Ana aceptó la taza de chocolate caliente que le ofreció su hermana Diana, mientras Laura la miraba desde atrás con expresión preocupada. Hacia dos horas que habían llegado del hospital, y Ana no había pronunciado palabra alguna.. como si nada de aquello fuera con ella
- No hace falta que me mires asi..- dijo por fin, dirigiéndose a su hermana, mientras soplaba el líquido humeante
- Te miro porque me preocupa tu mutismo, hermanita. No entiendo a que viene esa cara de funeral- contestó Laura
- Tu no lo entenderías jamás.. y menos ahora que tienes babeando a tu rizos particular- dijo Ana sin mirarla
- Joder, es que te daría de hostias, hasta que tu única neurona saliera de ese cabezón que tienes, con una banderita blanca, pidiendo clemencia- soltó Diana- ¿ se puede saber que has visto en ese gilipollas integral que se las da de chulo piscina?
- Diana, cállate- Ana la miró de mala manera- Nacho no es gilipollas
- No… gilipollas no… gilipollas integral, que es diferente..- espetó Diana entre resoplidos
- Diana, no me toques los….- empezó Ana
- ¡Vale ya!- estalló Laura cortando la diatriba de sus hermanas- parece mentira que seais adultas- miró a Ana aún mas preocupada- mira hermanita.. tú sabes que jamás le doy la razón a Diana a no ser que sea estrictamente necesario… pero siento decirte que ahora tiene razón. Nacho no es trigo limpio
- ¿Y en que os basais para decir eso?
- ¿En que te dispararon por protegerle, y ni siquiera fue capaz de preguntar si estabas viva?- soltó Laura
- Estaba preocupado por Beatriz…- soltó Ana, cabezona
- Si, claro.. preocupado por Beatriz y deseando meterse entre las piernas de Susana, no te jode….
Ana miró a Pheebs rápidamente al escuchar sus palabras, y su hermana se arrepintió al instante de haberlas pronunciado. Al menos, de haberlas pronunciado tan rudamente
- ¿Qué..?
- Diana, por favor..- intervino Laura
- No..- la cortó su hermana pequeña- que me lo cuente.. que hable, ya que tiene tantas ganas de hablar…
Diana suspiró. No quería pelearse con su hermana a escasas horas de haber salido del hospital… pero no soportaba ver como defendía a aquel canalla de Ignacio Goñi
- Mira Ana..esto no tendrías que saberlo, pero Goñi está rondando a Susana..
- Si, claro..¿y porque?
- Se conocen de antes..- intervino Laura- de la facultad. Y lo sabes.
Ana guardó silencio al recordar que efectivamente asi era. Pero que se conocieran de antes, no significaba nada
- No os creo..
- Normal.. esa neurona…
- ¡Diana, vale ya!- la hizo callar Laura, ya muy nerviosa. Miró a Ana- cree lo que quieras. Pero esto es lo que hay
- Y si la acosa…¿Por qué no le denuncia?- preguntó la pequeña como si acabara de encontrar un cabo suelto que no encajara
- Ahora eres tú la que no entendería nada…- dijo Diana y se alejó de la cama- me voy a mi habitación. Precisamente tengo que llamarla a ver si ha llegado bien a casa
- No me creo nada de lo que decis…- soltó Ana de nuevo antes de que su hermana saliera de la habitación. Diana resopló y se marchó de allí, no sin antes expresar su descontento con un buen portazo. Laura meneó la cabeza negativamente
- Ojalá el día que abras los ojos, el batacazo no sea muy bestia…- le dijo en voz muy baja
- Vete al infierno, Laura…. Y déjame en paz
Laura suspiró y salió también de la habitación hacia su propio cuarto. Pensaba llamar a Gonzalo en cuanto se encerrara en él. Necesitaba su relajante voz al oído para poder dormir un poco.
Susana se detuvo en el umbral de su portería mientras buscaba el móvil en su bolso. Maldijo el tamaño de su bolso unas tres veces, antes de encontrar el móvil y descolgarlo.
- ¿Diga?- contestó mientras hacia malabarismos con el bolso y el móvil para cerrarlo
- Hola cosi..¿Ya estás en casa?- preguntó Diana al otro lado del móvil
- Pues no, pero estoy frente al portal…¿Qué tal con Ana?
- Con ganas de dejarla en coma de nuevo.. pero nada, lo habitual- contestó su amiga, irritada
- ¿Y eso?
- Ella y su obsesión por el chulo piscina de Goñi. A este paso le compro un muñeco hinchable con su cara…- hizo una pausa, como si se lo pensara- ay no, mejor no.. que solo pensar que puedo ver esa cara a cualquier hora, me produce urticaria
Susana rió, a pesar de que el tema de Nacho le pusiera los pelos de punta.
- Anda exagerada… que te dejo, que voy a subir a casa. Ale me estará esperando ya con la cena completamente helada
- Es que no me lo cuidas cosi..- respondió Diana chasqueando la lengua- y mira que te he dicho que a los bombones si no se cuidan, una tiene el riesgo de que se lo roben….
- ¡Anda ya y vete a dormir!- rió su amiga de nuevo- nos vemos mañana en el despacho
- Hasta mañana señorita responsable..- dijo Diana antes de colgar.
La jueza abrió el bolso de nuevo para guardar el móvil y buscar las llaves de su casa, mientras la sonrisa por la conversación, aún se mantenía en su cara.
- Buenas noches.. koalita
Susana se giró como un resorte. Nacho se acercaba a ella con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándola con una sonrisa torcida
- Si te acercas mas, gritaré- amenazó ella
- Siempre te gustaron los bolsos grandes…- dijo él meneando la cabeza y chasqueando la lengua repetidas veces- y mira que te he dicho veces que te hacían perder un tiempo muy valioso…
- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó ella visiblemente nerviosa. En los dos últimos meses, se habían repetido sus encuentros hasta casi enloquecerla. La seguía, la acosaba, la hacía sentir tremendamente pequeña y frágil.
- Verte… como siempre. La otra noche no estuviste muy amable conmigo…
- Déjame en paz Nacho… por favor..- le dijo ella retrocediendo hasta sentir el hierro de los barrotes del portal en la espalda
- ¿Quién te está esperando arriba?¿Tu noviete, el primito de Álvaro? – se echó a reir- ¿ya te ha dicho que tal está su primo?¿Y que esta misma tarde ha estado con él?
- Cállate…- el corazón de Susana dio un vuelco- deja de mentir
- ¿Mentir yo?- él se acercó a ella y volvió a reir- preguntale a tu querido dónde ha ido… y pregúntale con quien ha ido…
- Alejandro nunca…- empezó ella
Nacho se abalanzó hacia ella tan súbitamente que la pilló desprevenida. La estampó contra la puerta, dónde ya de por si estaba pegada y pegó su cuerpo al de ella, de forma posesiva, dolorosa. Su boca quedó a escasos centímetros de la suya
- Alejandro García Aguilar es un mierda que se te está engañando cuando dice que no sabe dónde está ese mal nacido de Álvaro Aguilar. Y a mi me repatea las entrañas saberte con él…- dijo clavándole los dedos en los brazos, mientras ella había comenzado a sollozar, asustada- porque tú eres mia… sólo mia.. ¿lo entiendes eso?
Ella no contestó y Nacho mordió sus labios hasta hacerle sangre. Susana gritó y él se separó de ella con una sonrisa victoriosa.
- Nos veremos pronto, mi amor…- le dijo él mientras retrocedía
- Vete al infierno…- siseó ella entre lágrimas, ya de rabia
Nacho rió y girándose se alejó de allí. Susana dejó caer el bolso al suelo mientras se limpiaba la sangre del labio con el dorso de la mano, e intentaba controlar las lágrimas
- Hijo de puta…- susurró mientras se agachaba para buscar las benditas llaves y pañuelos de papel para limpiarse las manos. Cuando las encontró, abrió el portal con rapidez y prácticamente corrió hacia el ascensor, mientras picaba y se limpiaba las manos, presa de los nervios. Sabía que tenia que hacer algo en contra de aquel malnacido… pero el miedo le podía… sabía demasiado bien que era capaz de hacer.
Cuando el ascensor llegó con un ruido sordo, Susana abrió la puerta con rapidez y entró. Y solo cuando estuvo en su interior y en movimiento, fue capaz de comenzar a relajarse.
Marie se levantó del sofá con movimientos ágiles cuando escuchó el timbre de la puerta. A pesar de que ya habían pasado dos meses, y la barriga ya se le notaba, aún no se sentía para nada pesada y seguía realizando las tareas habituales. Miró la hora y por lo tarde que era, se imaginó que era Diego. Las mariposas comenzaron a revolotear en su estómago, pero se contuvo. No quería darle esperanzas… Aún no. Le había costado mucho conseguir que admitiera por fin que la amaba.. ahora le necesitaba a su lado al 100%.. sin venganzas, ni rencores… y Marie sabía que mientras los Aguilar vivieran, eso no sería posible. Y aunque ella quería enseñarle a vivir sin odio… sabía que el primer paso lo tenía que dar él.. desvinculándose de Nacho, de Bulevar.. y de su pasado con Francisco Aguilar.
Pero cuando abrió la puerta, la sorpresa inundó sus ojos
- Luci…- susurró
- Hola hermanita…- saludó Driade desde la puerta- ¿puedo pasar?
- Dios..¡claro!- Marie abrió mas la puerta y la abrazó- ¡que alegría me da verte!
Dríade le devolvió el abrazo de forma débil. Marie lo notó y se separó de su hermana para mirarla bien. En sus ojos vio el dolor, la desolación y la tristeza que la invadían por dentro
- ¿Qué…?
- ¿Está Diego? Quiero hablar con él…- le dijo su hermana
- ¿Diego?- Marie se sorprendió- no.. Diego no está… pero..¿que pasa, Luci?
- Es Álvaro..- comenzó a llorar, como si sólo pronunciar aquel nombre fuese como una tortura- si Diego quiere saber su paradero, yo se lo puedo decir.. Sé dónde está Álvaro…
Marie miró a su hermana sin poder pronunciar una palabra, mientras Lucía se derrumbaba contra ella, llorando.
- No hace falta que me mires asi..- dijo por fin, dirigiéndose a su hermana, mientras soplaba el líquido humeante
- Te miro porque me preocupa tu mutismo, hermanita. No entiendo a que viene esa cara de funeral- contestó Laura
- Tu no lo entenderías jamás.. y menos ahora que tienes babeando a tu rizos particular- dijo Ana sin mirarla
- Joder, es que te daría de hostias, hasta que tu única neurona saliera de ese cabezón que tienes, con una banderita blanca, pidiendo clemencia- soltó Diana- ¿ se puede saber que has visto en ese gilipollas integral que se las da de chulo piscina?
- Diana, cállate- Ana la miró de mala manera- Nacho no es gilipollas
- No… gilipollas no… gilipollas integral, que es diferente..- espetó Diana entre resoplidos
- Diana, no me toques los….- empezó Ana
- ¡Vale ya!- estalló Laura cortando la diatriba de sus hermanas- parece mentira que seais adultas- miró a Ana aún mas preocupada- mira hermanita.. tú sabes que jamás le doy la razón a Diana a no ser que sea estrictamente necesario… pero siento decirte que ahora tiene razón. Nacho no es trigo limpio
- ¿Y en que os basais para decir eso?
- ¿En que te dispararon por protegerle, y ni siquiera fue capaz de preguntar si estabas viva?- soltó Laura
- Estaba preocupado por Beatriz…- soltó Ana, cabezona
- Si, claro.. preocupado por Beatriz y deseando meterse entre las piernas de Susana, no te jode….
Ana miró a Pheebs rápidamente al escuchar sus palabras, y su hermana se arrepintió al instante de haberlas pronunciado. Al menos, de haberlas pronunciado tan rudamente
- ¿Qué..?
- Diana, por favor..- intervino Laura
- No..- la cortó su hermana pequeña- que me lo cuente.. que hable, ya que tiene tantas ganas de hablar…
Diana suspiró. No quería pelearse con su hermana a escasas horas de haber salido del hospital… pero no soportaba ver como defendía a aquel canalla de Ignacio Goñi
- Mira Ana..esto no tendrías que saberlo, pero Goñi está rondando a Susana..
- Si, claro..¿y porque?
- Se conocen de antes..- intervino Laura- de la facultad. Y lo sabes.
Ana guardó silencio al recordar que efectivamente asi era. Pero que se conocieran de antes, no significaba nada
- No os creo..
- Normal.. esa neurona…
- ¡Diana, vale ya!- la hizo callar Laura, ya muy nerviosa. Miró a Ana- cree lo que quieras. Pero esto es lo que hay
- Y si la acosa…¿Por qué no le denuncia?- preguntó la pequeña como si acabara de encontrar un cabo suelto que no encajara
- Ahora eres tú la que no entendería nada…- dijo Diana y se alejó de la cama- me voy a mi habitación. Precisamente tengo que llamarla a ver si ha llegado bien a casa
- No me creo nada de lo que decis…- soltó Ana de nuevo antes de que su hermana saliera de la habitación. Diana resopló y se marchó de allí, no sin antes expresar su descontento con un buen portazo. Laura meneó la cabeza negativamente
- Ojalá el día que abras los ojos, el batacazo no sea muy bestia…- le dijo en voz muy baja
- Vete al infierno, Laura…. Y déjame en paz
Laura suspiró y salió también de la habitación hacia su propio cuarto. Pensaba llamar a Gonzalo en cuanto se encerrara en él. Necesitaba su relajante voz al oído para poder dormir un poco.
Susana se detuvo en el umbral de su portería mientras buscaba el móvil en su bolso. Maldijo el tamaño de su bolso unas tres veces, antes de encontrar el móvil y descolgarlo.
- ¿Diga?- contestó mientras hacia malabarismos con el bolso y el móvil para cerrarlo
- Hola cosi..¿Ya estás en casa?- preguntó Diana al otro lado del móvil
- Pues no, pero estoy frente al portal…¿Qué tal con Ana?
- Con ganas de dejarla en coma de nuevo.. pero nada, lo habitual- contestó su amiga, irritada
- ¿Y eso?
- Ella y su obsesión por el chulo piscina de Goñi. A este paso le compro un muñeco hinchable con su cara…- hizo una pausa, como si se lo pensara- ay no, mejor no.. que solo pensar que puedo ver esa cara a cualquier hora, me produce urticaria
Susana rió, a pesar de que el tema de Nacho le pusiera los pelos de punta.
- Anda exagerada… que te dejo, que voy a subir a casa. Ale me estará esperando ya con la cena completamente helada
- Es que no me lo cuidas cosi..- respondió Diana chasqueando la lengua- y mira que te he dicho que a los bombones si no se cuidan, una tiene el riesgo de que se lo roben….
- ¡Anda ya y vete a dormir!- rió su amiga de nuevo- nos vemos mañana en el despacho
- Hasta mañana señorita responsable..- dijo Diana antes de colgar.
La jueza abrió el bolso de nuevo para guardar el móvil y buscar las llaves de su casa, mientras la sonrisa por la conversación, aún se mantenía en su cara.
- Buenas noches.. koalita
Susana se giró como un resorte. Nacho se acercaba a ella con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándola con una sonrisa torcida
- Si te acercas mas, gritaré- amenazó ella
- Siempre te gustaron los bolsos grandes…- dijo él meneando la cabeza y chasqueando la lengua repetidas veces- y mira que te he dicho veces que te hacían perder un tiempo muy valioso…
- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó ella visiblemente nerviosa. En los dos últimos meses, se habían repetido sus encuentros hasta casi enloquecerla. La seguía, la acosaba, la hacía sentir tremendamente pequeña y frágil.
- Verte… como siempre. La otra noche no estuviste muy amable conmigo…
- Déjame en paz Nacho… por favor..- le dijo ella retrocediendo hasta sentir el hierro de los barrotes del portal en la espalda
- ¿Quién te está esperando arriba?¿Tu noviete, el primito de Álvaro? – se echó a reir- ¿ya te ha dicho que tal está su primo?¿Y que esta misma tarde ha estado con él?
- Cállate…- el corazón de Susana dio un vuelco- deja de mentir
- ¿Mentir yo?- él se acercó a ella y volvió a reir- preguntale a tu querido dónde ha ido… y pregúntale con quien ha ido…
- Alejandro nunca…- empezó ella
Nacho se abalanzó hacia ella tan súbitamente que la pilló desprevenida. La estampó contra la puerta, dónde ya de por si estaba pegada y pegó su cuerpo al de ella, de forma posesiva, dolorosa. Su boca quedó a escasos centímetros de la suya
- Alejandro García Aguilar es un mierda que se te está engañando cuando dice que no sabe dónde está ese mal nacido de Álvaro Aguilar. Y a mi me repatea las entrañas saberte con él…- dijo clavándole los dedos en los brazos, mientras ella había comenzado a sollozar, asustada- porque tú eres mia… sólo mia.. ¿lo entiendes eso?
Ella no contestó y Nacho mordió sus labios hasta hacerle sangre. Susana gritó y él se separó de ella con una sonrisa victoriosa.
- Nos veremos pronto, mi amor…- le dijo él mientras retrocedía
- Vete al infierno…- siseó ella entre lágrimas, ya de rabia
Nacho rió y girándose se alejó de allí. Susana dejó caer el bolso al suelo mientras se limpiaba la sangre del labio con el dorso de la mano, e intentaba controlar las lágrimas
- Hijo de puta…- susurró mientras se agachaba para buscar las benditas llaves y pañuelos de papel para limpiarse las manos. Cuando las encontró, abrió el portal con rapidez y prácticamente corrió hacia el ascensor, mientras picaba y se limpiaba las manos, presa de los nervios. Sabía que tenia que hacer algo en contra de aquel malnacido… pero el miedo le podía… sabía demasiado bien que era capaz de hacer.
Cuando el ascensor llegó con un ruido sordo, Susana abrió la puerta con rapidez y entró. Y solo cuando estuvo en su interior y en movimiento, fue capaz de comenzar a relajarse.
Marie se levantó del sofá con movimientos ágiles cuando escuchó el timbre de la puerta. A pesar de que ya habían pasado dos meses, y la barriga ya se le notaba, aún no se sentía para nada pesada y seguía realizando las tareas habituales. Miró la hora y por lo tarde que era, se imaginó que era Diego. Las mariposas comenzaron a revolotear en su estómago, pero se contuvo. No quería darle esperanzas… Aún no. Le había costado mucho conseguir que admitiera por fin que la amaba.. ahora le necesitaba a su lado al 100%.. sin venganzas, ni rencores… y Marie sabía que mientras los Aguilar vivieran, eso no sería posible. Y aunque ella quería enseñarle a vivir sin odio… sabía que el primer paso lo tenía que dar él.. desvinculándose de Nacho, de Bulevar.. y de su pasado con Francisco Aguilar.
Pero cuando abrió la puerta, la sorpresa inundó sus ojos
- Luci…- susurró
- Hola hermanita…- saludó Driade desde la puerta- ¿puedo pasar?
- Dios..¡claro!- Marie abrió mas la puerta y la abrazó- ¡que alegría me da verte!
Dríade le devolvió el abrazo de forma débil. Marie lo notó y se separó de su hermana para mirarla bien. En sus ojos vio el dolor, la desolación y la tristeza que la invadían por dentro
- ¿Qué…?
- ¿Está Diego? Quiero hablar con él…- le dijo su hermana
- ¿Diego?- Marie se sorprendió- no.. Diego no está… pero..¿que pasa, Luci?
- Es Álvaro..- comenzó a llorar, como si sólo pronunciar aquel nombre fuese como una tortura- si Diego quiere saber su paradero, yo se lo puedo decir.. Sé dónde está Álvaro…
Marie miró a su hermana sin poder pronunciar una palabra, mientras Lucía se derrumbaba contra ella, llorando.
1 comentario:
Definitivamente la neurona de mi hermana aún sigue en coma. Ella sólo parece despierta, porque ni razona la jodía... tener hermanas pa que te salgan tozudas, a quién habrán salido? Pero es que no se puede tener esa fijación por el pelos! A este paso se la quito a hostias, que pa mi que la hermana bestia y sin pelos en la lengua soy yo jajajaja.
y a tí te voy a comprar un bolso más pequeño cosi. No se puede ir por la calle con una tienda de campaña y encima encontrar las cosas dentro. Y encima te llamo pa ver cómo estás y no escucho al pelos. Vamos, que las hostias que no le he metío a una se las metía al otro y me desestreso, que pa mi que tengo que hacerlo. Lo malo es que te ha creado una duda que ya tenías, vamos, no te la ha creado, te la ha reafirmado y a ver qué haces ahora con esa información.
Y la Luci... Mira que lo que se puede hacer por despecho? Si es que lo que no pué ser, no pué ser y además es imposible. Pos nada, ya tiene Alvariño otro enemigo... y mu bocas! A ver ahora qué hace Drisss y si Marie la consigue calmar... todo porque Diego no siga erre que erre con los Aguilar.
Besotes cosi!! sigue pronto coñe. Quiero maaaaaaaaas.
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