jueves, 27 de noviembre de 2008

Capítulo 69

Ella lo miró con los ojos muy abiertos. Entre todas las respuestas de Álvaro que se podía haber imaginado, aquella era la mas inverosímil de todas.
- ¿De Nacho? No.. yo…- empezó
- No me mientas Bea…- le cortó él angustiado, levantándose y separándose de ella
- No te miento…- ella se levantó también, sintiendo frío por su lejanía- Nacho y yo hace tiempo que no tenemos nada… él…
- ¿Me estás diciendo que es tu pareja y no habeis tenido intimidad?- la miró, incrédulo- pues hasta hace poco se os veía muy bien..
- Eso no es verdad….!- ella cerró los ojos, intentando que los nervios, que la desesperación no la consumiera- Álvaro…
Alvaro no la escuchó, no quería escucharla. El dolor del corazón era tan profundo, tan agónico, que le amenazaba con derrumbarlo en el sitio. Se giró para marcharse, pero ella le detuvo. Él no la miró
- Me acabas de decir que te acuerdas de que nos amamos, Álvaro…- casi suplicó
- ¿Y crees que eso mejora las cosas?- las lágrimas se deslizaron por las mejillas de él, silenciosas, traicioneras- ¿crees que podría vivir siendo un criminal y trayendo un hijo a este mundo?
- Álvaro…- a ella se le destrozó el corazón al escucharle hablar asi
- ¿Estás segura de que es mio, verdad?- ella asintió con la cabeza, repetidas veces, intentando transmitirle la misma seguridad que sentía en su corazón- ¿y qué futuro le doy, Bea?¿Qué futuro os doy a los dos? ¿ Vamos huyendo, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo? ¿Le buscamos un profesor particular que huya con nosotros? O mejor… ¿Por qué tu no haces la carrera de magisterio a distancia para que puedas tu misma educarlo…? Mientras no estés harta de huir con un perdedor.. claro..
Sus palabras eran tan amargas que Bea no pudo evitar las lágrimas también. Le cogió de un brazo, intentando retenerlo
- Yo iría al fin del mundo contigo, Álvaro..si tú estás a mi lado….
- Pero no sé cuanto tiempo tengo Bea..- él se secó las lágrimas, y la miró con una tristeza que le retorció el alma- no sé si mañana salga de aquí y nos encontremos a todo el cuerpo de policía en la puerta de la casa… o si por el contrario, podría huir a Sudamérica, con mi padre, como quiero hacer…- era la primera vez que la hacía partícipe de sus planes, y Bea se sintió desfallecer- pero pase lo que pase, no te puedo arrastrar Bea.. no puedo ser tan egoísta.. y mas si estás embarazada…
- Yo quiero estar contigo..- Bea no pudo reprimir los sollozos
Alvaro la miró y el corazón se le fue tras ella. En un impulso, tiró de la mano que lo retenía y la abrazó con fuerza, perdiéndose en ella, en su contacto.
- Y yo…¡dios, me muero por estar contigo, por darte todo!!- la besó en el cuello, subiendo hasta la frente, besando sus mejillas, sus párpados, su nariz, hasta encontrar su boca, de la que bebió como un sediento ante una fuente de agua clara y cristalina. Bea correspondió al beso, entregándose entera, pegándose a él, buscando un calor que hacia tiempo no sentía
- No te separes de mi…- suplicó ella cuando Álvaro se separó para mirarla- no nos hagas esto…
Alvaro la miró entre lágrimas, acariciándole la cara con las manos, sintiendo que el pensamiento de perderla, le estaba matando. Pero por una vez en la vida, iba a hacer las cosas bien
- Si supieras cuanto te amo mi niña… cuanto te he añorado, cuando te he necesitado… Jamás he podido odiarte.. jamás he podido olvidarme de tu esencia… de tu sonrisa…- le tocó los labios con los dedos y rió entre lágrimas- de esos ruiditos que haces durmiendo y que adoro.. de la forma en que se te enreda el pelo después de la ducha.. y lo fríos que tienes los pies por la noche…- ella también rió- y de lo mucho que me gusta amarte.. sentirte… perderme dentro de ti..Si tu realmente lo supieras mi amor.. no te imaginarías siquiera lo difícil que me resulta todo esto..
- Alvaro… por favor… podemos solucionarlo.. podemos…
- ¿Qué solucionamos? ¿ Convencemos al juez de que no me condene por 10 años mas?
- Voy a cambiar mi declaración..- le dijo ella, seria, y a la vez desesperada- mentí en ese juicio…y voy a decir la verdad…
- No puedes hacer eso…- le dijo él cogiéndola por los brazos y apartándola de él- ahora no Bea… no te lo puedo permitir…
- ¿Por qué no? Eso anularía el juicio!
- Y a ti te acusarían de perjurio en un juicio. Te pueden caer años Bea..
- Me da igual…
- ¡A mi no! ¡Y mucho menos si estás embarazada! ¿Qué quieres? ¿Tener a nuestro hijo en prisión?
Ella lo miró mientras la sonrisa adornaba su cara sin poderlo evitar.
- Has dicho nuestro… nuestro, Álvaro…
Alvaro se alejó de ella, lleno de confusión. Quería creer en las palabras de Bea, quería creer que aquel hijo que ella llevaba en sus entrañas, realmente era de los dos. Pero no podía… Todavía sentía que aquella confianza era frágil.. que todavía se sentía vulnerable ante ella. No sabia muy bien que sentía con respecto a todo lo que estaba pasando entre los dos…. Lo único que tenía claro era que la amaba mas que a su vida, y que antes moriría mil veces antes de que ella volviera a sufrir por su causa un solo segundo mas.
- No quiero que sufras Bea… no quiero que pagues por nada… que nada de esto te salpique..
- Estamos juntos en esto…- contestó ella, firme- como dirían en Titanic… si tu saltas, yo salto…- sonrió
Alvaro también sonrió, con ganas de decirle que había visto demasiadas veces aquella película. Pero no dijo nada. No podía hacerle caso a su corazón, que le gritaba que se aferrara a ella y no la dejara marchar….
- Estás aquí porque te secuestré..
- No, estoy aquí porque le supliqué al Anguila que no me separase de ti…
Él lo sabía… Anguila se lo había dicho.. Y eso le hizo recordar lo egoísta que había sido.
- ¿Y que has conseguido quedándote, Bea?
- Estar cerca de ti…
Alvaro se llevó una mano a los ojos, apretándose los párpados con los dedos, intentando no dejarse llevar por sus sentimientos. Cada segundo que pasaba, su corazón sangraba un poco mas con la sola idea de dejarla marchar. Anguila le había dicho en muchas ocasiones que tenia que dejarla ir y apartarla de todo aquello…. Siempre se había negado.. por egoísmo, por cobardía.. pero ahora sabía que tenía razón
- No hagas esto mas difícil Bea.. por favor…- le suplicó
Ella lo miró a través de las lágrimas.- ¿Me has dicho que me quieres, para ahora decirme que me tengo que ir?- casi le gritó, desesperada
- ¿Crees que para mi es fácil? No quiero que sigas en esto!- le gritó él- ¡no quiero que ese niño nazca huyendo! ¡Me da igual de quien sea! ¡No se merece eso!
- ¿Y quieres que me quede con Nacho, para que así tenga un padre?- le soltó ella rabiosa
Alvaro calló de golpe. No.. no quería ni que se le acercara. La sola idea de saberla cerca de Nacho le quemaba las entrañas….
- Si eso es lo mejor…- dijo sin sentirlo
- ¡Maldito seas! ¡ Le diré a la policia dónde estás! ¡ Haré que te capturen!- le gritó ella golpeándolo en el pecho
Él la cogió de los brazos, sujetándola. Sin contestarle, la abrazó con fuerza, mientras le seguía golpeando
- ¡Anguila!- llamó- ¡Anguila!
Bea lo miró con los ojos muy abiertos, mientras negaba con la cabeza y dejaba de golpearlo.
- Bea, es lo mejor..- dijo él con un nudo en la garganta
- No me hagas esto Álvaro… no me mates…por favor.. no me mates…
- No digas eso, por favor…- él lloraba también- pronto me olvidarás…
- ¿Olvidarte?- ella lloraba ya desesperada- ¿te olvidas tu de respirar?¿ de abrigarte cuando tienes frío?¿Me olvidaste tu a mi?
- No tengo nada que ofrecerte….
- ¡No quiero nada! ¡Sólo estar contigo! ¿Es que no lo entiendes?
Alvaro fue a contestarle cuando apareció el Anguila
- ¿Qué pasa, marquesito?
Su amigo se secó las lágrimas antes de mirarlo
- Dile a Jimmy que saque el coche. Llevadla a casa…
- ¿Estás seguro….?- le preguntó Anguila sorprendido- esto….- quiso seguir hablando, cerciorándose de la decisión de su amigo y compañero, pero el grito de dolor de Bea lo detuvo
- ¡¡NOOOOO!!! ¡¡¡NO ME IRE!!!- se apartó de ambos hombres, dispuesta a luchar si era necesario. Lucharía contra el propio Álvaro si eso hacía que cambiara de opinión
Álvaro retrocedió hasta la pared de la casa, hasta sentirla contra su espalda, como si aquella pared le diera las fuerzas suficientes como para no derrumbarse.
- Lleváosla…- dijo en un susurro casi inaudible- rápido….
El Anguila no necesitó escuchar nada mas. Llamó a uno de los hombres con un chasquido de dedos y señaló a Bea. El hombre se acercó a ella y la sujetó, comenzando a arrastrarla. Ella forcejeó con todas sus fuerzas
- ¡No Álvaro!- gritó entre sollozos- ¡No dejes que me aparten de ti!¡No dejes que me lleven! ¡Te amo! ¡Te amo mas que a nada en el mundo! ¡Por favor! ¡POR FAVOR!- el hombre de Anguila la cogió con mas fuerza, alzándola, mientras ella pataleaba, luchando por soltarse- ¡ Álvaro! ¡ALVAROOOOOOOO!
Álvaro no pudo mas y se derrumbó llorando a lágrima viva, mientras el Anguila, al verle, corría a ayudar al hombre a llevarse a Bea de allí. Los gritos de Bea y su llanto aciago aún llegaban a los oídos de Álvaro, torturándolo… matándolo. Se levantó, intentando huir y entró en la casa, creyendo que las paredes, taparían su voz, su recuerdo… su desesperación. Pero la soledad y la certeza de que ella ya no estaba allí, lo golpeó con tanta fuerza, que se volvió a derrumbar. Y gritó. Gritó de rabia, de impotencia, de puro dolor. Un dolor agónico que le destrozó el alma, y lo dejó muerto en vida. En un impulso destructivo, lo destrozó todo lo que encontró a su paso… sin dejar de gritar, sin dejar de llorar. Quería que desapareciera el dolor… quería que desapareciera el vacío… Pero todo se lo había llevado ella… todo.
Cayó al suelo de rodillas, entre los muebles destrozados, cubriéndose la cara con las manos, y llorando desesperado. Ya no había marcha atrás… su mundo se había derrumbado del todo… ya no le quedaba nada. Nada. Ni tan siquiera la certeza de que aquel hijo fuese suyo.. porque no la volvería a ver… jamás
Siguió llorando, durante minutos interminables… hasta que sólo pudo llorar por dentro porque se le habían acabado las lágrimas.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Capitulo 68

Anguila miró a su compañero con la boca abierta.
- Ahora si que te ahostio marquesito… ¿después de tantas chorradas y gilipolleces, me dices que vas a perdonarla y a volver con ella?
- ¿Te parece mal?
- ¿Mal?¿Que me va a parecer mal?- Anguila sonrió- joder marquesito, si es lo mejor que pues hacer… arrechucharla y dejarte de mariconeces de una buena vez!!
- Vale, vale…- Álvaro también sonrió- no seas tan efusivo..- de repente se sintió azorado, como un adolescente- ¿Qué hago?¿voy a hablar con ella?
- Está en la terraza de atrás…- contestó Anguila señalando la puerta con la cabeza
Alvaro asintió con la cabeza repentinamente serio. Se puso bien las mangas del jersey y se dirigió hacia la puerta de la cocina, ante la mirada atenta de su amigo que movía la cabeza con una sonrisa
Marie se sentó al lado de su hermana en el sofá, mientras le ponía una tila entre las manos. Lucía la cogió aún con el mismo temblor pronunciado que tenía al llegar al apartamento de su hermana
- Ahora me vas a contar todo con calma…- le dijo Marie acariciándole la cara
- Pues no hay mucho mas que contar…- le contestó ella entre lágrimas- Álvaro me rechazó. Se acostó conmigo y luego me dice que no puede estar conmigo.. que no me quiere…
- Cariño… no puedes obligar a nadie a que te quiera… y mucho menos traicionar su confianza por el simple hecho de que no lo haga. Estoy segura de que si Álvaro te dejó ir asi como asi, es porque confía en que jamás le traicionarías
- Pues confía demasiado…
- Luci…
- ¡ Marie, tu sabes lo mucho que he sufrido por él y lo mucho que le he esperado!¡No puedo quedarme cruzada de brazos sabiendo que se va con otra! ¡Con ese esperpento de mujer, por dios!
Marie la miró asombrada.- ¿Qué demonios pasa contigo, Lucía? ¡Tu no eras así!
- Y tu que sabes como soy yo.. me dejaste tirada por quedarte con Diego..¿recuerdas?
Su hermana perdió el color. En todo lo que había pasado entre ellas, jamás se imaginó que Lucía pudiera hablarle asi, echarle en cara de aquella forma su relación con Diego. Total.. para nada, porque ya no estaban juntos
- Yo, al igual que tu, lo hice por amor. Tu no quedaste en Bulevar porque sabías que allí se quedaban los enemigos de Álvaro.. y eso no podía ser bueno para ti frente a sus ojos…- le dijo, dolida
Dríade guardó silencio por unos instantes
- Y no nos ha servido de nada a ninguna de las dos…- contestó
Marie se tocó la tripita, que ya se le notaba.- Ahí te equivocas. Yo tengo mi hijo.. y la certeza de que Diego me ama. Si no estamos juntos, es porque yo le exijo cosas que él de momento no se ve capacitado para darme…y quizás eso nos separe definitivamente… pero se, que si vuelve a mi, será para siempre y por entero…
Lucía comenzó a llorar de nuevo.- Yo me quedé vacia… sin nada…
Marie la abrazó por los hombros.- Lucía… tienes su felicidad en tus manos.. si le dices a Diego donde está, sabes que mandará a toda la policía de Madrid a buscarlo. Y volverán a meterlo preso… y a saber por cuantos años…
- ¿Crees que eso me importa ahora?- le miró, rebelde
- Pues debería importarte.. si dices que le quieres tanto..
- ¡Pues claro que le quiero!¡Mas que esa mujer a la que tiene encerrada!¡Y no dejaré que se quede con él!¡No le dejaré!
- Lucía por dios..
- Si tu no me dices donde está Diego no me importa… yo misma le buscaré
- El rencor no nos lleva a ningún lado…- empezó Marie
- Déjame en paz….- se separó de su hermana, y cogiendo su bolso, se marchó del apartamento con un portazo.
Marie se mordió los labios sin saber que hacer. Miró el teléfono y dudó, pero solo fue un segundo. Se dirigió hacia la mesilla auxiliar y cogió el auricular
- Hola.. soy Marie..si.. se que te asombras con mi llamada.. pero creo que debía llamarte… se trata de mi hermana… sabe donde está Álvaro.. y está dispuesta a decírselo a Diego..
Diana entró en el piso de Susana nada mas abrir la puerta su amiga
- ¿Qué ha pasado para que me llames a las once de la noche, en el mejor momento de mi vida, mientras veía a Hugh Jackman clavando esas cuchillas tan sexis que tiene?
- Alejandro sabe donde está Álvaro…- soltó Susana de golpe
- ¿Qué?- Diana la miró y reparó en su labio- ¿y ese labio a la virulé?
- Nacho..- contestó Sue sin ganas de ocultar nada mas
- ¿Otra vez el cabrón ese? ¡Por dios! ¿Por qué nadie le regala un desierto con kamikaces para que se pierda un rato?
- ¿Me has oído?
- Si coñe.. que Alejandro sabe donde está Álvaro…pero eso ya lo sabías.. no?
- No.. lo sospechaba
- Joder cosi, es lo mismo…- cuando notó la expresión de funeral de su amiga, se desdijo- vale, no es lo mismo… pero Su, no tienes pruebas…¿o si?
- Eso da igual… dios Diana… si Ale es cómplice de Álvaro, tendría que pedir su detención.. y no puedo.. no puedo…no puedo quitarle su libertad….no puedo hacerle eso…
- Su.. por dios, tranquilízate. Aun no sabes si es verdad que está implicado o no…ademas.. ¿Qué ha pasado para que estés tan segura?
- Nacho…
- ¡Ah no! ¿Me vas a decir que estás dudando de Alejandro porque ese cabrón te ha insinuado que efectivamente está implicado con Álvaro?¡Por dios Su, si sabes que quiere hacerte la vida imposible!
Susana guardó silencio durante unos instantes. Cogió aire para seguir hablando.- Ya lo se Di.. pero algo me dice que es cierto.. que Ale sabe el paradero de su primo…y me está mintiendo..
- ¿Y que vas a hacer?
- No lo se.. se ha marchado muy furioso.. por mis dudas, por Nacho.. no se lo que será capaz de hacer
- Si es por Nacho, yo si se lo que le haría..pero para que repetirme…- contestó Diana poniendo los ojos en blanco
- ¿Y si ha ido a buscarle?- Susana miró asustada a su amiga- Nacho me asusta… sabes que es capaz de cualquier cosa…
Diana suspiró ruidosamente.- Anda, vamos a buscarle…
Susana se apresuró a coger su chaqueta y el bolso y siguió a su amiga hasta la puerta, saliendo ambas del piso. No sabia como se iba a tomar Alejandro su presencia… pero no quería que le pasara nada… le quería demasiado.
Bea pasó la página del libro que estaba leyendo y se perdió en las letras sin llegar a leerlas. Era la tercera vez que leía aquel libro, y aunque le gustaba, ya comenzaba a cansarse. No tenia mucha oportunidad de hacerse con libros nuevos, y cada cosa que caia en sus manos, para distraerse, lo guardaba como un tesoro. Porque distraerse significaba poder dejar de pensar en Álvaro por unos instantes… aunque fuera solo por eso.. solo instantes. Suspiró y cerrándolo lo dejó a un lado, dispuesta a buscarse otra forma de distracción.. aunque fuese contando las estrellas que ya se veían en el cielo.
- Aquella de allí es orión..- dijo una voz a su espalda y ella se estremeció al reconocerla- y aquella de mas a la derecha, la grande, es marte.
Bea levantó la cabeza y lo miró. Álvaro no la miraba… buscaba algo en el firmamento
- ¿Y cómo lo sabes?
- Cuando éramos pequeños, Cayetana y yo nos íbamos a la terraza de mi casa a ver las estrellas. A ella le encantaban estas cosas… y yo las encontraba muy cursis. Pero con el paso de los años, me descubrí a mi mismo buscando esas mismas estrellas que Cayetana me enseñaba… y me encantaba hacerlo
- En mi infancia, era Santi el experto en astronomía. A mi siempre me gustaron mas los números…- se alzó de hombros, consciente de que, por vez primera en mucho tiempo, parecían tener una conversación normal- mira, una que es rara
Alvaro no le contestó y se sentó a su lado en el suelo. Bea sintió que comenzaba a temblar y se agarró las manos para que no se le notara
- Siempre fuiste un cerebrito…- dijo él como de pasada, bajando la vista- no se que hubiera sido de mi si no te hubiera tenido a mi lado con tanto número…
- Hasta el día de hoy no he sabido de ningún caso de que un número hubiera mordido a alguien…- dijo ella con una sonrisa
Él sonrió también y sin poderlo evitar, su mirada se desvió hacia las manos de ella, blancas, limpias, suaves… tan suaves como toda su piel, como toda ella.
- No te creas… creo que lo de los números fue un trauma infantil. Siempre he tenido pesadillas con las tablas de multiplicar…
Bea rió, con una risa triste, pero franca. El la miró a la cara
- Hace mucho que no te oía reir…- dijo adorándola con la mirada
- Supongo que no tenía demasiados motivos- contestó ella, tímida
- Si.. supongo que los últimos tiempos no han sido fáciles para nadie
- Pues no…
Ambos se quedaron en silencio, un silencio algo incómodo. Al final fueron a hablar los dos, al mismo tiempo
- Perdón..-dijo Álvaro- dime…
- No, dime tu..- ella sonrió y él se perdió en aquella sonrisa
- Parece que hemos perdido la práctica en esto de sentarnos a hablar.. eh?
- Si.. un poco…- contestó ella desviando la vista
- Y siempre me ha gustado tanto hablar contigo… tú me entendías como nadie..contigo podía ser yo mismo…- la miró intensamente- ¿qué nos pasó, Bea?
- Que nos venció el miedo… el miedo y los malos entendidos..
- ¿ Malos entendidos?- Álvaro bajó la vista- quizá fue el no saber escucharnos…
Los dos se quedaron en silencio una vez mas. Álvaro sabía que tenia que ser sincero con ella… lo mas sincero que pudiera, para poder asi, saber lo que ella sentía. Si en algo Bea tenía razón era al decir que el miedo los había separado… porque en ese momento él estaba rallando el pánico
Aspiró con fuerza, necesitando el aire, como si se tratara de fuerza
- Me acuerdo de todo lo que pasó aquella noche…- dijo de sopetón
- ¿Qué?- el corazón de ella pegó un brinco
- Aquella noche… cuando… cuando nos amamos… me acuerdo de todo..
El temblor de las manos de Bea aumentó. Ella lo miró sin comprender
- ¿Te has acordado…?
- No..- él seguía sin mirarla- me acordé siempre. Supongo que fui demasiado cobarde como para confesarte que te amaba como un estúpido a pesar de todos los motivos que tenia para odiarte…
Ella había comenzado a llorar y a secarse las lágrimas con rapidez. No quería que él la viera llorar. Pero sus palabras la estaban matando… de tristeza y de una alegría desbordante a la vez.
- ¿Y porque… y porque me hiciste creer…?
- Porque no podía sacarme del alma el día del juicio… me había convencido a mi mismo que debía odiarte, que debía sacarte de mi vida…y nada podía convencerme de lo contrario. Que yo sintiera algo mas por ti, era traicionarme a mi mismo… era ser menos que un hombre…era ser un pelele…
- Yo…- empezó ella
- He luchado con tantas fuerzas por olvidarte, que ya no me quedan ni siquiera para negarle a mi alma que tú sigues siendo mi vida entera- siguió sin dejarla hablar- Porque ya no me quedan lágrimas para llorar tu ausencia. Y ahora lo único que quiero y aspiro en la vida, es abrazarte y besarte hasta que se detenga el tiempo… hasta que mi corazón deje de sangrar..
Ella se atrevió a dar un paso mas y le cogió las manos. Álvaro miró el gesto y se dejó hacer, muriéndose de ganas de abrazarla
- Hasta que el corazón de ambos deje de sangrar necesitamos muchos besos, mi amor…- él la miró a los ojos y se acercó mas a ella, mientras sus manos, soltándose de las de Bea, cobraban vida sobre la espalda de ella- muchos momentos tiernos.. y mucho perdón. Yo necesito otra vida mas para que me perdones por todo el mal que te he causado…por todo lo que he hecho contra los dos. Porque la mas engañada fui yo.. por miedo, por cobardía… por tantas cosas…Pero si algo no hice fue engañarme a mi misma… y siempre supe que te amaba.. por encima de todo…
Alvaro le cogió el rostro con las dos manos.- ¿Podremos Bea?¿Podremos olvidarlo todo y empezar de cero?
Ella puso sus manos sobre las de él.- Vayámonos.. lejos… muy lejos…- de repente se detuvo, su boca contra la de él y se apartó como si algo la asustara.
- ¿Qué ocurre…?
Bea lo miró, dudosa, con la angustia reflejándose en sus pupilas verdes. Se tocó el pelo, en un gesto desesperado
- ¿Qué ocurre..?- volvió a preguntar Álvaro
- Alvaro..yo…- hizo una pausa y él, con un gesto, la animó a que continuara. Ella tragó saliva- estoy embarazada…
Alvaro la soltó con rapidez, mirándola noqueado. Su mente se negaba a responder
- ¿Embarazada?¿Y de quien es? Es de Nacho…¿verdad?- medio gritó lleno de angustia

martes, 18 de noviembre de 2008

Capitulo 67

Jota salió de la habitación ahogando un bostezo y se dirigió hacia Cris, que seguía sentada en el salón, absorta en la pantalla del ordenador. Eran apenas las diez de la noche, demasiado temprano para dormir, pero los dos se habían marchado pronto a casa para poder estar juntos….y ella ya llevaba mas de dos horas trabajando.
Él se acercó a la espalda de Cris y le puso las manos en los hombros. Ella no reaccionó
- Cariño… ¿piensas estar mucho mas tiempo tras ese trasto? Y te advierto, que como digas que si, soy capaz de tirarlo por la ventana
Cris no lo miró.- Necesito encontrar una defensa…
- ¿Una defensa?
- Si.. en el caso de que no podamos utilizar el cambio de testimonio de Bea, necesito encontrar algo que nos de un poco de ventaja frente a la fiscalía.
Jota chasqueó la lengua y se colocó frente a ella, obligándola a mirarlo
- Cris, cielo… sabes que ya no es sólo el juicio… Álvaro se ha escapado, ha secuestrado a Bea…
- ¿Y que quieres?¿Qué me rinda? Por dios Jota… llevamos meses luchando por buscar una salida a todo esto… y yo cada vez me siento mas impotente..- tenía un bolígrafo en las manos y lo tiró al suelo con rabia- ¡Dios! ¡Esto es frustrante!
- La solución aparecerá cuando menos te la esperes.. ya verás- la animó él
- Si pudiera demostrar que Bea no fue sincera… que hay algo mas detrás de esa declaración…
Los dos guardaron silencio
- ¿Y que hay de Marie?- preguntó Jota de pronto
- ¿Marie?- Cris lo miró sin comprender
- Si… Marie es la pareja, la amante, lo que sea de Diego.. y parece que está al tanto de todo lo que él hace… ¿y si ella sabe algo?
Cris abrió mas los ojos y sonrió
- ¿Te he dicho alguna vez que te adoro?
- Mmmm… no… almenos hoy no
- ¡Pues te adoro!- gritó ella abalanzándose sobre él. Jota comenzó a reir a carcajadas
Susana se detuvo un instante para coger aire antes de abrir la puerta de su casa. Sabía que Ale la estaba esperando, y después de su encuentro con Nacho, no tenía ganas de verle… ni a él ni a nadie. Las preguntas se amotinaban en su cabeza, haciéndole que le doliera, mientras que su corazón se encogía de miedo por saber las respuestas. No quería saber que Alejando le mentía con respecto a su primo.. no, no quería. Él sabía que ella era la jueza de ese caso… y mentirle era implicarse como cómplice directamente. Y ella no tenía fuerzas para enfrentarse a eso
Cogió aire una vez mas y abrió la puerta. El piso olía a comida recién hecha… un olor que le penetró en los sentidos, pero que no hizo que su estómago protestara de hambre. Se tocó el labio con la punta de la lengua y entró. Estaba comenzando a hincharse
- ¡Hola peque!- la saludó Alejandro saliendo de la cocina y acercándose a ella- ya casi hago llamar a las fuerzas especiales para ver dónde te habías metido..
- Me entretuve en el despacho después del hospital…- dijo ella quitándose la chaqueta y poniéndola junto con el bolso sobre el sofá
- ¿Todo bien?- preguntó él abrazándola por atrás y besándola en el cuello- mmm.. te he echado de menos…
Susana se apartó, visiblemente incómoda
- ¿Qué pasa?- Alejandro se volvió a acercar a ella y la giró hacia él. Al hacerlo, se percató de la herida del labio- ¿Qué te ha pasado?
Ella se tocó el labio con la yema de los dedos.- Nada.. una torpeza
- ¿Te has mordido?- él empezó a sonreir, pero algo en los ojos de ella le dijo que no había ocurrido así- Sue.. ¿Qué te ha pasado?
- Nada…- insistió ella y se volvió a apartar de él- te he llamado varias veces esta tarde, pero no me has cogido el móvil….
- Me lo dejé en el coche…- Alejandro la miró, aturdido- ¿es por eso que estás enfadada?
- ¿Dónde has estado?- preguntó ella a su vez
- Ya hemos hablado de esto, peque…
- ¿Dónde has estado?- repitió Susana
- ¿Se puede saber a que viene todo esto? Ya te he dicho que no puedo contártelo…- preguntó, exasperado- ¿Por qué estás asi?
Susana no pudo mas.- ¿Qué porque estoy así? Porque saber por terceras personas que tu novio te miente como si una fuera imbécil, no es agradable para nadie.. y menos cuando te está mintiendo en algo tan delicado como el caso judicial en el que estoy trabajando…
- ¿Qué te estoy mintiendo? ¿Terceras personas?¿Quien te ha dicho que te estoy mintiendo?- preguntó Alejandro comenzando a alterarse
- No te hagas el loco conmigo Alejandro.. por favor
- No me hago el loco…- dijo él intentando controlarse- te pedí que confiaras en mi.. que todo, tarde o temprano, te lo explicaría…
- ¿Cómo puedo confiar en ti si me estás mintiendo en mi cara? ¡¡Visitas regularmente a Álvaro Aguilar, tu primo del alma!!!¡¡Y tienes la cara dura de decirme que no sabes dónde está escondido!!!
Alejandro calló de súbito, respirando agitadamente. El temor de que ella se enterara se acababa de hacer realidad. Y no sabía como enfrentarlo
- ¿Te piensas que soy tonta?- siguió ella con la voz rota
- ¿Quién te ha dicho eso?- preguntó él sin contestarle
- ¿Qué mas da?
- ¿Quién te lo ha dicho?
- Alejandro, no gires la conversación…
- ¿Quién te lo ha dicho, Susana?- medio gritó él
- Nacho
Alejandro se llevó las manos a la cabeza.- ¿Nacho?¿Has visto a Nacho? – en ese momento, al mirarla, lo entendió todo- te ha vuelto a atacar..¿verdad? Lo del labio te lo ha hecho él..¿verdad?
- No me cambies de tema… empezó ella
- ¿Qué no te cambie el tema? ¡Me importa una jodida mierda lo que te haya dicho ese mal nacido!! ¡¡Será hijo de puta!! ¡Lo voy a matar con mis propias manos por volver a tocarte un solo pelo!!!- se abalanzó hacia la puerta, pero ella lo detuvo
- ¿Dónde vas?¡No te vayas sin contestarme!- le gritó
Él se giró hacia ella, echando fuego por los ojos.- ¿Eso es lo único que te importa?¿Ese mal nacido te ataca y sólo te interesa saber si yo se dónde está Álvaro?
Ella comenzó a llorar, derrotada.- ¿Es que no lo entiendes?¡Soy la maldita jueza de ese caso! Si tú sabes dónde está Álvaro, eso te convierte en su cómplice! ¿Y que hago yo?¿Meto en la cárcel al hombre que amo?¡Dímelo Alejandro!¿Qué hago?
- Haz lo que te de la gana…- y diciendo esto, salió del piso, sin coger abrigo, y sin mirar atrás. Ella miró el espacio vacío y se llevó el puño a la boca para no gritar.
Alvaro miró la taza que tenía en las manos y seguidamente miró hacia la puerta de la cocina que se abría dejando paso al Anguila.
- Que pasa marquesito… llevas horas aquí metio…- le dijo su amigo sentándose frente a él y cogiendo una manzana de un frutero cercano
- Supongo que no me siento muy sociable ahora mismo…- contestó haciendo girar la taza sobre la superficie de la mesa
- ¿Es por la Luci? Se ha ido de la casa llevándose sus cosas…
Álvaro suspiró.- Mejor que se haya ido…
- Pos yo pensaba que había algo entre vosotros marquesito…- mordió la manzana y le miró inquisitivamente
- Un error… eso es lo que había…- suspiró de nuevo- a veces me comporto como un verdadero cabrón… hay cosas que ni la cárcel consiguen cambiar..
- ¿A que te refieres?
- A nada.. da igual..- le miró, dudoso- ¿cómo está Bea?
- Pos mustia tio, como siempre… ¿cómo quieres que esté?- hizo una pausa antes de seguir hablando- ¿Por qué no la dejas ir, Álvaro?
- Porque no puedo mas….- soltó él apretándose los párpados con el pulgar y el índice
- ¿Qué no puedes mas?¿Que no puedes mas de que? Mira marquesito.. como ahora me digas que quieres entregarte a la pasma, te juro que te ahostio!!!
- ¿Qué dices??- Álvaro se levantó de la silla y se paseó por la cocina, deteniéndose poco después- Anguila, dime la verdad..¿tú de verdad crees que Beatriz siente algo por mi?
- Joeeeeer con la movida tio…¡pos claro que siente algo por ti! ¡ Si está ahí encerrada, chuchurría de amor por ti, coño!¡Que te lo he dicho miles de veces!
Alvaro guardó silencio durante unos momentos, mientras podía sentir los latidos de su propio corazón retumbándole en el pecho. Miró a su amigo
- Yo estoy que me muero por ella Anguila…¿y sabes algo? No puedo mas.. no tenerla me está matando. Quiero enterrar los rencores, el pasado.. todo lo que nos separa… y darnos una oportunidad…creo que ya hemos sufrido suficiente..
Anguila miró a su compañero con la boca abierta.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Capítulo 66

Ana aceptó la taza de chocolate caliente que le ofreció su hermana Diana, mientras Laura la miraba desde atrás con expresión preocupada. Hacia dos horas que habían llegado del hospital, y Ana no había pronunciado palabra alguna.. como si nada de aquello fuera con ella
- No hace falta que me mires asi..- dijo por fin, dirigiéndose a su hermana, mientras soplaba el líquido humeante
- Te miro porque me preocupa tu mutismo, hermanita. No entiendo a que viene esa cara de funeral- contestó Laura
- Tu no lo entenderías jamás.. y menos ahora que tienes babeando a tu rizos particular- dijo Ana sin mirarla
- Joder, es que te daría de hostias, hasta que tu única neurona saliera de ese cabezón que tienes, con una banderita blanca, pidiendo clemencia- soltó Diana- ¿ se puede saber que has visto en ese gilipollas integral que se las da de chulo piscina?
- Diana, cállate- Ana la miró de mala manera- Nacho no es gilipollas
- No… gilipollas no… gilipollas integral, que es diferente..- espetó Diana entre resoplidos
- Diana, no me toques los….- empezó Ana
- ¡Vale ya!- estalló Laura cortando la diatriba de sus hermanas- parece mentira que seais adultas- miró a Ana aún mas preocupada- mira hermanita.. tú sabes que jamás le doy la razón a Diana a no ser que sea estrictamente necesario… pero siento decirte que ahora tiene razón. Nacho no es trigo limpio
- ¿Y en que os basais para decir eso?
- ¿En que te dispararon por protegerle, y ni siquiera fue capaz de preguntar si estabas viva?- soltó Laura
- Estaba preocupado por Beatriz…- soltó Ana, cabezona
- Si, claro.. preocupado por Beatriz y deseando meterse entre las piernas de Susana, no te jode….
Ana miró a Pheebs rápidamente al escuchar sus palabras, y su hermana se arrepintió al instante de haberlas pronunciado. Al menos, de haberlas pronunciado tan rudamente
- ¿Qué..?
- Diana, por favor..- intervino Laura
- No..- la cortó su hermana pequeña- que me lo cuente.. que hable, ya que tiene tantas ganas de hablar…
Diana suspiró. No quería pelearse con su hermana a escasas horas de haber salido del hospital… pero no soportaba ver como defendía a aquel canalla de Ignacio Goñi
- Mira Ana..esto no tendrías que saberlo, pero Goñi está rondando a Susana..
- Si, claro..¿y porque?
- Se conocen de antes..- intervino Laura- de la facultad. Y lo sabes.
Ana guardó silencio al recordar que efectivamente asi era. Pero que se conocieran de antes, no significaba nada
- No os creo..
- Normal.. esa neurona…
- ¡Diana, vale ya!- la hizo callar Laura, ya muy nerviosa. Miró a Ana- cree lo que quieras. Pero esto es lo que hay
- Y si la acosa…¿Por qué no le denuncia?- preguntó la pequeña como si acabara de encontrar un cabo suelto que no encajara
- Ahora eres tú la que no entendería nada…- dijo Diana y se alejó de la cama- me voy a mi habitación. Precisamente tengo que llamarla a ver si ha llegado bien a casa
- No me creo nada de lo que decis…- soltó Ana de nuevo antes de que su hermana saliera de la habitación. Diana resopló y se marchó de allí, no sin antes expresar su descontento con un buen portazo. Laura meneó la cabeza negativamente
- Ojalá el día que abras los ojos, el batacazo no sea muy bestia…- le dijo en voz muy baja
- Vete al infierno, Laura…. Y déjame en paz
Laura suspiró y salió también de la habitación hacia su propio cuarto. Pensaba llamar a Gonzalo en cuanto se encerrara en él. Necesitaba su relajante voz al oído para poder dormir un poco.
Susana se detuvo en el umbral de su portería mientras buscaba el móvil en su bolso. Maldijo el tamaño de su bolso unas tres veces, antes de encontrar el móvil y descolgarlo.
- ¿Diga?- contestó mientras hacia malabarismos con el bolso y el móvil para cerrarlo
- Hola cosi..¿Ya estás en casa?- preguntó Diana al otro lado del móvil
- Pues no, pero estoy frente al portal…¿Qué tal con Ana?
- Con ganas de dejarla en coma de nuevo.. pero nada, lo habitual- contestó su amiga, irritada
- ¿Y eso?
- Ella y su obsesión por el chulo piscina de Goñi. A este paso le compro un muñeco hinchable con su cara…- hizo una pausa, como si se lo pensara- ay no, mejor no.. que solo pensar que puedo ver esa cara a cualquier hora, me produce urticaria
Susana rió, a pesar de que el tema de Nacho le pusiera los pelos de punta.
- Anda exagerada… que te dejo, que voy a subir a casa. Ale me estará esperando ya con la cena completamente helada
- Es que no me lo cuidas cosi..- respondió Diana chasqueando la lengua- y mira que te he dicho que a los bombones si no se cuidan, una tiene el riesgo de que se lo roben….
- ¡Anda ya y vete a dormir!- rió su amiga de nuevo- nos vemos mañana en el despacho
- Hasta mañana señorita responsable..- dijo Diana antes de colgar.
La jueza abrió el bolso de nuevo para guardar el móvil y buscar las llaves de su casa, mientras la sonrisa por la conversación, aún se mantenía en su cara.
- Buenas noches.. koalita
Susana se giró como un resorte. Nacho se acercaba a ella con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándola con una sonrisa torcida
- Si te acercas mas, gritaré- amenazó ella
- Siempre te gustaron los bolsos grandes…- dijo él meneando la cabeza y chasqueando la lengua repetidas veces- y mira que te he dicho veces que te hacían perder un tiempo muy valioso…
- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó ella visiblemente nerviosa. En los dos últimos meses, se habían repetido sus encuentros hasta casi enloquecerla. La seguía, la acosaba, la hacía sentir tremendamente pequeña y frágil.
- Verte… como siempre. La otra noche no estuviste muy amable conmigo…
- Déjame en paz Nacho… por favor..- le dijo ella retrocediendo hasta sentir el hierro de los barrotes del portal en la espalda
- ¿Quién te está esperando arriba?¿Tu noviete, el primito de Álvaro? – se echó a reir- ¿ya te ha dicho que tal está su primo?¿Y que esta misma tarde ha estado con él?
- Cállate…- el corazón de Susana dio un vuelco- deja de mentir
- ¿Mentir yo?- él se acercó a ella y volvió a reir- preguntale a tu querido dónde ha ido… y pregúntale con quien ha ido…
- Alejandro nunca…- empezó ella
Nacho se abalanzó hacia ella tan súbitamente que la pilló desprevenida. La estampó contra la puerta, dónde ya de por si estaba pegada y pegó su cuerpo al de ella, de forma posesiva, dolorosa. Su boca quedó a escasos centímetros de la suya
- Alejandro García Aguilar es un mierda que se te está engañando cuando dice que no sabe dónde está ese mal nacido de Álvaro Aguilar. Y a mi me repatea las entrañas saberte con él…- dijo clavándole los dedos en los brazos, mientras ella había comenzado a sollozar, asustada- porque tú eres mia… sólo mia.. ¿lo entiendes eso?
Ella no contestó y Nacho mordió sus labios hasta hacerle sangre. Susana gritó y él se separó de ella con una sonrisa victoriosa.
- Nos veremos pronto, mi amor…- le dijo él mientras retrocedía
- Vete al infierno…- siseó ella entre lágrimas, ya de rabia
Nacho rió y girándose se alejó de allí. Susana dejó caer el bolso al suelo mientras se limpiaba la sangre del labio con el dorso de la mano, e intentaba controlar las lágrimas
- Hijo de puta…- susurró mientras se agachaba para buscar las benditas llaves y pañuelos de papel para limpiarse las manos. Cuando las encontró, abrió el portal con rapidez y prácticamente corrió hacia el ascensor, mientras picaba y se limpiaba las manos, presa de los nervios. Sabía que tenia que hacer algo en contra de aquel malnacido… pero el miedo le podía… sabía demasiado bien que era capaz de hacer.
Cuando el ascensor llegó con un ruido sordo, Susana abrió la puerta con rapidez y entró. Y solo cuando estuvo en su interior y en movimiento, fue capaz de comenzar a relajarse.
Marie se levantó del sofá con movimientos ágiles cuando escuchó el timbre de la puerta. A pesar de que ya habían pasado dos meses, y la barriga ya se le notaba, aún no se sentía para nada pesada y seguía realizando las tareas habituales. Miró la hora y por lo tarde que era, se imaginó que era Diego. Las mariposas comenzaron a revolotear en su estómago, pero se contuvo. No quería darle esperanzas… Aún no. Le había costado mucho conseguir que admitiera por fin que la amaba.. ahora le necesitaba a su lado al 100%.. sin venganzas, ni rencores… y Marie sabía que mientras los Aguilar vivieran, eso no sería posible. Y aunque ella quería enseñarle a vivir sin odio… sabía que el primer paso lo tenía que dar él.. desvinculándose de Nacho, de Bulevar.. y de su pasado con Francisco Aguilar.
Pero cuando abrió la puerta, la sorpresa inundó sus ojos
- Luci…- susurró
- Hola hermanita…- saludó Driade desde la puerta- ¿puedo pasar?
- Dios..¡claro!- Marie abrió mas la puerta y la abrazó- ¡que alegría me da verte!
Dríade le devolvió el abrazo de forma débil. Marie lo notó y se separó de su hermana para mirarla bien. En sus ojos vio el dolor, la desolación y la tristeza que la invadían por dentro
- ¿Qué…?
- ¿Está Diego? Quiero hablar con él…- le dijo su hermana
- ¿Diego?- Marie se sorprendió- no.. Diego no está… pero..¿que pasa, Luci?
- Es Álvaro..- comenzó a llorar, como si sólo pronunciar aquel nombre fuese como una tortura- si Diego quiere saber su paradero, yo se lo puedo decir.. Sé dónde está Álvaro…
Marie miró a su hermana sin poder pronunciar una palabra, mientras Lucía se derrumbaba contra ella, llorando.