decidido dejarlo todo en manos de sus abogados, pero Gonzalo no soportaba tenerlo allí, y se dedicaba a vigilarlo a todas horas.
Nacho, mas preocupado por la desaparición de Beatriz, no hacía caso de los movimientos de Gonzalo en su contra. Una vez que consiguió quedarse en Bulevar, sus esfuerzos se volcaron en encontrar a Beatriz, y con ello, a Álvaro… y así conseguir que capturaran al mal nacido de su rival. No descansaría hasta dar con él y quitárselo de en medio de una vez por todas.
Pero no solo tenía que enfrentarse al hecho de no encontrar a Álvaro. Alejandro, el primo, había salido del hospital y se encontraba en Bulevar representando a la familia Aguilar. Saymi, que por fin se había quitado la careta, estaba a su lado, ayudándolo en cualquier cosa que necesitara. La empresa, poco a poco, volvía a las manos de los Aguilar.
Cris y Laura seguían buscando algún resquicio para validar la nulidad del juicio de Álvaro. Con la fuga y los posteriores delitos de agresión y secuestro, las cosas estaban peor de lo que jamás imaginaron….pero no perdían la esperanza. Susana las ayudaba en lo que podía, junto a Pheebs, que seguía compaginando la oficina con el hospital, puesto que Ana seguía en coma.
Nada parecía haber cambiado en las vidas de todos ellos. Pero en realidad, el giro había sido de mas de 180 grados. Los implicados en la fuga de Álvaro sabían que la policia estaba cada vez mas cerca. Zarek Vryzas cada vez se acercaba mas… y eso los tenía sumamente nerviosos. Sobretodo a Gonzalo y Alejandro.. que veían peligrar sus estrenadas y frágiles relaciones con Laura y Susana. Todo comenzaba a desmoronarse antes siquiera de empezar… y no sabían como recoger los pedazos.
Susana entró en su despacho y dejó los dosieres encima de la mesa con gesto cansado. Llevaba toda la mañana de juicio en juicio, y lo único que le apetecía era marcharse a casa, llamar a Ale y darse un buen baño caliente. Rodeó la mesa y se dejó caer en la silla mientras se decidía con que dossier empezar. Tenía que dejar todos aquellos dossieres cerrados y firmados, listos para ser archivados. Y no podía dejarlo para el día siguiente
Su móvil sonó en aquel momento y rebuscó en su bolso. Sonrió al ver el número en la pantalla
- Hola cariño
- Hola peque..- le contestó Alejandro al otro lado del teléfono- ¿ lista para una cena en un sitio espectacular y con la mejor compañía?
Susana sonrió.- ¿Con marisco recién cogido?
- Bueno.. recién cogido no se.. pero lo del marisco se puede mirar..
Ella rió.- Que mas quisiera… pero tengo un montón de dossieres esperándome con cara de pena porque quieren que los firme y los revise esta misma tarde. No se cuando acabaré..
- Peque, no me digas eso.. llevas días y días encerrada en ese despacho. Al final voy a pensarme que lo quieres mas que a mi..- dijo haciéndose el ofendido
- Ayyy… ¿no te lo he dicho? Mantengo una relación muy seria con la fotocopiadora… vamos, que estamos pensando tener fotocopiadoritas para dentro de un año o asi…
- ¿Ves? Si ya lo decía yo.. es que uno no puede darse la vuelta que te la pegan con la primera máquina de diseño que se cruza…. Voy a tener que hablar con mi amigo C3PO para ver que me aconseja…
Susana no pudo evitar reir.- Mira que eres tonto…
- Peque.. te doy dos horas y te secuestro…¿entendido? Dos horas
- Valeeeeee…- aceptó ella con una sonrisa feliz. Alejandro era lo mejor que le había pasado en la vida- en dos horas
- Te quiero peque..- dijo él, tierno
- Y yo a ti..- colgó el móvil y se lo quedó mirando con la misma ternura que había desprendido la voz de él. Si, sentía que ya le quería… mucho mas de lo que jamás se podía haber imaginado
- Que escena mas tierna…. tanto que dan ganas de vomitar…¿ya me has sustituido, koalita?
Susana miró hacia la puerta y sintió que un escalofrío le recorría la columna vertebral.
Nacho la miraba con una sonrisa peligrosa desde la puerta.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Capítulo 59

Bea abrió los ojos con lentitud. Tuvo que parpadear varias veces debido a la vista borrosa, y se acordó de que no llevaba puestas las gafas. Giró la cabeza para buscarlas, y las encontró en el suelo, casi escondidas bajo la cama. Se las puso y volvió a parpadear, mientras los recuerdos de la noche anterior le venían a la cabeza con una rapidez inusitada. Recordó a Álvaro, sus besos, sus apasionadas ternezas… y el corazón se le disparó en el pecho. Notó el contacto caliente de su cuerpo junto al suyo y una sonrisa de felicidad se dibujó en su cara sin poder remediarlo. Por fin un poco de luz al final del camino….¿un poco de luz? Aquello era un sol entero… con sus rayos, su calor, su color brillante…Bea se sintió eufórica y soltó una breve carcajada, inmersa en su alegría, tapándose la boca después, para que no fuera oída. Se sentía eufórica… pero también cohibida… no sabía como reaccionaría Álvaro con ella tras la noche que habían pasado.. sólo esperaba que aquello fuera el inicio de su felicidad conjunta.
Se incorporó un poco para mirarlo. El estaba a su lado, con los ojos cerrados, y parecía dormido. Bea le miró con una sonrisa, pero en cuanto su mirada se posó en él, supo que las cosas no iban bien.
Álvaro estaba impregnado en sudor, un sudor frío que le hacía moverse inquieto… y su herida sangraba profusamente.. alarmándola, sintiendo, que ese corazón loco que sentía en el pecho, dejara de latir
- ¿Álvaro…?- fue a tocarlo, pero no se atrevió. Se incorporó aún mas en la cama, mientras tapaba con la sábana su desnudez, y escuchó el gemido ahogado de dolor de Álvaro. Se atrevió a tocarlo, con miedo al principio, con mas decisión después al comprobar la temperatura que desprendía el cuerpo de Álvaro. Al tocarlo, se asustó
- Dios…¿Álvaro? Por dios, estás ardiendo en fiebre…y tu herida… - se mordió los labios, aterrada, intentando mantener el control. Pero le era prácticamente imposible. Él no reaccionaba a su voz y el pánico la invadía. Se apretó mas la sábana contra el cuerpo, y corrió hacia la puerta, abriéndola. Fuera, uno de los hombres de Anguila, dormitaba sentado en el suelo. Al escuchar abrirse la puerta, se levantó de un golpe
- ¿Dónde se cree que va, niña?- le preguntó con voz seca
Bea ya lloraba.- Llama a Anguila.. es Álvaro… Álvaro está mal… por favor… llámalo…
El hombre dudó por un instante y miró hacia el interior de la habitación. La volvió a mirar a ella y luego hacia el final del pasillo
- Ninguna tontería… eh? Quédate exactamente dónde estás o haré que te arrepientas…
Bea no tuvo tiempo de responder. Tampoco lo hubiera hecho. No se imaginaba estar en otro lugar que no fuese al lado de Álvaro… sabiendo que él se encontraba a salvo.
Pasaron unos minutos y apareció Anguila a la carrera. La miró durante un segundo, seguramente impactado por su falta de ropa, pero enseguida entró en la habitación de Álvaro. Bea lo siguió
- Jodeeer…- exclamó el Anguila al ver el estado de Álvaro- ¿Qué demonios ha pasado aquí?
Miró a Bea, que lloraba aún asustada, y la pregunta le pareció tan obvia, que se enfadó mas consigo mismo que con ella
- Joeeeer marquesita..¿cómo se os ocurre poneros cariñosos con el estado en el que se encuentra este merluzo??
- Yo…- Bea no sabia que contestar
- ¡Jimmy!- gritó el amigo de Álvaro- llama al médico cagando leches… ¡vuela!
- No hace falta..- dijo otro de los hombres que había subido desde el salón- acaba de llegar. Me ha dicho que quería saber como ha pasado la noche..
- Pues movidita…- dijo Anguila con una mueca- dile que suba… rápido!
El hombre se marchó y Anguila cogió a Bea de un brazo, alejándola de allí. La condujo hacia una habitación a la otra punta del pasillo
- Ahora te vas a quedar aquí bien calladita..¿vale marquesita?
- No me separes de él, Anguila.. necesito saber que está bien…
- Basta ya marquesita.. me vaa a meter en un lio con tus lloros y tus súplicas. Si Álvaro quiere verte, que te llame cuando se recupere. Hasta entonces… lo siento.. pero tiens que quearte aquí…
- ¡No!- gritó Bea al ver que él la empujaba dentro de la habitación y la cerraba con llave- ¡No, por favor, no me dejes aquí! ¡Quiero estar con él! ¡Por favor!
Comenzó a llorar, golpeando la puerta con los puños, hasta quedarse sin fuerzas. Resbaló hasta el suelo, sintiendo el tacto de la madera en las manos, y quedando de rodillas, mientras lloraba sin consuelo y pronunciaba una y otra vez el nombre de Álvaro.
Cris abrió lentamente la puerta del despacho y asomó la cabeza antes de entrar. Le vio sentado tras la mesa, cabizbajo y sumido en sus pensamientos. Entró con la misma lentitud con la que había abierto la puerta y se acercó a la mesa. Él ni siquiera levantó la cabeza
- Si me dieran un millón de euros por decir lo que estás pensando, creo que no podría aceptar el reto…
Jota levantó la cabeza y al verla, sonrió débilmente.
- Hola cielo
- Vamos… acabas de ganarle la guerra al gran Diego de la Vega, y parece que se haya derrumbado el mundo…- dijo ella rodeando la mesa y sentándose en ella, frente a él- ¿a que viene esa cara?
El ex mensajero la miró y retirándose un poco de la mesa, le cogió de una mano, para que Cris se sentara sobre sus rodillas
- Supongo que el sabor de la venganza no es tan dulce como creemos en un principio…
Cris entendió sin necesidad de que él dijera nada mas. sabía que no había sido fácil quitarle todo a Diego y Cayetana. Sobretodo a Cayetana
- Jota…
- Lo siento cielo.. yo…- dijo él dándose cuenta de que ella le había entendido demasiado bien
- No tienes que disculparte. Se que esto no es fácil… pero solo es el principio.. lo sabes..¿verdad?
- Lo se…- contestó él golpeando con el puño suavemente en la pierna de ella- y no se ni como saldrá…
- Lo primero que has de hacer es reubicar a la gente y buscar un director general. Tu no puedes llevar esto…. ¿qué pasaría con J&S?
- No voy a dejar mi empresa…- la apartó levemente y se levantó- todo esto pertenece a los Aguilar… ellos sabrán que tienen que hacer
- ¿No crees que ya es hora de que aparezca tu socia en esto y se haga cargo de la situación
Jota la miró en silencio. Quizás si que era hora de que apareciera… pero él no podía presionar a nadie… y menos a aquella persona
- No lo se, Cris…no lo se. Tengo que llamar a Francisco y a Merche. Ellos me dirán que hacer.
Cris se acercó a él y lo cogió de la cintura
- Estoy orgullosa de ti….
Él la miró con una sonrisa.- Gracias por decírmelo… aunque espero que todas estas palabras bonitas no sean para que te diga quien es mi socia…
- ¿Yo?- Cris puso cara de inocente
- Si tu..- Jota se echó a reir- anda.. vamos a tomar un café…
Cris se colgó de su brazo y los dos salieron del antiguo despacho de Diego y Álvaro
Gonzalo sonrió a Laura cuando ésta entró en la cocina, medio adormilada
- Buenos días…¿Por qué no me has despertado?- dijo ella
- Porque estabas muy bonita asi, dormida…- contestó él ampliando la sonrisa- y me daba pena despertarte
- Quería ir pronto al hospital…- ella miró a su alrededor- por favor..¿café? Sin un café, no soy persona
Gonzalo rió y se apresuró a servirle un café, mientras ella se sentaba en una mesa cercana
- ¿Cómo has dormido?- le preguntó alargándole una taza
- Bien…- Laura cogió la taza y bebió con avidez- gracias por todo…
- No me des las gracias… - él la miró, embelesado- para mi ha sido un auténtico placer tenerte aquí
Laura se ruborizó y bajó la vista hacia la taza. Gonzalo prefirió no darle importancia
- ¿Te llevo al hospital? Tengo que ir a Bulevar a hacer algunas cosas.. y ya se me ha hecho algo tarde…
- Claro…- contestó ella con rapidez. No quería perderlo de vista tan pronto
En ese momento sonó un móvil. Gonzalo se quedó pálido
- ¿Es tu móvil?- preguntó ella
- ¿Me perdonas un momento?- preguntó él a su vez
Laura lo miró extrañada, mientras él se escabullía fuera de la cocina
- ¿Qué pasa?- susurró al coger el teléfono
- Malas noticias tio…- la voz del Anguila sonó asustada- tienes que venir tio. El marquesito está mucho peor… de esta no sale, tio, de esta no sale…
A Gonzalo se le cayó el móvil de las manos