Susana detuvo el coche a pocos metros del portal del edificio dónde vivía Alejandro y apagó el motor. Dejó caer la cabeza contra el respaldo y suspiró
- Tiene que estar en casa, cosi..- le dijo Pheebs- hemos ido a todos los sitios posibles dónde podía estar y nada. Incluso el canalla de Nacho está en su casa la mar de tranquilo…
- ¿Y porque no me coge el móvil?- preguntó su amiga mirándola
- Porque seguirá enfadado… ¿aún no sabes que los hombres sólo tienen una neurona y no saben hacer dos cosas a la vez?- la empujó levemente- anda.. sube a hablar con él. Yo me vuelvo con el coche en cuanto me hagas una perdida diciéndome que no te ha tirado nada a la cabeza…- terminó guiñándole un ojo
Susana sonrió.- ¿Estás segura?
- Claro… sube. Yo retomaré mi romance con el cuchillas buenorro…
- Anda que…- Susana salió del coche y tras despedirse de su amiga, se dirigió al portal con el corazón encogido.
Diana la vio alejarse y saliendo del coche, se metió en el lugar del conductor, mientras negaba con la cabeza, pensando en lo complicada que eran las relaciones humanas. Si todos se dedicaran a amarse y punto, el mundo sería un lugar mejor. Pero no… tendían a complicarse la vida… y de mala manera además.
Un golpe en la ventanilla la sobresaltó cuando iba a poner el coche en marcha. Se giró, pensando que Susana quizás se habría arrepentido, y su corazón se detuvo. Bajó la ventana con manos temblorosas
- ¿Qué haces aquí?- preguntó
- Trabajando…- Zarek la miró, serio
- ¿Estás vigilando a Alejandro?- Diana le miró, asombrada
- Si… podría decirse que si..- sus rasgos se suavizaron un tanto- ¿y vosotras?¿a que habéis venido?
- Yo ya me iba… ellos han de hablar.. discutieron….¿porque le vigilas?
- Alguien dio el chivatazo en comisaría de que Alejandro García conoce el paradero de Álvaro Aguilar. Solo lo estamos comprobando
- ¿Y no sería mejor llevarlo a comisaría e interrogarlo?
Zarek sonrió, divertido.- No me gusta llevar a la gente a comisaría cuando mi única prueba es una llamada anónima. Si de verdad tienen algo que esconder, suelen asustarse y luego es más difícil demostrar nada…
- Vaya… habló el profesional…
Él volvió a sonreir.- Un café…? Puedo tomarme media hora..
- ¿El profesional puede descansar?
Zarek señaló con la cabeza al otro lado de la calle.- Hay un coche patrulla al otro lado de la calle…
Diana le señaló el asiento del copiloto, y Zarek, tras hacer una señal, se metió en el coche. Ya dentro, la miró con intensidad y ella se mordió el labio inferior. En un impulso, Zarek la atrajo hacia si, y la besó con fuerza, sobresaltándola.
- Zarek…- susurró ella contra sus labios, cuando él se separó un tanto de ella
- No hagas preguntas… no mas reclamaciones..¿tregua?
Esta vez fue el turno de ella de besarlo, antes de poner el coche en marcha y marcharse de allí. Sólo tenían media hora… e iba a aprovecharla antes de que él cambiara de opinión. Si eso era una tregua…. la tendría
Alejandro oyó el timbre de la puerta, pero tardó en reaccionar. No estaba borracho. Aún. Pero algo le decía que aquella visita lo iba a hacer sentir peor de lo que ya se sentía. Picaron de nuevo a la puerta y esta vez se levantó a abrir.
- Hola…¿puedo…?- le preguntó Susana con una sonrisa tímida
- ¿Qué haces aquí?- le preguntó él sin moverse
- Te he buscado por todos lados.. pensaba que…
- ¿Qué había ido a buscar a mi primo?- le cortó él, seco
- No..que habías ido a buscar a Nacho..
- Y lo hice…
- ¿Qué?
Alejandro se apartó de la puerta y caminó de vuelta al salón. Susana lo siguió tras cerrar la puerta tras de sí
- Alejandro..
- No lo encontré… no estaba en casa…- contestó él dejándose caer en el sofá y cogiendo la botella de cerveza que tenía en la mesita cercana
- Alejandro, por favor…
- ¿Por favor, que?- saltó él- primero le crees a él y luego pretendes que yo me quede de brazos cruzados sabiendo que va haciendo contigo lo que le viene en gana…. ¿ te has vuelto loca o es que me he vuelto loco yo?
Ella bajó la mirada, consciente de que la situación dicha con aquellas palabras, realmente parecía subrrealista.
- Le tengo miedo Ale… se que es capaz de cualquier cosa..
- ¿Capaz de cualquier cosa?- Alejandro la miró- ¿y yo no soy capaz de cualquier cosa por ti?
- Si..- ella se sentó a su lado, pero no lo tocó, tenia miedo de que la rechazara- por eso te busqué.. tenía miedo de que te pudiera pasar algo..
- ¿Te engaño, y luego no soy capaz de defenderte?
- Alejandro, por favor.. deja de sacar las cosas de quicio…
El bebió de su botella sin contestar. Susana se atrevió a ponerle la mano sobre el brazo
- Ale… por favor.. háblame…
Alejandro dejó la botella sobre la mesa con un golpe sordo y se levantó
- Su.. no se que quieres de mi.. de verdad que no lo se…¿Por qué no eres sincera conmigo de una vez?¿Porque no me dices que piensas realmente?
- Alejandro..
- ¡Dimelo!
Ella se levantó, al borde de las lágrimas.- No me pidas eso Ale… por favor….¿no ves que estoy entre la espada y la pared? ¿No ves que si tú estás implicado me vería obligada a denunciarte?
- ¿Crees que no lo se?¿O que para mi es fácil?
Susana se acercó mas a él, llorando ya.- Sabes dónde está…¿verdad?
Alejandro, frustrado, se llevó las manos a la cabeza
- ¡Si! ¡Si, maldita sea, si sé donde está!- la miró, lleno de dolor- ¿y que vas a hacer ahora?¿detenerme?
- Dios mio…- ella se volvió a sentar en el sofá, temblando, sintiendo que sus peores pesadillas se acababan de hacer realidad- dios…..
Alejandro se sintió desesperado. En ningún momento había querido decírselo, implicarla aún mas de lo que ya estaba…hacerle daño…pero tampoco quería seguir engañándola… no podía mas.
- No podía decírtelo… sabes que no podía…- dijo él mirándola, muerto de miedo
Susana levantó la cabeza.- Dios Alejandro… ¿Por qué?¿Porque?
Él se acercó a ella. Toda la rabia había desaparecido, y el miedo lo abarcaba todo… ahogándolo.
- Sé en el lío que te he metido, mi peque… dios..por eso no quería contártelo..- se arrodilló frente a ella- pero haz lo que tengas que hacer, Su…porque lo único que no quiero en el mundo es hacerte daño…Si tienes que detenerme por implicación en la fuga.. hazlo
- ¿Y cómo lo hago?- preguntó ella ya llorando amargamente
- Haciéndolo, mi vida…no voy a dejar de amarte por eso…- susurró Alejandro con el alma en la mirada
Susana lo miró y ahogando un sollozo, lo abrazó con fuerza. Alejandro la apretó contra si
- Perdóname mi amor… perdóname…
Ella se apartó para mirarlo, y se llevó una mano a la boca, mientras no podía parar de llorar. Se levantó, ante la mirada dolida y expectante de él y salió del apartamento.. sin mirar atrás.
Alejandro quiso llamarla, pero supo que tenía que darle su espacio.. su tiempo… para detenerlo.. o para salir de su vida definitivamente.
Anguila entró en la cocina de la casa, y se encontró a Álvaro sentado con un vaso de whisky frente a él. Tenía la cara mojada y los ojos hinchados, y ni siquiera le miró cuando él entró
- ¿Ya te has cansado de destrozar el pisito?- le preguntó su compañero sentándose a horcajadas en una silla frente a él
- Déjame en paz- siseó Álvaro entre dientes
- Vaya… estamos de uñas eh?- Anguila sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta y se lo encendió con el mechero que había sobre la mesa- ¿Por qué ahora, marquesito?
Alvaro hizo una pausa antes de contestar. Bebió del vaso, tragando el líquido ardiente lo mas lentamente que pudo
- Porque está embarazada
- ¿Y….?
Alvaro esta vez si lo miró.- ¿Tú lo sabías?
- Si, marquesito, lo sabía. Y aunque ella estaba segura de que es tuyo, tú dudarías de quien es el padre de ese mocoso…
Su amigo se levantó, empujando la silla en el movimiento. Se mesó el pelo, desesperado
- No es por eso por lo que la he dejado ir….
- Lo se…- Anguila permaneció sentado, fumando tranquilamente- la has dejado ir porque no tienes ningún futuro que ofrecerle, y porque prefieres perderla antes que ponerla en mas peligro…
- Es lo mejor para ella…- dijo Álvaro sabiendo que para él no era lo mejor
- ¿Y que hay de ti? Yo me cansé de decirte que la dejaras ir, y me decias que no, porque la amabas mas que a tu vida, y no querías tenerla lejos…¿a que viene este cambio de opinión, colega?¿sólo por el mocoso?¿Tan seguro estás de que es tuyo?
Alvaro se acercó de nuevo a la mesa y cogió el vaso, volviendo a beber
- No… claro que no estoy seguro de que sea mío….pero no puedo ser tan egoísta como para retenerla aquí, con un bebé en sus entrañas. Cuando dejé atrás el rencor y dejé que mis sentimientos lo arrasaran todo, me di cuenta de que lo máximo que podía hacer por ella y por lo que siento, era ponerla a salvo… darle su libertad. Y si algún día, sólo si algún día, puedo volver a ella, volveré… amándola como el primer día…
- ¿Y si ella ya no está esperándote?- le preguntó Anguila apagando el cigarro
Los ojos oscuros de Álvaro se humedecieron, al sentir el desgarre de una nueva herida en el corazón. Apuró el vaso y volvió a dejarlo encima de la mesa. Anguila se levantó, al ver que su amigo ni siquiera le salían las palabras para contestar.
- Te mueres sólo de pensarlo..¿verdad?
Alvaro lo miró angustiado. Anguila rebuscó en el bolsillo de su chaqueta y sacó un móvil y un cargador. Se lo tendió todo a su amigo
- ¿Qué es esto?- preguntó Álvaro mirando el móvil
- Le he dado otro a Bea. Estos números no están registrados en ningún lado.. podréis hablar por ellos sin problemas.
- ¿Qué…?- Álvaro miró a su amigo que asintió con la cabeza y volvió a mirar el móvil, como si se tratara de un tesoro- Anguila…
- No me lo agradezcas marquesito… que lo hago por mi. Verte por la casa como un alma en pena, no era mi pasatiempo favorito… Pero utilízalo con cabeza. No están registrados.. pero la pasma tiene ojos en todos los lados. No te vayan a pillar por esta gilipollez…
Alvaro cogió el móvil y lo apretó en su mano.- ¿Ella.. ella que te ha dicho?
- Nada… solo lloraba…- Anguila se alzó de hombros y se dirigió a la puerta de la cocina- voy a ayudar a los chicos a recoger el salón.. que me quiero ir a dormir.
Su amigo asintió con la cabeza y apretó el móvil contra su pecho. Su corazón saltaba de felicidad en el pecho…. Y al día siguiente por la mañana, se levantaría escuchando su voz…. y le pediría perdón y la haría comprender… que la amaba mas allá de toda razón.
Zarek abrió la puerta del restaurante y dejó pasar a Diana delante de él. Ella caminó despacio entre las mesas, buscando un lugar dónde sentarse, mientras aferraba la mano del policía. Zarek sonreía ante la actitud cariñosa de la ayudante del juez, mientras con la mano libre, le acariciaba la espalda como al descuido
- ¿Vamos a una mesa lejos de miradas extrañas..?- dijo ella mirándolo de soslayo
- Contando que preferiría que tu fueses el plato principal del menú, por mi no hay problema..- contestó él con una risita divertida
Continuaron andando entre las mesas, cuando ella se detuvo de golpe y maldijo por lo bajo. Zarek miró por encima de su hombro
- ¿Qué pasa, Diana?- pero al mirar mas allá, se dio cuenta de lo que ocurría. Ignacio Goñi y Diego de la Vega, comían en una mesa cercana, y los miraban con expresión divertida
- Ese se va a tragar esa sonrisita de suficiencia…- siseó Diana entre dientes- hoy acabo en comisaría… pero este se traga el plato!
- Di, no hagas locuras.. – la previno Zarek
Ella se giró hacia él.- ¿Qué no hagas locuras? Ahí tienes al hijo puta que hizo la llamada anónima acusando a Ale… estoy segura!
-¿Qué?- Zarek la miró y luego miró a Goñi, que ya se había levantado y se dirigía hacia ellos
El timbre sonó dos veces antes de que Laura, totalmente apresada bajo el cuerpo de Gonzalo, lo escuchara. Rió ante lo que él le hacía, y quiso pasar del timbre de la puerta… hasta que sonó tres veces mas
- Gonzalo, cariño.. están picando…
- Pues que piquen…
Volvieron a picar dos veces mas, muy insistentemente
- Cariño.. debe de ser importante… van a quemar el timbre!
Gonzalo resopló y poniendo cara de fastidio se separó de ella. Buscó sus pantalones y se los puso
- No te muevas de aquí… vuelvo en dos microsegundos….
Laura se echó a reir.- Anda, payaso… ves a abrir a ver quien es…
Gonzalo le mandó un beso y corrió hacia la puerta, a la que seguían picando insistentemente
- ¡Ya va, ya va!- abrió la puerta de un tirón- ¿Pero se puede saber que….?¿Bea? ¡Dios mio! ¿Eres tu….?
- Tiene que estar en casa, cosi..- le dijo Pheebs- hemos ido a todos los sitios posibles dónde podía estar y nada. Incluso el canalla de Nacho está en su casa la mar de tranquilo…
- ¿Y porque no me coge el móvil?- preguntó su amiga mirándola
- Porque seguirá enfadado… ¿aún no sabes que los hombres sólo tienen una neurona y no saben hacer dos cosas a la vez?- la empujó levemente- anda.. sube a hablar con él. Yo me vuelvo con el coche en cuanto me hagas una perdida diciéndome que no te ha tirado nada a la cabeza…- terminó guiñándole un ojo
Susana sonrió.- ¿Estás segura?
- Claro… sube. Yo retomaré mi romance con el cuchillas buenorro…
- Anda que…- Susana salió del coche y tras despedirse de su amiga, se dirigió al portal con el corazón encogido.
Diana la vio alejarse y saliendo del coche, se metió en el lugar del conductor, mientras negaba con la cabeza, pensando en lo complicada que eran las relaciones humanas. Si todos se dedicaran a amarse y punto, el mundo sería un lugar mejor. Pero no… tendían a complicarse la vida… y de mala manera además.
Un golpe en la ventanilla la sobresaltó cuando iba a poner el coche en marcha. Se giró, pensando que Susana quizás se habría arrepentido, y su corazón se detuvo. Bajó la ventana con manos temblorosas
- ¿Qué haces aquí?- preguntó
- Trabajando…- Zarek la miró, serio
- ¿Estás vigilando a Alejandro?- Diana le miró, asombrada
- Si… podría decirse que si..- sus rasgos se suavizaron un tanto- ¿y vosotras?¿a que habéis venido?
- Yo ya me iba… ellos han de hablar.. discutieron….¿porque le vigilas?
- Alguien dio el chivatazo en comisaría de que Alejandro García conoce el paradero de Álvaro Aguilar. Solo lo estamos comprobando
- ¿Y no sería mejor llevarlo a comisaría e interrogarlo?
Zarek sonrió, divertido.- No me gusta llevar a la gente a comisaría cuando mi única prueba es una llamada anónima. Si de verdad tienen algo que esconder, suelen asustarse y luego es más difícil demostrar nada…
- Vaya… habló el profesional…
Él volvió a sonreir.- Un café…? Puedo tomarme media hora..
- ¿El profesional puede descansar?
Zarek señaló con la cabeza al otro lado de la calle.- Hay un coche patrulla al otro lado de la calle…
Diana le señaló el asiento del copiloto, y Zarek, tras hacer una señal, se metió en el coche. Ya dentro, la miró con intensidad y ella se mordió el labio inferior. En un impulso, Zarek la atrajo hacia si, y la besó con fuerza, sobresaltándola.
- Zarek…- susurró ella contra sus labios, cuando él se separó un tanto de ella
- No hagas preguntas… no mas reclamaciones..¿tregua?
Esta vez fue el turno de ella de besarlo, antes de poner el coche en marcha y marcharse de allí. Sólo tenían media hora… e iba a aprovecharla antes de que él cambiara de opinión. Si eso era una tregua…. la tendría
Alejandro oyó el timbre de la puerta, pero tardó en reaccionar. No estaba borracho. Aún. Pero algo le decía que aquella visita lo iba a hacer sentir peor de lo que ya se sentía. Picaron de nuevo a la puerta y esta vez se levantó a abrir.
- Hola…¿puedo…?- le preguntó Susana con una sonrisa tímida
- ¿Qué haces aquí?- le preguntó él sin moverse
- Te he buscado por todos lados.. pensaba que…
- ¿Qué había ido a buscar a mi primo?- le cortó él, seco
- No..que habías ido a buscar a Nacho..
- Y lo hice…
- ¿Qué?
Alejandro se apartó de la puerta y caminó de vuelta al salón. Susana lo siguió tras cerrar la puerta tras de sí
- Alejandro..
- No lo encontré… no estaba en casa…- contestó él dejándose caer en el sofá y cogiendo la botella de cerveza que tenía en la mesita cercana
- Alejandro, por favor…
- ¿Por favor, que?- saltó él- primero le crees a él y luego pretendes que yo me quede de brazos cruzados sabiendo que va haciendo contigo lo que le viene en gana…. ¿ te has vuelto loca o es que me he vuelto loco yo?
Ella bajó la mirada, consciente de que la situación dicha con aquellas palabras, realmente parecía subrrealista.
- Le tengo miedo Ale… se que es capaz de cualquier cosa..
- ¿Capaz de cualquier cosa?- Alejandro la miró- ¿y yo no soy capaz de cualquier cosa por ti?
- Si..- ella se sentó a su lado, pero no lo tocó, tenia miedo de que la rechazara- por eso te busqué.. tenía miedo de que te pudiera pasar algo..
- ¿Te engaño, y luego no soy capaz de defenderte?
- Alejandro, por favor.. deja de sacar las cosas de quicio…
El bebió de su botella sin contestar. Susana se atrevió a ponerle la mano sobre el brazo
- Ale… por favor.. háblame…
Alejandro dejó la botella sobre la mesa con un golpe sordo y se levantó
- Su.. no se que quieres de mi.. de verdad que no lo se…¿Por qué no eres sincera conmigo de una vez?¿Porque no me dices que piensas realmente?
- Alejandro..
- ¡Dimelo!
Ella se levantó, al borde de las lágrimas.- No me pidas eso Ale… por favor….¿no ves que estoy entre la espada y la pared? ¿No ves que si tú estás implicado me vería obligada a denunciarte?
- ¿Crees que no lo se?¿O que para mi es fácil?
Susana se acercó mas a él, llorando ya.- Sabes dónde está…¿verdad?
Alejandro, frustrado, se llevó las manos a la cabeza
- ¡Si! ¡Si, maldita sea, si sé donde está!- la miró, lleno de dolor- ¿y que vas a hacer ahora?¿detenerme?
- Dios mio…- ella se volvió a sentar en el sofá, temblando, sintiendo que sus peores pesadillas se acababan de hacer realidad- dios…..
Alejandro se sintió desesperado. En ningún momento había querido decírselo, implicarla aún mas de lo que ya estaba…hacerle daño…pero tampoco quería seguir engañándola… no podía mas.
- No podía decírtelo… sabes que no podía…- dijo él mirándola, muerto de miedo
Susana levantó la cabeza.- Dios Alejandro… ¿Por qué?¿Porque?
Él se acercó a ella. Toda la rabia había desaparecido, y el miedo lo abarcaba todo… ahogándolo.
- Sé en el lío que te he metido, mi peque… dios..por eso no quería contártelo..- se arrodilló frente a ella- pero haz lo que tengas que hacer, Su…porque lo único que no quiero en el mundo es hacerte daño…Si tienes que detenerme por implicación en la fuga.. hazlo
- ¿Y cómo lo hago?- preguntó ella ya llorando amargamente
- Haciéndolo, mi vida…no voy a dejar de amarte por eso…- susurró Alejandro con el alma en la mirada
Susana lo miró y ahogando un sollozo, lo abrazó con fuerza. Alejandro la apretó contra si
- Perdóname mi amor… perdóname…
Ella se apartó para mirarlo, y se llevó una mano a la boca, mientras no podía parar de llorar. Se levantó, ante la mirada dolida y expectante de él y salió del apartamento.. sin mirar atrás.
Alejandro quiso llamarla, pero supo que tenía que darle su espacio.. su tiempo… para detenerlo.. o para salir de su vida definitivamente.
Anguila entró en la cocina de la casa, y se encontró a Álvaro sentado con un vaso de whisky frente a él. Tenía la cara mojada y los ojos hinchados, y ni siquiera le miró cuando él entró
- ¿Ya te has cansado de destrozar el pisito?- le preguntó su compañero sentándose a horcajadas en una silla frente a él
- Déjame en paz- siseó Álvaro entre dientes
- Vaya… estamos de uñas eh?- Anguila sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta y se lo encendió con el mechero que había sobre la mesa- ¿Por qué ahora, marquesito?
Alvaro hizo una pausa antes de contestar. Bebió del vaso, tragando el líquido ardiente lo mas lentamente que pudo
- Porque está embarazada
- ¿Y….?
Alvaro esta vez si lo miró.- ¿Tú lo sabías?
- Si, marquesito, lo sabía. Y aunque ella estaba segura de que es tuyo, tú dudarías de quien es el padre de ese mocoso…
Su amigo se levantó, empujando la silla en el movimiento. Se mesó el pelo, desesperado
- No es por eso por lo que la he dejado ir….
- Lo se…- Anguila permaneció sentado, fumando tranquilamente- la has dejado ir porque no tienes ningún futuro que ofrecerle, y porque prefieres perderla antes que ponerla en mas peligro…
- Es lo mejor para ella…- dijo Álvaro sabiendo que para él no era lo mejor
- ¿Y que hay de ti? Yo me cansé de decirte que la dejaras ir, y me decias que no, porque la amabas mas que a tu vida, y no querías tenerla lejos…¿a que viene este cambio de opinión, colega?¿sólo por el mocoso?¿Tan seguro estás de que es tuyo?
Alvaro se acercó de nuevo a la mesa y cogió el vaso, volviendo a beber
- No… claro que no estoy seguro de que sea mío….pero no puedo ser tan egoísta como para retenerla aquí, con un bebé en sus entrañas. Cuando dejé atrás el rencor y dejé que mis sentimientos lo arrasaran todo, me di cuenta de que lo máximo que podía hacer por ella y por lo que siento, era ponerla a salvo… darle su libertad. Y si algún día, sólo si algún día, puedo volver a ella, volveré… amándola como el primer día…
- ¿Y si ella ya no está esperándote?- le preguntó Anguila apagando el cigarro
Los ojos oscuros de Álvaro se humedecieron, al sentir el desgarre de una nueva herida en el corazón. Apuró el vaso y volvió a dejarlo encima de la mesa. Anguila se levantó, al ver que su amigo ni siquiera le salían las palabras para contestar.
- Te mueres sólo de pensarlo..¿verdad?
Alvaro lo miró angustiado. Anguila rebuscó en el bolsillo de su chaqueta y sacó un móvil y un cargador. Se lo tendió todo a su amigo
- ¿Qué es esto?- preguntó Álvaro mirando el móvil
- Le he dado otro a Bea. Estos números no están registrados en ningún lado.. podréis hablar por ellos sin problemas.
- ¿Qué…?- Álvaro miró a su amigo que asintió con la cabeza y volvió a mirar el móvil, como si se tratara de un tesoro- Anguila…
- No me lo agradezcas marquesito… que lo hago por mi. Verte por la casa como un alma en pena, no era mi pasatiempo favorito… Pero utilízalo con cabeza. No están registrados.. pero la pasma tiene ojos en todos los lados. No te vayan a pillar por esta gilipollez…
Alvaro cogió el móvil y lo apretó en su mano.- ¿Ella.. ella que te ha dicho?
- Nada… solo lloraba…- Anguila se alzó de hombros y se dirigió a la puerta de la cocina- voy a ayudar a los chicos a recoger el salón.. que me quiero ir a dormir.
Su amigo asintió con la cabeza y apretó el móvil contra su pecho. Su corazón saltaba de felicidad en el pecho…. Y al día siguiente por la mañana, se levantaría escuchando su voz…. y le pediría perdón y la haría comprender… que la amaba mas allá de toda razón.
Zarek abrió la puerta del restaurante y dejó pasar a Diana delante de él. Ella caminó despacio entre las mesas, buscando un lugar dónde sentarse, mientras aferraba la mano del policía. Zarek sonreía ante la actitud cariñosa de la ayudante del juez, mientras con la mano libre, le acariciaba la espalda como al descuido
- ¿Vamos a una mesa lejos de miradas extrañas..?- dijo ella mirándolo de soslayo
- Contando que preferiría que tu fueses el plato principal del menú, por mi no hay problema..- contestó él con una risita divertida
Continuaron andando entre las mesas, cuando ella se detuvo de golpe y maldijo por lo bajo. Zarek miró por encima de su hombro
- ¿Qué pasa, Diana?- pero al mirar mas allá, se dio cuenta de lo que ocurría. Ignacio Goñi y Diego de la Vega, comían en una mesa cercana, y los miraban con expresión divertida
- Ese se va a tragar esa sonrisita de suficiencia…- siseó Diana entre dientes- hoy acabo en comisaría… pero este se traga el plato!
- Di, no hagas locuras.. – la previno Zarek
Ella se giró hacia él.- ¿Qué no hagas locuras? Ahí tienes al hijo puta que hizo la llamada anónima acusando a Ale… estoy segura!
-¿Qué?- Zarek la miró y luego miró a Goñi, que ya se había levantado y se dirigía hacia ellos
El timbre sonó dos veces antes de que Laura, totalmente apresada bajo el cuerpo de Gonzalo, lo escuchara. Rió ante lo que él le hacía, y quiso pasar del timbre de la puerta… hasta que sonó tres veces mas
- Gonzalo, cariño.. están picando…
- Pues que piquen…
Volvieron a picar dos veces mas, muy insistentemente
- Cariño.. debe de ser importante… van a quemar el timbre!
Gonzalo resopló y poniendo cara de fastidio se separó de ella. Buscó sus pantalones y se los puso
- No te muevas de aquí… vuelvo en dos microsegundos….
Laura se echó a reir.- Anda, payaso… ves a abrir a ver quien es…
Gonzalo le mandó un beso y corrió hacia la puerta, a la que seguían picando insistentemente
- ¡Ya va, ya va!- abrió la puerta de un tirón- ¿Pero se puede saber que….?¿Bea? ¡Dios mio! ¿Eres tu….?
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